Deuteronomio Capitulo 22 Versos 1 al 30

Deuteronomio Capitulo 22 Versos 1 al 30
22 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero,
2 no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano. Y si tu
hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en
tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se
3 lo devolverás. Así harás con su asno, así harás también con
su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que
4 se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda. Si
vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino,
5 no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo. No vestirá la
mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer;
porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto
6 hace. Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en
cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la
madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás
7 la madre con los hijos. Dejarás ir a la madre, y tomarás los
299 Deuteronomio 22. 8–25
pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para 8
que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere
alguno. No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea 9
que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el
fruto de la viña. No ararás con buey y con asno juntamente. 10
No vestirás ropa de lana y lino juntamente. Te harás flecos 11, 12
en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras. Cuando 13
alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la
aborreciere, y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: 14
A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen;
entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán 15
las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la
ciudad, en la puerta; y dirá el padre de la joven a los ancianos: 16
Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece; y he 17
aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No
he hallado virgen a tu hija; pero ved aquí las señales de la
virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de
los ancianos de la ciudad. Entonces los ancianos de la ciudad 18
tomarán al hombre y lo castigarán; y le multarán en cien 19
piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por
cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la
tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.
Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la 20
joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, 21
y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto
hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás
el mal de en medio de ti. Si fuere sorprendido alguno acostado 22
con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre
que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás
el mal de Israel. Si hubiere una muchacha virgen desposada 23
con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con
ella; entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y 24
los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la
ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo;
así quitarás el mal de en medio de ti. Mas si un hombre hallare 25
en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre,
acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó
22. 26–23. 14 Deuteronomio 300
26 con ella; mas a la joven no le harás nada; no hay en ella
culpa de muerte; pues como cuando alguno se levanta contra
27 su prójimo y le quita la vida, así es en este caso. Porque él
la halló en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo
28 quien la librase. Cuando algún hombre hallare a una joven
virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con
29 ella, y fueren descubiertos; entonces el hombre que se acostó
con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y
ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir
30 en todos sus días. Ninguno tomará la mujer de su padre, ni
profanará el lecho de su padre.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
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Deuteronomio Capitulo 21 Versos 1 al 23

Deuteronomio Capitulo 21 Versos 1 al 23
Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la po- 21
seas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no
se supiere quién lo mató, entonces tus ancianos y tus jueces 2
saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están
alrededor del muerto. Y los ancianos de la ciudad más cer- 3
cana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las
vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado
yugo; y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a 4
un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado,
y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle. Entonces 5
vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová
tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre
de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y
toda ofensa. Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al 6
lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre
la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; y protesta- 7
rán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre,
ni nuestros ojos lo han visto. Perdona a tu pueblo Israel, al 8
cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu
pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. Y tú quitarás la 9
culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres
lo que es recto ante los ojos de Jehová. Cuando salieres a la 10
guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en
tu mano, y tomares de ellos cautivos, y vieres entre los cauti- 11
vos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para
ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, 12
y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, 13
y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre
un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su
marido, y ella será tu mujer. Y si no te agradare, la deja- 14
rás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como
esclava, por cuanto la humillaste. Si un hombre tuviere dos 15
21. 16–22. 7 Deuteronomio 298
mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la
aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere
16 de la aborrecida; en el día que hiciere heredar a sus hijos lo
que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo
de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es
17 el primogénito; mas al hijo de la aborrecida reconocerá como
primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a
cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor,
18 y suyo es el derecho de la primogenitura. Si alguno tuviere
un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su
padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les
19 obedeciere; entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo
sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar
20 donde viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro
hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glo-
21 tón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo
apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y
22 todo Israel oirá, y temerá. Si alguno hubiere cometido algún
crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en
23 un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el
madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito
por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová
tu Dios te da por heredad.
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Deuteronomio Capitulo 20 Versos 1 al 20

Deuteronomio Capitulo 20 Versos 1 al  20
Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres 20
caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas
20. 2–19 Deuteronomio 296
temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te
2 sacó de tierra de Egipto. Y cuando os acerquéis para com-
3 batir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, y
les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra
vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni
4 os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque
Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros
5 contra vuestros enemigos, para salvaros. Y los oficiales hablarán
al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la
ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en
6 la batalla, y algún otro la estrene. ¿Y quién ha plantado viña,
y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea
7 que muera en la batalla, y algún otro la disfrute. ¿Y quién se
ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase
a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome.
8 Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es
hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y
no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.
9 Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces
los capitanes del ejército tomarán el mando a la cabeza del
10 pueblo. Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le
11 intimarás la paz. Y si respondiere: Paz, y te abriere, todo el
pueblo que en ella fuere hallado te será tributario, y te servirá.
12 Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere guerra contigo,
13 entonces la sitiarás. Luego que Jehová tu Dios la entregue en
14 tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada. Solamente
las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que
haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás
del botín de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entre-
15 gó. Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti,
16 que no sean de las ciudades de estas naciones. Pero de las
ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por here-
17 dad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás
completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al
18 heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado; para
que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que
ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vues-
19 tro Dios. Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella
297 Deuteronomio 20. 20–21. 15
muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo
hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás,
porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti
en el sitio. Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás 20
destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad
que te hace la guerra, hasta sojuzgarla.
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Deuteronomio Capitulo 19 Versos 1 al 21

Deuteronomio Capitulo 19 Versos 1 al 21
19 Cuando Jehová tu Dios destruya a las naciones cuya tierra
Jehová tu Dios te da a ti, y tú las heredes, y habites en sus
2 ciudades, y en sus casas; te apartarás tres ciudades en medio
de la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas.
3 Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que
Jehová tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homi-
4 cida huya allí. Y éste es el caso del homicida que huirá allí, y
vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber
5 tenido enemistad con él anteriormente; como el que fuere con
su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe
con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo,
y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de
295 Deuteronomio 19. 6–20. 1
estas ciudades, y vivirá; no sea que el vengador de la sangre, 6
enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el
camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a
muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo anteriormente.
Por tanto yo te mando, diciendo: Separarás tres 7
ciudades. Y si Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como 8
lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar
a tus padres, siempre y cuando guardares todos estos manda- 9
mientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que
ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días;
entonces añadirás tres ciudades más a estas tres, para que 10
no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que
Jehová tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento
de sangre. Pero si hubiere alguno que aborreciere 11
a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere
de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,
entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de 12
allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para
que muera. No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre 13
inocente, y te irá bien. En la heredad que poseas en la tierra 14
que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad
de tu prójimo, que fijaron los antiguos. No se tomará 15
en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito
ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa
cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá
la acusación. Cuando se levantare testigo falso contra 16
alguno, para testificar contra él, entonces los dos litigantes se 17
presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y
de los jueces que hubiere en aquellos días. Y los jueces inqui- 18
rirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado
falsamente a su hermano, entonces haréis a él como él pensó 19
hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. Y 20
los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más
una maldad semejante en medio de ti. Y no le compadecerás; 21
vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano,
pie por pie
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Deuteronomio capítulo 18 Versos 1 al 22

Deuteronomio capítulo 18 Versos 1 al 22
Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no 18
tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas
a Jehová y de la heredad de él comerán. No tendrán, pues, 2
heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les
ha dicho. Y éste será el derecho de los sacerdotes de parte 3
del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero:
darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. Las 4
primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias
de la lana de tus ovejas le darás; porque le ha escogido 5
Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para
administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.
Y cuando saliere un levita de alguna de tus ciudades de 6
entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el
deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere, ministrará 7
en el nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los
levitas que estuvieren allí delante de Jehová. Igual ración a 8
la de los otros comerá, además de sus patrimonios. Cuando 9
entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a
hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea 10
18. 11–19. 5 Deuteronomio 294
hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego,
ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni
11 hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien con-
12 sulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová
cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Je-
13 hová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto
14 serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que
vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te
15 ha permitido esto Jehová tu Dios. Profeta de en medio de ti,
de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él
16 oiréis; conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en
Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la
voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para
17 que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que
18 han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos,
como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará to-
19 do lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis
palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi
nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare
21 en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres
en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no
22 ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no
se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová
no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no
tengas temor de él.
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Deuteronomio Capitulo 17 Versos 1 al 20

Deuteronomio Capitulo 17 Versos 1 al 20
17 No ofrecerás en sacrificio a Jehová tu Dios, buey o cordero
en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominación
2 a Jehová tu Dios. Cuando se hallare en medio de ti, en alguna
de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que
haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su
3 pacto, que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere
inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército
4 del cielo, lo cual yo he prohibido; y te fuere dado aviso, y después
que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de
5 verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel; entonces
sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere
hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y
6 así morirán. Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que
hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo.
7 La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo,
y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en
8 medio de ti. Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio,
entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho
legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de
litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al
9 lugar que Jehová tu Dios escogiere; y vendrás a los sacerdotes
levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás;
10 y ellos te enseñarán la sentencia del juicio. Y harás según la
sentencia que te indiquen los del lugar que Jehová escogiere,
11 y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten. Según
la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no
te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te
12 declaren. Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo
al sacerdote que está para ministrar allí delante de
Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de
13 en medio de Israel. Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se
14 ensoberbecerá. Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová
293 Deuteronomio 17. 15–18. 10
tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas:
Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en
mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que 15
Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey
sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que
no sea tu hermano. Pero él no aumentará para sí caballos, ni 16
hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos;
porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino.
Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se 17
desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia. Y 18
cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá
para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está
al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrá consigo, y 19
leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer
a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y
estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve 20
su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento
a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su
reino, él y sus hijos, en medio de Israel.
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Deuteronomio capitulo 16 Versos 1 al 22

Deuteronomio capitulo 16 Versos 1 al 22
16 Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios;
porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de
2 noche. Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas
y de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite
3 allí su nombre. No comerás con ella pan con levadura; siete
días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque
aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu
vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.
4 Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete
291 Deuteronomio 16. 5–19
días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no
quedará hasta la mañana. No podrás sacrificar la pascua en 5
cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da; sino en 6
el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su
nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol,
a la hora que saliste de Egipto. Y la asarás y comerás en el 7
lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana
regresarás y volverás a tu habitación. Seis días comerás pan 8
sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu
Dios; no trabajarás en él. Siete semanas contarás; desde que 9
comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar
las siete semanas. Y harás la fiesta solemne de las semanas a 10
Jehová tu Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será
lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido. Y 11
te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu
siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el
extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de
ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner
allí su nombre. Y acuérdate de que fuiste siervo en Egipto; 12
por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos. La fiesta so- 13
lemne de los tabernáculos harás por siete días, cuando hayas
hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en 14
tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hja, tu siervo, tu sierva, y
el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus
poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu 15
Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido
Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de
tus manos, y estarás verdaderamente alegre. Tres veces cada 16
año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en
el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin
levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta
solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante
de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de 17
su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere
dado. Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades 18
que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al
pueblo con justo juicio. No tuerzas el derecho; no hagas acep- 19
ción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega
16. 20–17. 14 Deuteronomio 292
los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.
20 La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la
21 tierra que Jehová tu Dios te da. No plantarás ningún árbol
para Asera cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás
22 hecho, ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Jehová tu
Dios.
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Deuteronomio Capitulo 15 Versos 1 al 23

Deuteronomio Capitulo 15 Versos 1 al 23
Cada siete años harás remisión. Y ésta es la manera de 15, 2
la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito
de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo
demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada
la remisión de Jehová. Del extranjero demandarás el 3
reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará
tu mano, para que así no haya en medio de ti mendigo; 4
porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que
Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,
si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para 5
guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno
hoy. Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha 6
dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás
prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero
sobre ti no tendrán dominio. Cuando haya en medio de ti 7
menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades,
en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu
corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino 8
abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo
que necesite. Guárdate de tener en tu corazón pensamiento 9
perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión,
y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para
15. 10–16. 4 Deuteronomio 290
no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te
10 contará por pecado. Sin falta le darás, y no serás de mezquino
corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu
11 Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. Porque
no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te
mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y
12 al menesteroso en tu tierra. Si se vendiere a ti tu hermano
hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis años, al séptimo le
13 despedirás libre. Y cuando lo despidieres libre, no le enviarás
14 con las manos vacías. Le abastecerás liberalmente de tus ovejas,
de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que Jehová
15 te hubiere bendecido. Y te acordarás de que fuiste siervo en la
tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto yo
16 te mando esto hoy. Si él te dijere: No te dejaré; porque te ama
17 a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo; entonces tomarás
una lesna, y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu sier-
18 vo para siempre; así también harás a tu criada. No te parezca
duro cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de
un jornalero te sirvió seis años; y Jehová tu Dios te bendecirá
19 en todo cuanto hicieres. Consagrarás a Jehová tu Dios todo
primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás
del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de
20 tus ovejas. Delante de Jehová tu Dios los comerás cada año,
21 tú y tu familia, en el lugar que Jehová escogiere. Y si hubiere
en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier
22 falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios. En tus poblaciones
lo comerás; el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él,
23 como de una gacela o de un ciervo. Solamente que no comas
su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
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ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
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Deuteronomio Capitulo 14 Versos 1 al 29

Deuteronomio Capitulo 14 Versos 1 al 29
14 Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os ra-
2 paréis a causa de muerto. Porque eres pueblo santo a Jehová
tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo
3 único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra. Na-
4 da abominable comerás. Éstos son los animales que podréis
5 comer: el buey, la oveja, la cabra, el ciervo, la gacela, el corzo,
6 la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. Y
todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y
7 que rumiare entre los animales, ese podréis comer. Pero éstos
no comeréis, entre los que rumian o entre los que tienen
pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas
8 no tienen pezuña hendida, serán inmundos; ni cerdo, porque
tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la
carne de éstos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos.
9 De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo
10 lo que tiene aleta y escama. Mas todo lo que no tiene aleta y
11 escama, no comeréis; inmundo será. Toda ave limpia podréis
12 comer. Y éstas son de las que no podréis comer: el águila,
13 el quebrantahuesos, el azor, el gallinazo, el milano según su
14, 15 especie, todo cuervo según su especie, el avestruz, la lechu-
16 za, la gaviota y el gavilán según sus especies, el búho, el ibis,
17, 18 el calamón, el pelícano, el buitre, el somormujo, la cigüeña,
19 la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. Todo
20 insecto alado será inmundo; no se comerá. Toda ave limpia
21 podréis comer. Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero
que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla;
o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová
tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que
23 rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu
Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el
diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias
de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer14
289 Deuteronomio 14. 24–15. 9
a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan lar- 24
go que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que
Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre,
cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y 25
guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová
tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, 26
por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa
que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y
te alegrarás tú y tu familia. Y no desampararás al levita que 27
habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad
contigo. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de 28
tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades.
Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el 29
extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones,
y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te
bendiga en toda obra que tus manos hicieren.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
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Deuteronomio Capitulo 13 Versos 1 al 18

Deuteronomio Capitulo 13 Versos 1 al 18
13 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de
2 sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la
señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de
3 dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído
287 Deuteronomio 13. 4–17
a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque
Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis
a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda
vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él 4
temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a
él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños 5
ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová
vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de
casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el
cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás
el mal de en medio de ti. Si te incitare tu hermano, hijo de tu 6
madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo
en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus
padres conocisteis, de los dioses de los pueblos que están en 7
vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo
de la tierra hasta el otro extremo de ella; no consentirás con 8
él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás
misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo matarás; tu mano 9
se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de
todo el pueblo. Le apedrearás hasta que muera, por cuanto 10
procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de
Egipto, de casa de servidumbre; para que todo Israel oiga, 11
y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante
a esta. Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que 12
Jehová tu Dios te da para vivir en ellas, que han salido de en 13
medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores
de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que
vosotros no conocisteis; tú inquirirás, y buscarás y pregunta- 14
rás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal
abominación se hizo en medio de ti, irremisiblemente herirás 15
a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola
con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus
ganados a filo de espada. Y juntarás todo su botín en medio 16
de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín,
todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un
montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada. Y 17
no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se
aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga
13. 18–14. 23 Deuteronomio 288
compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
18 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, guardando todos
sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo
recto ante los ojos de Jehová tu Dios.
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Deuteronomio Capitulo 12 Versos 1 al 32

Deuteronomio Capitulo 12 Versos 1 al 32
12 Éstos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner
por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha
dado para que tomes posesión de ella, todos los días que voso-
2 tros viviereis sobre la tierra. Destruiréis enteramente todos los
lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a
sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo
3 de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y quebraréis
sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego;
y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre
4, 5 de aquel lugar. No haréis así a Jehová vuestro Dios, sino
285 Deuteronomio 12. 6–18
que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas
vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación,
ése buscaréis, y allá iréis. Y allí llevaréis vuestros holocaus- 6
tos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada
de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias,
y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; y 7
comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis,
vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos
en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. No haréis 8
como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo
qué bien le parece, porque hasta ahora no habéis entrado al 9
reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. Mas pa- 10
saréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro
Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos
alrededor, y habitaréis seguros. Y al lugar que Jehová 11
vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis
todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos,
vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de
vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis
prometido a Jehová. Y os alegraréis delante de Jehová 12
vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros
siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras
poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros.
Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar 13
que vieres; sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una 14
de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo
que yo te mando. Con todo, podrás matar y comer carne en 15
todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición
que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la
podrá comer, como la de gacela o de ciervo. Solamente que 16
sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua.
Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu 17
vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus
ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias,
ni las ofrendas elevadas de tus manos; sino que delante 18
de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios
hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el
levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de
12. 19–13. 3 Deuteronomio 286
19 Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. Ten cuidado
de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.
20 Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te
ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla,
21 conforme a lo que deseaste podrás comer. Si estuviere lejos
de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su
nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová
te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus
22 puertas según todo lo que deseares. Lo mismo que se come la
gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio
23 podrán comer también de ellas. Solamente que te mantengas
firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no
24 comerás la vida juntamente con su carne. No la comerás; en
25 tierra la derramarás como agua. No comerás de ella, para que
te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo
26 recto ante los ojos de Jehová. Pero las cosas que hubieres consagrado,
y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar
27 que Jehová hubiere escogido; y ofrecerás tus holocaustos, la
carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre
de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu
28 Dios, y podrás comer la carne. Guarda y escucha todas estas
palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo
recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a
29 tus hijos después de ti para siempre. Cuando Jehová tu Dios
haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para
30 poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que
no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas
delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De
la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo tam-
31 bién les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda
cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses;
pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego
32 a sus dioses. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no
añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
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Deuteronomio Capitulo 11 Versos 1 al 32

Deuteronomio Capitulo 11 Versos 1 al 32
11 Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas,
sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los
2 días. Y comprended hoy, porque no hablo con vuestros hijos
que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su
3 grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido, y sus señales,
y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón rey de11
283 Deuteronomio 11. 4–21
Egipto, y a toda su tierra; y lo que hizo al ejército de Egipto, 4
a sus caballos y a sus carros; cómo precipitó las aguas del Mar
Rojo sobre ellos, cuando venían tras vosotros y Jehová los destruyó
hasta hoy; y lo que ha hecho con vosotros en el desierto, 5
hasta que habéis llegado a este lugar; y lo que hizo con Datán 6
y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió su boca
la tierra, y los tragó con sus familias, sus tiendas, y todo su
ganado, en medio de todo Israel. Mas vuestros ojos han visto 7
todas las grandes obras que Jehová ha hecho. Guardad, pues, 8
todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis
fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para
tomarla; y para que os sean prolongados los días sobre la 9
tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres, que había de
darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel.
La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de 10
Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y
regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. La tierra a la 11
cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que
bebe las aguas de la lluvia del cielo; tierra de la cual Jehová 12
tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu
Dios, desde el principio del año hasta el fin. Si obedeciereis 13
cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy,
amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro
corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de 14
vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás
tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu 15
campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. Guardaos, 16
pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis
a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; y se encienda el furor 17
de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia,
ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra
que os da Jehová. Por tanto, pondréis estas mis palabras en 18
vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en
vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las 19
enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes
en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y
cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, 20
y en tus puertas; para que sean vuestros días, y los días de 21
11. 22–12. 5 Deuteronomio 284
vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró
a vuestros padres que les había de dar, como los días de los
22 cielos sobre la tierra. Porque si guardareis cuidadosamente
todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los
cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en to-
23 dos sus caminos, y siguiéndole a él, Jehová también echará de
delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis na-
24 ciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que
pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto
hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental
25 será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros;
miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios
26 sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho. He aquí
yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición:
27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro
28 Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis
los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del
camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos
29 que no habéis conocido. Y cuando Jehová tu Dios te haya
introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás
la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el
30 monte Ebal, los cuales están al otro lado del Jordán, tras el
camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en
31 el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. Porque
vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da
32 Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. Cuidaréis,
pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo
presento hoy delante de vosotros.
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Deuteronomio Capitulo 10 Versos 1 al 22

Deuteronomio Capitulo 10 Versos 1 al 22
En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de pie- 10
dra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca
de madera; y escribiré en aquellas tablas las palabras que 2
estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás
en el arca. E hice un arca de madera de acacia, y labré dos 3
tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las
dos tablas en mi mano. Y escribió en las tablas conforme a 4
la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había
hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la
asamblea; y me las dio Jehová. Y volví y descendí del mon- 5
te, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están,
como Jehová me mandó. (Después salieron los hijos de Israel 6
de Beerot-bene-jaacán a Mosera; allí murió Aarón, y allí fue
sepultado, y en lugar suyo tuvo el sacerdocio su hijo Eleazar.
De allí partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra 7
de arroyos de aguas. En aquel tiempo apartó Jehová la tribu 8
10. 9–11. 3 Deuteronomio 282
de Leví para que llevase el arca del pacto de Jehová, para que
estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en
9 su nombre, hasta hoy, por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad
con sus hermanos; Jehová es su heredad, como Jehová
10 tu Dios le dijo.) Y yo estuve en el monte como los primeros
días, cuarenta días y cuarenta noches; y Jehová también me
11 escuchó esta vez, y no quiso Jehová destruirte. Y me dijo Jehová:
Levántate, anda, para que marches delante del pueblo,
para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les
12 había de dar. Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios
de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus
caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu
13 corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos
de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que
14 tengas prosperidad? He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos,
y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en
15 ella. Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos,
y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de
16 entre todos los pueblos, como en este día. Circuncidad, pues,
el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra
17 cerviz. Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor
de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace
18 acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al
huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole
19 pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranje-
20 ros fuisteis en la tierra de Egipto. A Jehová tu Dios temerás,
21 a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. Él es
el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo
22 estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. Con
setenta personas descendieron tus padres a Egipto, y ahora
Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.
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Deuteronomio Capitulo 9 Versos 1 al 29

Deuteronomio Capitulo 9 Versos 1 al 29
Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a des- 9
poseer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades
grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande 2
y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento,
y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de
Anac? Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa 3
delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará
delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida,
como Jehová te ha dicho. No pienses en tu corazón cuando 4
Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por
mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por
la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de
ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a 5
poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones
9. 6–20 Deuteronomio 280
Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la
palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios
te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de
7 cerviz eres tú. Acuérdate, no olvides que has provocado la ira
de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de
la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis
8 sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová,
9 y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando
yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas
del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el
monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber
10 agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con
el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras
que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego,
11 el día de la asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y
cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra,
12 las tablas del pacto. Y me dijo Jehová: Levántate, desciende
pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se
ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les
13 mandé; se han hecho una imagen de fundición. Y me habló
Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es
14 pueblo duro de cerviz. Déjame que los destruya, y borre su
nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación
15 fuerte y mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí
del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en
16 mis dos manos. Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová
vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición,
apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado.
17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos,
18 y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante
de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no
comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que
habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para
19 enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que
Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero
20 Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón también se
enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré
281 Deuteronomio 9. 21–10. 8
por Aarón en aquel entonces. Y tomé el objeto de vuestro 21
pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego,
y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido
a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del
monte. También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava 22
provocasteis a ira a Jehová. Y cuando Jehová os envió desde 23
Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he
dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro
Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz. Rebeldes ha- 24
béis sido a Jehová desde el día que yo os conozco. Me postré, 25
pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve
postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir.
Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a 26
tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza,
que sacaste de Egipto con mano poderosa. Acuérdate de tus 27
siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este
pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado, no sea que digan los 28
de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová
introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los
aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. Y ellos son 29
tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con
tu brazo extendido.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

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Deuteronomio Capitulo 8 Versos 1 al 20

Deuteronomio Capitulo 8  Versos 1 al 20
8 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os
ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y
poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vues-
2 tros padres. Y te acordarás de todo el camino por donde te ha
traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para
afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón,
3 si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te
hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías
tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber
que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale
4 de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se
envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta
5 años. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el
6 hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Guardarás,
pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus
7 caminos, y temiéndole. Porque Jehová tu Dios te introduce
en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de
8 manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y
cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de acei-
9 te y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez,
ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de
279 Deuteronomio 8. 10–9. 5
cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y ben- 10
decirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus 11
mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno
hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas ca- 12
sas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y 13
la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se
aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová 14
tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, 15
lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde
no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; que 16
te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no
habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre
hacerte bien; y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi 17
mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová 18
tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin
de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en 19
pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo
lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Co- 20
mo las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así
pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová
vuestro Dios.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

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