Génesis Capitulo 45 Versos 1 al 28


Génesis Capitulo 45 Versos 1 al 28
45 No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban
al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos.
Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus herma-
2 nos. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y
3 oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos:
71 Génesis 45. 4–21
Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron
responderle, porque estaban turbados delante de él. Entonces 4
dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron.
Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis
para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de 5
haberme vendido acá; porque para preservación de vida me
envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años 6
de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en
los cuales ni habrá arada ni siega. Y Dios me envió delante 7
de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para
daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me 8
enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre
de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en
toda la tierra de Egipto. Daos prisa, id a mi padre y decidle: 9
Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo
Egipto; ven a mí, no te detengas. Habitarás en la tierra de 10
Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus
hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Y allí te 11
alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que
no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes. He 12
aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín,
que mi boca os habla. Haréis, pues, saber a mi padre toda mi 13
gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y
traed a mi padre acá. Y se echó sobre el cuello de Benjamín 14
su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre su cuello.
Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después 15
sus hermanos hablaron con él. Y se oyó la noticia en la casa 16
de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y esto
agradó en los ojos de Faraón y de sus siervos. Y dijo Faraón a 17
José: Di a tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias,
e id, volved a la tierra de Canaán; y tomad a vuestro padre y 18
a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de
la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra.
Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros 19
para vuestros niños y vuestras mujeres, y traed a vuestro padre,
y venid. Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque 20
la riqueza de la tierra de Egipto será vuestra. Y lo hicieron 21
así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden
45. 22–46. 15 Génesis 72
22 de Faraón, y les suministró víveres para el camino. A cada
uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio
23 trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos. Y a su
padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto,
y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre
24 en el camino. Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y
25 él les dijo: No riñáis por el camino. Y subieron de Egipto, y
26 llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre. Y le dieron
las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la
tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no
27 los creía. Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él
les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba
28 para llevarlo, su espíritu revivió. Entonces dijo Israel: Basta;
José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera.
Fuente: Bibles.org.uk, London.

Genesis Capitulo 44 Versos 1 al 34


Genesis Capitulo 44 Versos 1 al 34
Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de 44
alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y
pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. Y pondrás 2
mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor,
con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José. Venida 3
la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos. Ha- 4
biendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían
alejado, dijo José a su mayordomo: Levántate y sigue a esos
hombres; y cuando los alcances, diles: ¿Por qué habéis vuelto
mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata? ¿No 5
es ésta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar?
Habéis hecho mal en lo que hicisteis. Cuando él los alcanzó, 6
les dijo estas palabras. Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice 7
nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos. He 8
aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales,
te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues,
habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro? Aquel 9
de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun
nosotros seremos siervos de mi señor. Y él dijo: También aho- 10
ra sea conforme a vuestras palabras; aquel en quien se hallare
será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa. Ellos entonces se 11
dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió
cada cual el costal suyo. Y buscó; desde el mayor comenzó, y 12
acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.
Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno 13
su asno y volvieron a la ciudad. Vino Judá con sus herma- 14
nos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron delante
de él en tierra. Y les dijo José: ¿Qué acción es ésta que ha- 15
béis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?
Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablare- 16
mos, o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad
de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor,
nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.
José respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue 17
hallada la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro
padre. Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te 18
44. 19–45. 3 Génesis 70
ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos
de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues
19 tú eres como Faraón. Mi señor preguntó a sus siervos, dicien-
20 do: ¿Tenéis padre o hermano? Y nosotros respondimos a mi
señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, pequeño
aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió,
y él solo quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama.
21 Y tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre
22 él. Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar
23 a su padre, porque si lo dejare, su padre morirá. Y dijiste a
tus siervos: Si vuestro hermano menor no desciende con vos-
24 otros, no veréis más mi rostro. Aconteció, pues, que cuando
llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi
25 señor. Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de
26 alimento. Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro
hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el
rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el
27 menor. Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis
28 que dos hijos me dio a luz mi mujer; y el uno salió de mi presencia,
y pienso de cierto que fue despedazado, y hasta ahora
29 no lo he visto. Y si tomáis también a éste de delante de mí,
y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con
30 dolor al Seol. Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi
padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la
31 vida de él, sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus
siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre
32 con dolor al Seol. Como tu siervo salió por fiador del joven
con mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces
33 yo seré culpable ante mi padre para siempre; te ruego, por
tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo
34 de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos. Porque
¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no
ver el mal que sobrevendrá a mi padre.
Fuente: Bibles.org.uk, London.

Génesis Capitulo 43 Versos 1 al 34


Génesis Capitulo 43 Versos 1 al 34
43, 2 El hambre era grande en la tierra; y aconteció que cuando
acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su
67 Génesis 43. 3–18
padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con áni- 3
mo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro
hermano con vosotros. Si enviares a nuestro hermano con no- 4
sotros, descenderemos y te compraremos alimento. Pero si no 5
le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo:
No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, 6
declarando al varón que teníais otro hermano? Y ellos respon- 7
dieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros,
y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis
otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras.
¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro
hermano? Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al 8
joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos
y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. Yo te 9
respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo
a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable
para siempre; pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamen- 10
te hubiéramos ya vuelto dos veces. Entonces Israel su padre 11
les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de
la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente,
un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces
y almendras. Y tomad en vuestras manos doble cantidad de 12
dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas
de vuestros costales; quizá fue equivocación. Tomad también 13
a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón. Y el 14
Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón,
y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he
de ser privado de mis hijos, séalo. Entonces tomaron aquellos 15
varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de
dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto,
y se presentaron delante de José. Y vio José a Benjamín 16
con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos
hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres
comerán conmigo al mediodía. E hizo el hombre como José 17
dijo, y llevó a los hombres a casa de José. Entonces aquellos 18
hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de Jo
43. 19–34 Génesis 68
sé, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales
la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos,
y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
19 Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron
20 a la entrada de la casa. Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros
en realidad de verdad descendimos al principio a comprar ali-
21 mentos. Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos
nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la
boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos
22 vuelto a traer con nosotros. Hemos también traído en nuestras
manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabe-
23 mos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales. Él
les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios
de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí
24 vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos. Y llevó aquel varón a
los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies,
25 y dio de comer a sus asnos. Y ellos prepararon el presente
entretanto que venía José a mediodía, porque habían oído que
26 allí habrían de comer pan. Y vino José a casa, y ellos le trajeron
el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se
27 inclinaron ante él hasta la tierra. Entonces les preguntó José
cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis,
28 lo pasa bien? ¿Vive todavía? Y ellos respondieron: Bien va a
tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron
29 reverencia. Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano,
hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor,
de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti,
30 hijo mío. Entonces José se apresuró, porque se conmovieron
sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y
31 entró en su cámara, y lloró allí. Y lavó su rostro y salió, y
32 se contuvo, y dijo: Poned pan. Y pusieron para él aparte, y
separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con
él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los
33 hebreos, lo cual es abominación a los egipcios. Y se sentaron
delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor
conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres
34 atónitos mirándose el uno al otro. Y José tomó viandas de
delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco
veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se
alegraron con él.
Fuente: Bibles.org.uk, London.

Génesis Capitulo 42 Versos 1 al 38


Génesis Capitulo 42 Versos 1 al 38
42 Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, d¼o a sus
2 hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Y dijo: He aquí, yo he oído
que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de
allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos.
3 Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo en
65 Génesis 42. 4–22
Egipto. Mas Jacob no envió a Benjamín, hermano de José, 4
con sus hermanos; porque dijo: No sea que le acontezca algún
desastre. Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que 5
venían; porque había hambre en la tierra de Canaán. Y José 6
era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la
tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro
a tierra. Y José, cuando vio a sus hermanos, los conoció; 7
mas hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y
les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la
tierra de Canaán, para comprar alimentos. José, pues, cono- 8
ció a sus hermanos; pero ellos no le conocieron. Entonces se 9
acordó José de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les
dijo: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis venido.
Ellos le respondieron: No, señor nuestro, sino que tus siervos 10
han venido a comprar alimentos. Todos nosotros somos hijos 11
de un varón; somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron
espías. Pero José les dijo: No; para ver lo descubierto del 12
país habéis venido. Y ellos respondieron: Tus siervos somos 13
doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y
he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece.
Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando 14
que sois espías. En esto seréis probados: Vive Faraón, que no 15
saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor viniere
aquí. Enviad a uno de vosotros y traiga a vuestro hermano, 16
y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas,
si hay verdad en vosotros; y si no, vive Faraón, que sois espías.
Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días. Y al tercer 17, 18
día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios. Si sois 19
hombres honrados, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno
de vuestros hermanos, y vosotros id y llevad el alimento para
el hambre de vuestra casa. Pero traeréis a vuestro hermano 20
menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y
ellos lo hicieron así. Y decían el uno al otro: Verdaderamente 21
hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia
de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso
ha venido sobre nosotros esta angustia. Entonces Rubén les 22
respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra
el joven, y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda
42. 23–43. 2 Génesis 66
23 su sangre. Pero ellos no sabían que los entendía José, porque
24 había intérprete entre ellos. Y se apartó José de ellos, y lloró;
después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a
25 Simeón, y lo aprisionó a vista de ellos. Después mandó José
que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada
uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el
26 camino; y así se hizo con ellos. Y ellos pusieron su trigo sobre
27 sus asnos, y se fueron de allí. Pero abriendo uno de ellos su
saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero
28 que estaba en la boca de su costal. Y dijo a sus hermanos: Mi
dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se
les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro:
29 ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios? Y venidos a Jacob su
padre en tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había
30 acontecido, diciendo: Aquel varón, el señor de la tierra, nos
31 habló ásperamente, y nos trató como a espías de la tierra. Y
nosotros le dijimos: Somos hombres honrados, nunca fuimos
32 espías. Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no
parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de
33 Canaán. Entonces aquel varón, el señor de la tierra, nos dijo:
En esto conoceré que sois hombres honrados: dejad conmigo
uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vues-
34 tras casas, y andad, y traedme a vuestro hermano el menor,
para que yo sepa que no sois espías, sino hombres honrados;
35 así os daré a vuestro hermano, y negociaréis en la tierra. Y
aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco
de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su
36 padre los atados de su dinero, tuvieron temor. Entonces su
padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no
parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra
37 mí son todas estas cosas. Y Rubén habló a su padre, diciendo:
Harás morir a mis dos hijos, si no te lo devuelvo; entrégalo en
38 mi mano, que yo lo devolveré a ti. Y él dijo: No descenderá
mi hijo con vosotros, pues su hermano ha muerto, y él solo ha
quedado; y si le aconteciere algún desastre en el camino por
donde vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol.
Fuente: Bibles.org.uk, London.

Génesis Capitulo 41 Versos 30 al 57


Génesis Capitulo 41 Versos 30 al 57
Y 30
tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia
será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá
la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a cau- 31
sa del hambre siguiente la cual será gravísima. Y el suceder 32
el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de
parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Por tanto, 33
provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo
sobre la tierra de Egipto. Haga esto Faraón, y ponga 34
gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los
siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de 35
estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano
de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete 36
años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no
perecerá de hambre. El asunto pareció bien a Faraón y a sus 37
siervos, y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro 38
hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo 39
Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no
hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y 40
por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el
trono seré yo mayor que tú. Dijo además Faraón a José: He 41
aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces 42
Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de
José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar
41. 43–42. 3 Génesis 64
43 de oro en su cuello; y lo hizo subir en su segundo carro, y
pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre
44 toda la tierra de Egipto. Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón;
y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de
45 Egipto. Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y
le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On.
46 Y salió José por toda la tierra de Egipto. Era José de edad
de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey
de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda
47 la tierra de Egipto. En aquellos siete años de abundancia la
48 tierra produjo a montones. Y él reunió todo el alimento de
los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto,
y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad
49 el alimento del campo de sus alrededores. Recogió José trigo
como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse
50 contar, porque no tenía número. Y nacieron a José dos hijos
antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le
51 dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y llamó
José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios
me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.
52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me
53 hizo fructificar en la tierra de mi aflicción. Así se cumplieron
los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto.
54 Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José
había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda
55 la tierra de Egipto había pan. Cuando se sintió el hambre en
toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y
d¼o Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él
56 os dijere. Y el hambre estaba por toda la extensión del país.
Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los
egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egip-
57 to. Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José,
porque por toda la tierra había crecido el hambre.
Fuente: Bibles.org.uk, London.

Génesis Capitulo 41 Versos 1 al 29


Génesis Capitulo  41 Versos 1 al 29
Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le 41
parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete va- 2
cas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado.
41. 3–21 Génesis 62
3 Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto
y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas
4 a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de
carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y
5 despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez:
Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña,
6 y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y
7 abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban
a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón,
8 y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba
agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de
Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños,
9 mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón. Entonces
el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo
10 hoy de mis faltas. Cuando Faraón se enojó contra sus siervos,
nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a
11 mí y al jefe de los panaderos. Y él y yo tuvimos un sueño
en la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado.
12 Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán
de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros
13 sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño. Y aconteció
que como él nos los interpretó, así fue: yo fui restablecido
14 en mi puesto, y el otro fue colgado. Entonces Faraón envió y
llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se
15 afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón. Y d¼o Faraón
a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete;
mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.
16 Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será
17 el que dé respuesta propicia a Faraón. Entonces Faraón d¼o
a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río;
18 y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa
19 apariencia, que pacían en el prado. Y que otras siete vacas
subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas,
que no he visto otras semejantes en fealdad en toda
20 la tierra de Egipto. Y las vacas flacas y feas devoraban a las
21 siete primeras vacas gordas; y éstas entraban en sus entrañas,
mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia
de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté.
63 Génesis 41. 22–29
Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma 22
caña, llenas y hermosas. Y que otras siete espigas menudas, 23
marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas;
y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; 24
y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete.
Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno 25
mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. Las sie- 26
te vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son
siete años: el sueño es uno mismo. También las siete vacas 27
flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete
espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años
serán de hambre. Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que 28
Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. He aquí vienen 29
siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto.

Génesis Capitulo 40 Versos 1 al 23

Génesis Capitulo 40 Versos 1 al 23
 40 Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de 2 Egipto. Y se enojó Faraón contra sus dos oficiales, contra el 3 jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos, y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel don- 4 de José estaba preso. Y el capitán de la guardia encargó de 5 ellos a José, y él les servía; y estuvieron días en la prisión. Y ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno con su propio significa- 6 do. Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes. Y él preguntó a aquellos oficiales de Faraón, 7 que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes? Ellos le 8 dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora. Entonces el jefe de los coperos contó su 9 sueño a José, y le dijo: Yo soñaba que veía una vid delante de mí, y en la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y 10 arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas. Y 11 que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón. Y le dijo José: Ésta es su interpretación: 12 los tres sarmientos son tres días. Al cabo de tres días levan- 13 tará Faraón tu cabeza, y te restituirá a tu puesto, y darás la copa a Faraón en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te 14 ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa. Porque fui hurtado 15 de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusiesen en la cárcel. Viendo el jefe de los panaderos que 16 había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza. En el canastillo 17 más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Faraón; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza. Entonces respondió José, y dijo: Ésta es su interpretación: 18 Los tres canastillos tres días son. Al cabo de tres días quitará 19 Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti. Al tercer día, que era el 20 día del cumpleaños de Faraón, el rey hizo banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre sus servidores. E hizo volver 21 a su oficio al jefe de los coperos, y dio éste la copa en mano de Faraón. Mas hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo 22 había interpretado José. Y el jefe de los coperos no se acordó 23 de José, sino que le olvidó.

Génesis Capitulo 39 Versos 1 al 23

Génesis Capitulo 39 Versos 1 al 23
Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, ca- 39 pitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José, y fue 2 varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y 3 vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José 4 gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y aconteció que 5 desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de 6 José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus 7 ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo 8 a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y 9 ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su 39. 10–40. 6 Génesis 60 mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría con- 10 tra Dios? Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él 11 para acostarse al lado de ella, para estar con ella, aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había 12 nadie de los de casa allí. Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de 13 ella, y huyó y salió. Cuando vio ella que le había dejado su 14 ropa en sus manos, y había huido fuera, llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y 15 yo di grandes voces; y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, 16 dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. Y ella puso junto a sí 17 la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo 18 que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera. 19 Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se 20 encendió su furor. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. 21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y 22 le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo 23 hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

Génesis Capitulo 38 Versos 1 al 30

Génesis Capitulo 38 Versos 1 al 30
 Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus her- 38 manos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira. Y 2 vio allí Judá la hija de un hombre cananeo, el cual se llamaba Súa; y la tomó, y se llegó a ella. Y ella concibió, y dio a luz un 3 hijo, y llamó su nombre Er. Concibió otra vez, y dio a luz un 4 hijo, y llamó su nombre Onán. Y volvió a concebir, y dio a luz 5 un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Quezib cuando 6 lo dio a luz. Después Judá tomó mujer para su primogénito 7 Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. 8 Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, 9 y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía 10 en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la 11 vida. Y Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y 12 estuvo en casa de su padre. Pasaron muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Después Judá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira 13 el adulamita. Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí 14 tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada 15 a él por mujer. Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque 16 ella había cubierto su rostro. Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que 17 era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí? Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. 18 Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes. Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y 19 se llegó a ella, y ella concibió de él. Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez. 20 Y Judá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para que éste recibiese la prenda de la mujer; 21 pero no la halló. Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de Enaim junto al camino? Y 22 ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera alguna. Entonces él se volvió a Judá, y dijo: No la he hallado; y también los 23 hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera. Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste. Sucedió 24 que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: 25 Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo. Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella 26 que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció. Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí 27 había gemelos en su seno. Sucedió cuando daba a luz, que 28 sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Éste salió primero. Pero volviendo él 29 a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Fares. Después salió 30 su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.

Génesis Capitulo 37 Versos 1 al 36

Génesis Capitulo 37 Versos 1 al 36
 Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en 37 la tierra de Canaán. Ésta es la historia de la familia de Jacob: 2 José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José 3 a su padre la mala fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y 4 le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le 5 aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborre- 6 cerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he 7 soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al 8 mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más 9 a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se 10 inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es éste que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrar- 11 nos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, mas 12 su padre meditaba en esto. Después fueron sus hermanos a 13 apacentar las ovejas de su padre en Siquem. Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te 14 enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó 15 a Siquem. Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas? 16 José respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me mues- 17 tres dónde están apacentando. Aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; y yo les oí decir: Vamos a Dotán. Entonces 18 José fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán. Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, 19 conspiraron contra él para matarle. Y dijeron el uno al otro: 20 He aquí viene el soñador. Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia 21 lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. Cuando Rubén 22 oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos. Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Sucedió, pues, 23 que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; y le tomaron 24 y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. Y se sentaron a comer pan; y alzando los 25 ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto. Entonces Judá dijo a sus hermanos: 26 ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? Venid, y vendámosle a los ismaelitas, 27 y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a 28 José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y 29 rasgó sus vestidos. Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven 30 no parece; y yo, ¿adónde iré yo? Entonces tomaron ellos la 31 túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre; y enviaron la túnica de colores y la 32 trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no. Y él la reconoció, y dijo: 33 La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y 34 puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para 35 consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre. Y los 36 madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia.

Génesis Capitulo 36 Versos 1 al 43

Génesis Capitulo 36 Versos 1 al 43
 36,2 Éstas son las generaciones de Esaú, el cual es Edom: Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón 3 heteo, a Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo, y a 4 Basemat hija de Ismael, hermana de Nebaiot. Ada dio a luz a 5 Esaú a Elifaz; y Basemat dio a luz a Reuel. Y Aholibama dio a luz a Jeús, a Jaalam y a Coré; éstos son los hijos de Esaú, que 6 le nacieron en la tierra de Canaán. Y Esaú tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, separándose de 7 Jacob su hermano. Porque los bienes de ellos eran muchos; y no podían habitar juntos, ni la tierra en donde moraban los 8 podía sostener a causa de sus ganados. Y Esaú habitó en el 9 monte de Seir; Esaú es Edom. Éstos son los linajes de Esaú, 10 padre de Edom, en el monte de Seir. Éstos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz, hijo de Ada mujer de Esaú; Reuel, 11 hijo de Basemat mujer de Esaú. Y los hijos de Elifaz fueron 12 Temán, Omar, Zefo, Gatam y Cenaz. Y Timna fue concubina de Elifaz hijo de Esaú, y ella le dio a luz a Amalec; éstos son 13 los hijos de Ada, mujer de Esaú. Los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama y Miza; éstos son los hijos de Basemat 14 mujer de Esaú. Éstos fueron los hijos de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná, que fue hijo de Zibeón: ella dio a luz a Jeús, 15 Jaalam y Coré, hijos de Esaú. Éstos son los jefes de entre los hijos de Esaú: hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: los jefes 16 Temán, Omar, Zefo, Cenaz, Coré, Gatam y Amalec; éstos son los jefes de Elifaz en la tierra de Edom; éstos fueron los 17 hijos de Ada. Y éstos son los hijos de Reuel, hijo de Esaú: los jefes Nahat, Zera, Sama y Miza; éstos son los jefes de la línea de Reuel en la tierra de Edom; estos hijos vienen de Basemat 18 mujer de Esaú. Y éstos son los hijos de Aholibama mujer de Esaú: los jefes Jeús, Jaalam y Coré; éstos fueron los jefes que 19 salieron de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná. Éstos, pues, son los hijos de Esaú, y sus jefes; él es Edom. Éstos 20 son los hijos de Seir horeo, moradores de aquella tierra: Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, Disón, Ezer y Disán; éstos son los jefes 21 de los horeos, hijos de Seir, en la tierra de Edom. Los hijos de 22 Lotán fueron Hori y Hemam; y Timna fue hermana de Lotán. Los hijos de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefo y Onam. 23 Y los hijos de Zibeón fueron Aja y Aná. Este Aná es el que 24 descubrió manantiales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su padre. Los hijos de Aná fueron Disón, 25 y Aholibama hija de Aná. Éstos fueron los hijos de Disón: 26 Hemdán, Esbán, Itrán y Querán. Y éstos fueron los hijos de 27 Ezer: Bilhán, Zaaván y Acán. Éstos fueron los hijos de Disán: 28 Uz y Arán. Y éstos fueron los jefes de los horeos: los jefes 29 Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, Disón, Ezer y Disán; éstos fueron 30 los jefes de los horeos, por sus mandos en la tierra de Seir. Y 31 los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron estos: Bela hijo de Beor 32 reinó en Edom; y el nombre de su ciudad fue Dinaba. Murió 33 Bela, y reinó en su lugar Jobab hijo de Zera, de Bosra. Murió 34 Jobab, y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán. Murió 35 Husam, y reinó en su lugar Hadad hijo de Bedad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; y el nombre de su ciudad fue Avit. Murió Hadad, y en su lugar reinó Samla de Masreca. 36 Murió Samla, y reinó en su lugar Saúl de Rehobot junto al 37 Éufrates. Murió Saúl, y en lugar suyo reinó Baal-hanán hijo 38 de Acbor. Y murió Baal-hanán hijo de Acbor, y reinó Hadar 39 en lugar suyo; y el nombre de su ciudad fue Pau; y el nombre de su mujer, Mehetabel hija de Matred, hija de Mezaab. Éstos, 40 pues, son los nombres de los jefes de Esaú por sus linajes, por sus lugares, y sus nombres: Timna, Alva, Jetet, Aholibama, 41 Ela, Pinón, Cenaz, Temán, Mibzar, Magdiel e Iram. Éstos 42, 43 fueron los jefes de Edom según sus moradas en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.

Génesis Capitulo 35 Versos 1 al 29 35

Génesis Capitulo 35 Versos 1 al 29 35
 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de 2 tu hermano Esaú. Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre 3 vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el 4 camino que he andado. Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina 5 que estaba junto a Siquem. Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no 6 persiguieron a los hijos de Jacob. Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (ésta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba. Y edificó allí un altar, y llamó al lugar 7 El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano. Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue 8 sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut. Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando 9 había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu 10 nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le 11 dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a 12 Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Y se fue de él Dios, del lugar en donde había habla- 13 do con él. Y Jacob erigió una señal en el lugar donde había 14 hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite. Y llamó Jacob el nombre de 15 aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el. Después 16 partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, 17 que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó 18 su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. Así mu- 19 rió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén. Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; ésta es 20 la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy. Y salió Israel, 21 y plantó su tienda más allá de Migdal-edar. Aconteció que 22 cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce: los hijos de Lea: 23 Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. Los hijos de Raquel: José y Benjamín. Los hijos de 24, 25 Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí. Y los hijos de Zilpa, 26 sierva de Lea: Gad y Aser. Éstos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram. Después vino Jacob a Isaac 27 su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde 28 habitaron Abraham e Isaac. Y fueron los días de Isaac ciento 29 ochenta años. Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.

Génesis Capitulo 34 Versos 1 al 31

Génesis Capitulo 34 Versos 1 al 31 34
 Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz 2 a Jacob, a ver a las hijas del país. Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Pero su alma se apegó a Dina la 3 hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella. Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame 4 por mujer a esta joven. Pero oyó Jacob que Siquem había 5 amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen. Y se dirigió 6 Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él. Y los 7 hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho. Y Hamor habló con ellos, diciendo: El 8 alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer. Y emparentad con nosotros; dadnos 9 vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras. Y habitad con 10 nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión. Siquem también 11 dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis. Aumentad a 12 cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis; y dadme la joven por mujer. Pero respondieron los hijos de 13 Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Dina su hermana. Y les dije- 14 ron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación. Mas con 15 esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón. Entonces 16 os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo. Mas si no 17 nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos. Y parecieron bien sus palabras a Hamor, y a 18 Siquem hijo de Hamor. Y no tardó el joven en hacer aque- 19 llo, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre. Entonces Hamor y 20 Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo: Estos varones son pací- 21 ficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras. 22 Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados. 23 Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; so- 24 lamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros. Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a 25 cuantos salían por la puerta de su ciudad. Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba 26 desprevenida, y mataron a todo varón. Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa 27 de Siquem, y se fueron. Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancilla- 28 do a su hermana. Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y 29 lo que había en la ciudad y en el campo, y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron 30 todo lo que había en casa. Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré 31 destruido yo y mi casa. Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?

PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34

 PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34 Se enumeran los oficiales de la corte de Salomón — Salomón gobierna en paz y en prosper...