tag:blogger.com,1999:blog-77903436428964262692023-11-15T12:10:54.862-05:00osCurve La BibliaLa palabra de Dios: LA Biblia, antiguo testamento, nuevo testamento, proverbios de Salomón, Cantar de los Cantares,
Salmos, Apocalipsis.jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.comBlogger303125tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-55915230250772610752022-01-04T09:36:00.002-05:002022-01-04T09:36:45.283-05:00 PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34<p> PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34</p><p>Se enumeran los oficiales de la corte</p><p>de Salomón — Salomón gobierna</p><p>en paz y en prosperidad sobre un</p><p>reino extenso — Su sabiduría y</p><p>prudencia exceden a las de todos</p><p>los hombres.</p><p>Y EL rey Salomón fue rey sobre</p><p>todo Israel.</p><p>2 Y éstos fueron los oficiales</p><p>que tuvo: Azarías hijo de Sadoc,</p><p>el sacerdote;</p><p>3 Elihoref y Ahías, hijos de Sisa,</p><p>a escribas; Josafat hijo de Ahilud,</p><p>b cronista;</p><p>4 Benaía hijo de Joiada estaba</p><p>sobre el ejército; y Sadoc y Abia-</p><p>tar eran los sacerdotes;</p><p>5 Azarías hijo de Natán estaba</p><p>sobre los gobernadores; y Zabud</p><p>hijo de Natán era ministro prin-</p><p>cipal y amigo del rey;</p><p>6 y Ahisar era mayordomo; y</p><p>Adoniram hijo de Abda estaba</p><p>a sobre el tributo laboral.</p><p>7 Y tenía Salomón doce gober-</p><p>nadores sobre todo Israel, los</p><p>cuales a mantenían al rey y a su</p><p>casa. Cada uno de ellos estaba</p><p>obligado a abastecerle durante</p><p>un mes en el año.</p><p>8 Y éstos son los nombres de</p><p>ellos: el hijo de Hur, en los mon-</p><p>tes de Efraín;</p><p>9 el hijo de Decar, en Macaz, y</p><p>en Saalbim, y en Bet-semes y en</p><p>Elónbet-hanán;</p><p>10 el hijo de Hesed, en Arubot;</p><p>éste tenía también Soco y toda la</p><p>tierra de Hefer.</p><p>11 El hijo de Abinadab, en to-</p><p>dos los territorios de Dor; éste</p><p>tenía por esposa a Tafat, hija de</p><p>Salomón;</p><p>12 Baana hijo de Ahilud, en</p><p>Taanac y Meguido, y en toda</p><p>Bet-seán, que está cerca de Sare-</p><p>tán, más abajo de Jezreel, desde</p><p>Bet-seán hasta Abel-mehola, y</p><p>hasta el otro lado de Jocmeam;</p><p>13 el hijo de Geber, en Ramot</p><p>de Galaad; éste tenía también</p><p>las ciudades de Jair hijo de Ma-</p><p>nasés, las cuales estaban en Ga-</p><p>laad; tenía también la provincia</p><p>de Argob, que estaba en Basán,</p><p>sesenta grandes ciudades con</p><p>muro y cerrojos de bronce;</p><p>14 Ahinadab hijo de Iddo, en</p><p>Mahanaim;</p><p>15 Ahimaas en Neftalí; éste</p><p>tomó también por esposa a Ba-</p><p>semat, hija de Salomón.</p><p>16 Baana hijo de Husai, en Aser</p><p>y en Alot;</p><p>17 Josafat hijo de Parúa, en</p><p>Isacar;</p><p>18 Simei hijo de Ela, en</p><p>Benjamín;</p><p>19 Geber hijo de Uri, en la tierra</p><p>de Galaad, la tierra de Sehón, rey</p><p>de los amorreos, y de Og, rey de</p><p>Basán; éste era el único goberna-</p><p>dor en aquella tierra.</p><p>20 Judá e Israel eran tan nume-</p><p>rosos como la a arena que está</p><p>junto al mar en multitud, y co-</p><p>mían y bebían y se alegraban.</p><p>21 Y Salomón gobernaba so-</p><p>bre todos los reinos, desde a el</p><p>Río hasta la tierra de los filisteos</p><p>y hasta el límite con Egipto; y</p><p>le traían presentes, y sirvieron</p><p>a Salomón todos los días de su</p><p>vida.</p><p>22 Y las a provisiones de Salo-</p><p>món para cada día eran treinta</p><p>coros de flor de harina, y sesenta</p><p>coros de harina,</p><p>23 diez bueyes engordados, y</p><p>veinte bueyes de pasto y cien</p><p>ovejas, sin contar los ciervos, y</p><p>las gacelas, y los corzos y las aves</p><p>engordadas.</p><p>24 Porque él señoreaba en toda</p><p>la región que estaba al oeste del</p><p>Río, desde Tifsa hasta Gaza, sobre</p><p>todos los reyes al oeste del Río;</p><p>y tuvo a paz por todos lados a su</p><p>alrededor.</p><p>25 Y Judá e Israel vivieron segu-</p><p>ros, cada uno debajo de su a parra</p><p>y debajo de su higuera, desde</p><p>Dan hasta Beerseba, todos los</p><p>días de Salomón.</p><p>26 Además de esto, Salomón</p><p>tenía cuarenta mil caballos en</p><p>sus caballerizas para sus carros,</p><p>y doce mil jinetes.</p><p>27 Y estos gobernadores man-</p><p>tenían al rey Salomón y a todos</p><p>los que venían a la mesa del rey</p><p>Salomón, cada uno un mes, y ha-</p><p>cían que nada faltase.</p><p>28 Hacían también traer cebada</p><p>y paja para los caballos y para las</p><p>bestias de carga, al lugar donde</p><p>él estaba, cada uno conforme al</p><p>encargo que tenía.</p><p>29 Y Dios a dio a Salomón b sa-</p><p>biduría y c entendimiento muy</p><p>grandes, y grandeza de corazón</p><p>como la arena que está a la orilla</p><p>del mar.</p><p>30 Y la sabiduría de Salomón</p><p>fue mayor que la de todos los</p><p>hijos del oriente, y que toda la</p><p>sabiduría de los de Egipto.</p><p>31 Y fue más sabio que todos</p><p>los hombres, más que Etán, el</p><p>ezraíta, y que Hemán y Calcol y</p><p>Darda, hijos de Mahol; y su fama</p><p>fue conocida entre todas las na-</p><p>ciones de alrededor.</p><p>32 Y compuso tres mil a prover-</p><p>bios y mil cinco cantares.</p><p>33 También disertó acerca de</p><p>los árboles, desde el cedro del</p><p>Líbano hasta el hisopo que nace</p><p>en la pared. Asimismo disertó</p><p>acerca de los animales, y de las</p><p>aves, y de los reptiles y de los</p><p>peces.</p><p>34 Y venían de todos los pueblos</p><p>para oír la sabiduría de Salomón,</p><p>y de parte de todos los a reyes de</p><p>la tierra que habían oído de su</p><p>sabiduría.</p><p><br /></p><p>Fuente: </p><p>www.scriptures.lds.org/es</p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-57719068182642787382021-12-24T12:45:00.000-05:002021-12-24T12:45:00.903-05:00 PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 3 VERSOS 1 AL 28<p> PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 3</p><p>VERSOS 1 AL 28</p><p>Salomón ama a Jehová y guarda</p><p>Sus mandamientos — Jehová se</p><p>le aparece a Salomón y le promete</p><p>un corazón sabio y entendido —</p><p>Salomón juzga entre dos rameras</p><p>y determina quién es la madre de</p><p>un niño.</p><p>Y SALOMÓN hizo a parentesco con</p><p>Faraón, rey de Egipto, porque</p><p>tomó a la hija de b Faraón y la</p><p>trajo a la ciudad de David, mien-</p><p>tras acababa de edificar su c casa,</p><p>y la casa de Jehová y los d muros</p><p>alrededor de Jerusalén.</p><p>2 Hasta entonces el pueblo sa-</p><p>crificaba en los lugares altos, por-</p><p>que en aquellos días no había</p><p>aún a casa edificada al nombre</p><p>de Jehová.</p><p>3 Y Salomón amó a Jehová y</p><p>anduvo en los estatutos de su</p><p>padre David; solamente a sacrifi-</p><p>caba y quemaba incienso en los</p><p>lugares altos.</p><p>4 E iba el rey a a Gabaón, porque</p><p>aquél era el lugar alto principal,</p><p>y sacrificaba allí. Salomón ofre-</p><p>cía mil holocaustos sobre aquel</p><p>altar.</p><p>5 Jehová se le a apareció a Sa-</p><p>lomón en Gabaón una noche en</p><p>b sueños y le dijo Dios: c Pide lo</p><p>que quieras que yo te dé.</p><p>6 Y Salomón dijo: Tú hiciste</p><p>gran misericordia a tu siervo</p><p>David, mi padre, porque él an-</p><p>duvo delante de ti en verdad, y</p><p>en justicia y en rectitud de co-</p><p>razón para contigo; y tú le has</p><p>guardado ésta tu gran misericor-</p><p>dia al darle un hijo que se sen-</p><p>tase en su trono, como sucede en</p><p>este día.</p><p>7 Ahora pues, oh Jehová, Dios</p><p>mío, tú has hecho a tu siervo rey</p><p>en lugar de David, mi padre; y</p><p>yo soy muy a joven, y no sé cómo</p><p>entrar ni salir.</p><p>8 Y tu siervo está en medio de</p><p>tu pueblo al que tú escogiste;</p><p>un pueblo grande que no se</p><p>puede contar ni a numerar por</p><p>su multitud.</p><p>9 Da, pues, a tu siervo a corazón</p><p>con entendimiento para juzgar a</p><p>tu pueblo, para b discernir entre lo</p><p>bueno y lo malo, porque, ¿quién</p><p>podrá gobernar a este pueblo</p><p>tuyo tan grande?</p><p>10 Y le agradó al Señor que Sa-</p><p>lomón pidiese esto.</p><p>11 Y le dijo Dios: Porque has pe-</p><p>dido esto, y no has pedido para ti</p><p>muchos días, ni has pedido para</p><p>ti a riquezas ni has pedido la vida</p><p>de tus enemigos, sino que has pe-</p><p>dido para ti b entendimiento para</p><p>discernir juicio,</p><p>12 he aquí, he hecho conforme</p><p>a tus palabras. He aquí que te</p><p>he dado un corazón a sabio y</p><p>entendido, tanto que no ha ha-</p><p>bido antes de ti otro como tú, ni</p><p>después de ti se levantará otro</p><p>como tú.</p><p>13 Y también te he dado las</p><p>cosas que no pediste, tanto ri-</p><p>quezas como gloria, de tal ma-</p><p>nera que entre los reyes no</p><p>habrá ninguno como tú en todos</p><p>tus días.</p><p>14 Y si a andas en mis caminos,</p><p>guardando mis estatutos y mis</p><p>mandamientos, como anduvo</p><p>tu padre David, yo alargaré tus</p><p>días.</p><p>15 Y cuando Salomón despertó,</p><p>vio que había sido un a sueño. Y</p><p>fue a Jerusalén y se presentó de-</p><p>lante del arca del convenio de</p><p>Jehová; y ofreció b holocaustos</p><p>e hizo ofrendas de paz, y tam-</p><p>bién hizo banquete a todos sus</p><p>siervos.</p><p>16 En aquel tiempo vinieron</p><p>al rey dos mujeres rameras, y se</p><p>presentaron delante de él.</p><p>17 Y dijo una de ellas: ¡Ah, se-</p><p>ñor mío! Yo y esta mujer vivimos</p><p>en la misma casa, y yo di a luz</p><p>estando con ella en la casa.</p><p>18 Y aconteció al tercer día des-</p><p>pués que yo di a luz, que ésta</p><p>dio a luz también, y estábamos</p><p>juntas; ningún extraño estaba</p><p>en casa, sino nosotras dos en la</p><p>casa.</p><p>19 Y una noche el hijo de esta</p><p>mujer murió, porque ella se</p><p>acostó sobre él.</p><p>20 Y se levantó a mediano-</p><p>che, y tomó a mi hijo de junto</p><p>a mí, mientras tu sierva es-</p><p>taba durmiendo, y lo puso a su</p><p>lado, y puso a mi lado a su hijo</p><p>muerto.</p><p>21 Y cuando yo me levanté de</p><p>madrugada para dar el pecho</p><p>a mi hijo, he aquí que estaba</p><p>muerto; pero lo observé por la</p><p>mañana y vi que no era mi hijo,</p><p>el que yo había dado a luz.</p><p>22 Entonces la otra mujer dijo:</p><p>No, mi hijo es el que vive, y tu</p><p>hijo es el muerto. Y la otra volvió</p><p>a decir: No, tu hijo es el muerto,</p><p>y mi hijo es el que vive. Así ha-</p><p>blaban delante del rey.</p><p>23 El rey entonces dijo: Ésta</p><p>dice: Mi hijo es el que vive, y tu</p><p>hijo es el muerto; y la otra dice:</p><p>No, el tuyo es el muerto, y mi hijo</p><p>es el que vive.</p><p>24 Y dijo el rey: Traedme una</p><p>espada. Y trajeron al rey una</p><p>espada.</p><p>25 En seguida el rey dijo: Par-</p><p>tid en dos al niño vivo, y dad la</p><p>mitad a la una, y la otra mitad</p><p>a la otra.</p><p>26 Entonces la mujer de quien</p><p>era el hijo vivo habló al rey (por-</p><p>que sus entrañas se conmovieron</p><p>por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor</p><p>mío! Dad a ésta el niño vivo, y</p><p>no lo matéis. Pero la otra dijo: Ni</p><p>a mí ni a ti; partidlo.</p><p>27 Entonces el rey respondió y</p><p>dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y</p><p>no lo matéis; ella es su madre.</p><p>28 Y todo Israel oyó aquel juicio</p><p>que había dado el rey; y a temie-</p><p>ron al rey, porque vieron que ha-</p><p>bía en él sabiduría de Dios para</p><p>juzgar.</p><p>Fuente: www.scriptures.lds.org/es</p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-5219114283725757702021-10-19T12:52:00.002-05:002021-10-19T12:52:27.498-05:00PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 2 VERSOS 1 AL 46<p> PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 2 VERSOS 1 AL 46</p><p>David manda a Salomón guardar</p><p>los mandamientos y andar en los</p><p>caminos de Jehová — El rey David</p><p>muere y Salomón reina — Se da</p><p>muerte a Adonías, Joab y Simei —</p><p>Abiatar es rechazado como sumo</p><p>sacerdote — Se establece el reino</p><p>con Salomón.</p><p>Y LLEGARON los días en que Da-</p><p>vid había de morir, y mandó a</p><p>a Salomón, su hijo, diciendo:</p><p>2 Yo sigo el a camino de toda la</p><p>tierra; esfuérzate y sé b hombre.</p><p>3 Guarda el encargo de Jehová</p><p>tu Dios, a andando en sus cami-</p><p>nos, y observando sus estatutos</p><p>y sus mandamientos, y sus de-</p><p>cretos y sus testimonios, de la</p><p>manera que está escrito en la ley</p><p>de Moisés, para que b prosperes</p><p>en todo lo que hagas y en todo</p><p>lo que emprendas;</p><p>4 para que confirme Jehová la</p><p>palabra que me habló, diciendo:</p><p>Si tus hijos a guardan su camino,</p><p>andando delante de mí con ver-</p><p>dad, con todo su b corazón y con</p><p>toda su alma, jamás, dice, te fal-</p><p>tará un descendiente en el trono</p><p>de Israel.</p><p>5 Y ya sabes tú lo que me ha he-</p><p>cho a Joab hijo de Sarvia, y lo que</p><p>hizo a dos generales del ejército</p><p>de Israel, a b Abner hijo de Ner y</p><p>a c Amasa hijo de Jeter, a los cua-</p><p>les él mató, derramando sangre</p><p>de guerra en tiempo de paz, y</p><p>poniendo sangre de guerra en</p><p>el cinturón que tenía sobre sus</p><p>lomos, y en el calzado que tenía</p><p>en sus pies.</p><p>6 Tú, pues, harás conforme a tu</p><p>sabiduría; no dejarás descender</p><p>en paz sus canas al a Seol.</p><p>7 Pero a los hijos de a Barzilai,</p><p>el galaadita, harás misericordia,</p><p>que sean de los convidados a tu</p><p>mesa, porque así vinieron a mí</p><p>cuando iba huyendo de Absalón</p><p>tu hermano.</p><p>8 Y he aquí, tienes contigo a</p><p>a Simei hijo de Gera, hijo de Ben-</p><p>jamín, de Bahurim, quien me mal-</p><p>dijo con una maldición fuerte el</p><p>día en que yo iba a Mahanaim.</p><p>Pero él mismo descendió a reci-</p><p>birme al Jordán, y yo le juré por</p><p>Jehová, diciendo: Yo no te mataré</p><p>a espada.</p><p>9 Pero ahora no lo absolverás,</p><p>pues hombre sabio eres, y sabes</p><p>lo que debes hacer con él, y harás</p><p>descender sus canas con sangre</p><p>al Seol.</p><p>10 Y David durmió con sus pa-</p><p>dres y fue sepultado en la ciudad</p><p>de David.</p><p>11 Los días que a reinó David</p><p>sobre Israel fueron cuarenta</p><p>años: siete años reinó en He-</p><p>brón, y treinta y tres años reinó</p><p>en Jerusalén.</p><p>12 Y se sentó Salomón en el</p><p>trono de David, su padre, y su</p><p>reino fue firme en gran manera.</p><p>13 Entonces Adonías hijo de</p><p>Haguit fue a Betsabé, madre de</p><p>Salomón; y ella le dijo: ¿Es tu</p><p>venida de paz? Y él respondió:</p><p>Sí, de paz.</p><p>14 En seguida dijo: Una pala-</p><p>bra tengo que decirte. Y ella dijo:</p><p>Di.</p><p>15 Y él dijo: Tú sabes que el</p><p>a reino era mío y que todo Israel</p><p>había puesto en mí su mirada</p><p>para que yo reinara; pero el reino</p><p>fue traspasado, y vino a ser de mi</p><p>hermano, porque por voluntad</p><p>de Jehová era suyo.</p><p>16 Y ahora yo te hago una peti-</p><p>ción; no me la niegues. Y ella le</p><p>dijo: Habla.</p><p>17 Él entonces dijo: Yo te ruego</p><p>que hables al rey Salomón (por-</p><p>que él no te lo negará), para que</p><p>me dé a a Abisag, la sunamita,</p><p>por esposa.</p><p>18 Y Betsabé dijo: Bien; yo ha-</p><p>blaré por ti al rey.</p><p>19 Y fue Betsabé al rey Salomón</p><p>para hablarle por Adonías. Y el</p><p>rey se levantó a recibirla, y se in-</p><p>clinó ante ella, y volvió a sentarse</p><p>en su trono, e hizo poner una si-</p><p>lla para la madre del rey, quien</p><p>se sentó a su diestra.</p><p>20 Y ella dijo: Te hago una pe-</p><p>queña petición; no me la niegues.</p><p>Y el rey le dijo: Pide, madre mía,</p><p>que yo no te la negaré.</p><p>21 Y ella dijo: Que se le dé a</p><p>Abisag, la sunamita, por esposa</p><p>a tu hermano Adonías.</p><p>22 Y el rey Salomón respondió</p><p>y dijo a su madre: ¿Por qué pi-</p><p>des a Abisag, la sunamita, para</p><p>Adonías? Pide también para él el</p><p>reino, porque él es mi a hermano</p><p>mayor, y ya tiene también al</p><p>sacerdote b Abiatar y a Joab hijo</p><p>de Sarvia.</p><p>23 Y el rey Salomón juró por Je-</p><p>hová, diciendo: Así me haga Dios</p><p>y aun me añada, que contra su</p><p>propia vida ha hablado Adonías</p><p>esta palabra.</p><p>24 Ahora, pues, vive Jehová,</p><p>quien me ha confirmado y me ha</p><p>puesto sobre el trono de David,</p><p>mi padre, y quien me ha hecho</p><p>una casa como me lo había dicho,</p><p>que Adonías morirá hoy.</p><p>25 Entonces el rey Salomón en-</p><p>vió a a Benaía hijo de Joiada, el que</p><p>arremetió contra él y murió.</p><p>26 Y al sacerdote a Abiatar dijo el</p><p>rey: Vete a Anatot, a tus campos,</p><p>pues tú eres digno de muerte;</p><p>pero no te mataré hoy, por cuanto</p><p>has llevado el arca de Jehová el</p><p>Señor delante de David, mi pa-</p><p>dre, y además has sido afligido</p><p>en todas las cosas en las que fue</p><p>afligido mi padre.</p><p>27 Así echó Salomón a Abiatar</p><p>del sacerdocio de Jehová, para</p><p>que se a cumpliese la palabra de</p><p>Jehová que había dicho en Silo</p><p>sobre la casa de Elí.</p><p>28 Y llegó la noticia hasta Joab,</p><p>porque también Joab se había</p><p>adherido a Adonías, aunque no</p><p>se había adherido a Absalón. Y</p><p>huyó Joab al a tabernáculo de Je-</p><p>hová y se asió de los b cuernos</p><p>del altar.</p><p>29 Y se le hizo saber a Salo-</p><p>món que Joab había huido al</p><p>tabernáculo de Jehová, y que</p><p>estaba junto al altar. Entonces</p><p>envió Salomón a Benaía hijo de</p><p>Joiada, diciendo: Ve y arremete</p><p>contra él.</p><p>30 Y entró Benaía en el taber-</p><p>náculo de Jehová y le dijo: El rey</p><p>ha dicho que salgas. Y él dijo: No,</p><p>sino que aquí moriré. Y Benaía</p><p>volvió con esta respuesta al rey,</p><p>diciendo: Así habló Joab y así me</p><p>respondió.</p><p>31 Y el rey le dijo: Haz como</p><p>él ha dicho; mátalo y entiérralo,</p><p>y quita de mí y de la casa de mi</p><p>padre la a sangre que Joab ha de-</p><p>rramado injustamente.</p><p>32 Y Jehová hará caer su sangre</p><p>sobre su cabeza, porque él ha</p><p>dado muerte a dos hombres más</p><p>justos y mejores que él, a los cua-</p><p>les mató a espada sin que mi pa-</p><p>dre David supiese nada: a Abner</p><p>hijo de Ner, general del ejército</p><p>de Israel, y a Amasa hijo de Jeter,</p><p>general del ejército de Judá.</p><p>33 La sangre, pues, de ellos</p><p>recaerá sobre la cabeza de Joab</p><p>y sobre la cabeza de su descen-</p><p>dencia para siempre; pero sobre</p><p>David y sobre su descendencia,</p><p>y sobre su casa y sobre su trono,</p><p>habrá paz perpetua de parte de</p><p>Jehová.</p><p>34 Entonces Benaía hijo de</p><p>Joiada subió, y arremetió contra</p><p>él y lo mató; y fue sepultado en</p><p>su casa en el desierto.</p><p>35 Y el rey puso en su lugar a</p><p>Benaía hijo de Joiada sobre el ejér-</p><p>cito, y el rey puso a a Sadoc como</p><p>sacerdote en lugar de Abiatar.</p><p>36 Después envió el rey e hizo</p><p>llamar a a Simei y le dijo: Edifícate</p><p>una casa en Jerusalén y mora ahí,</p><p>y no salgas de allí ni a una parte</p><p>ni a otra,</p><p>37 porque ten por cierto que</p><p>el día en que salgas y pases el</p><p>torrente Cedrón, sin duda mo-</p><p>rirás, y tu sangre caerá sobre tu</p><p>cabeza.</p><p>38 Y Simei dijo al rey: La palabra</p><p>es buena; como el rey mi señor</p><p>ha dicho, así lo hará tu siervo. Y</p><p>habitó Simei en Jerusalén mu-</p><p>chos días.</p><p>39 Y aconteció que pasados tres</p><p>años, dos siervos de Simei huye-</p><p>ron a a Aquis hijo de Maaca, rey</p><p>de Gat. Y dieron aviso a Simei,</p><p>diciendo: He aquí que tus siervos</p><p>están en Gat.</p><p>40 Entonces se levantó Simei y</p><p>ensilló su asno y fue a Gat a ver</p><p>a Aquis, a buscar a sus siervos.</p><p>Fue, pues, Simei y trajo sus sier-</p><p>vos de Gat.</p><p>41 Se le dijo luego a Salomón</p><p>que Simei había ido de Jerusalén</p><p>hasta Gat y que había vuelto.</p><p>42 Entonces el rey envió e hizo</p><p>venir a Simei, y le dijo: ¿No te</p><p>hice jurar yo por Jehová y te ad-</p><p>vertí, diciendo: El día en que sal-</p><p>gas y vayas acá o allá, ten por</p><p>cierto que morirás? Y tú me di-</p><p>jiste: La palabra es buena; yo la</p><p>obedezco.</p><p>43 ¿Por qué, pues, no guardaste</p><p>el juramento de Jehová ni el man-</p><p>damiento que yo te impuse?</p><p>44 Dijo además el rey a Simei:</p><p>Tú sabes todo a el mal, el cual tu</p><p>corazón bien sabe que cometiste</p><p>contra mi padre David; Jehová,</p><p>pues, ha hecho recaer el mal so-</p><p>bre tu cabeza.</p><p>45 Y el rey Salomón será ben-</p><p>dito, y el trono de David será</p><p>firme perpetuamente delante de</p><p>Jehová.</p><p>46 Entonces el rey mandó a Be-</p><p>naía hijo de Joiada, quien salió y</p><p>arremetió contra él y a murió. Y el</p><p>reino fue confirmado en manos</p><p>de Salomón.</p><p>Fuente: <span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">/2009</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">www.scriptures.lds.org/es</span></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-8353873495091235332021-09-16T14:57:00.005-05:002021-09-16T14:59:25.082-05:00PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPÍTULO 1 VERSOS 1 AL 53 <p> PRIMER LIBRO DE LOS REYES</p><p>CAPÍTULO 1 VERSOS 1 AL 53 </p><p>Abisag abriga a David en su ve-</p><p>jez — Adonías aspira a ser rey —</p><p>Betsabé y Natán avisan a David</p><p>del complot de Adonías — David</p><p>nombra rey a Salomón y éste es</p><p>ungido por Sadoc — La causa de</p><p>Adonías fracasa.</p><p>a Y</p><p>EL rey David ya era viejo</p><p>y entrado en años, y le cu-</p><p>brían de ropas, pero no entraba</p><p>en calor.</p><p>2 Le dijeron, por tanto, sus sier-</p><p>vos: Busquen para mi señor el</p><p>rey una joven virgen, para que</p><p>a esté delante del rey y lo abri-</p><p>gue, y duerma a su lado, para</p><p>que entre en calor mi señor</p><p>el rey.</p><p>3 Y buscaron una joven hermosa</p><p>por todo el territorio de Israel, y</p><p>hallaron a Abisag, la sunamita,</p><p>y la llevaron al rey.</p><p>4 Y la joven era hermosa; y ella</p><p>abrigaba al rey y le servía; pero</p><p>el rey nunca la conoció.</p><p>5 Entonces a Adonías hijo de</p><p>Haguit b se enalteció, diciendo:</p><p>Yo reinaré. Y se hizo de carros y</p><p>de gente de a caballo, y de cin-</p><p>cuenta hombres que corriesen</p><p>delante de él.</p><p>6 Y su padre nunca le había con-</p><p>trariado en todos sus días, di-</p><p>ciéndole: ¿Por qué haces esto? Y</p><p>también éste era de muy hermoso</p><p>parecer, y había nacido después</p><p>de Absalón.</p><p>7 Y había hablado con Joab</p><p>hijo de Sarvia y con el sacerdote</p><p>Abiatar, quienes ayudaban a</p><p>Adonías.</p><p>8 Pero el sacerdote Sadoc, y Be-</p><p>naía hijo de Joiada, y el profeta</p><p>a Natán, y Simei, y Rei y todos b los</p><p>valientes de David no seguían a</p><p>Adonías.</p><p>9 Y Adonías mató ovejas y vacas</p><p>y animales engordados junto a la</p><p>peña de Zohelet, que está cerca</p><p>de la fuente de Rogel, y convidó</p><p>a todos sus hermanos, los hijos</p><p>del rey, y a todos los hombres de</p><p>Judá, siervos del rey.</p><p>10 Pero no convidó al profeta</p><p>Natán, ni a Benaía, ni a los valien-</p><p>tes ni a su hermano a Salomón.</p><p>11 Y habló Natán a Betsabé, ma-</p><p>dre de Salomón, diciendo: ¿No</p><p>has oído que Adonías hijo de</p><p>Haguit reina sin saberlo David,</p><p>nuestro señor?</p><p>12 Ven pues, ahora, y déjame</p><p>darte un consejo, para que sal-</p><p>ves tu vida y la vida de tu hijo</p><p>Salomón.</p><p>13 Ve y preséntate ante el rey</p><p>David y dile: Oh rey señor mío,</p><p>¿no has jurado tú a tu sierva, di-</p><p>ciendo: Tu hijo a Salomón reinará</p><p>después de mí y él se sentará en</p><p>mi trono? ¿Por qué, pues, reina</p><p>Adonías?</p><p>14 Y mientras estés tú aún ha-</p><p>blando con el rey, yo entraré</p><p>detrás de ti y reafirmaré tus</p><p>palabras.</p><p>15 Entonces Betsabé entró en la</p><p>alcoba del rey; y el rey era muy</p><p>anciano, y Abisag, la sunamita,</p><p>le servía.</p><p>16 Y Betsabé se inclinó e hizo</p><p>reverencia al rey. Y el rey le dijo:</p><p>¿Qué deseas?</p><p>17 Y ella le respondió: Señor</p><p>mío, tú juraste a tu sierva por</p><p>Jehová tu Dios, diciendo: Tu hijo</p><p>Salomón reinará después de mí</p><p>y él se sentará en mi trono;</p><p>18 pero he aquí, ahora Adonías</p><p>reina; y tú, mi señor rey, hasta</p><p>ahora no lo sabes.</p><p>19 Ha matado bueyes, y animales</p><p>engordados y ovejas en abundan-</p><p>cia, y ha convidado a todos los</p><p>hijos del rey, y al sacerdote Abia-</p><p>tar y a Joab, general del ejército;</p><p>pero a Salomón, tu siervo, no ha</p><p>convidado.</p><p>20 Entre tanto, rey y señor</p><p>mío, los ojos de todo Israel es-</p><p>tán puestos en ti, para que les de-</p><p>clares quién se ha de sentar en el</p><p>trono de mi señor el rey después</p><p>de él.</p><p>21 De otra manera aconte-</p><p>cerá que cuando mi señor el rey</p><p>duerma con sus padres, yo y mi</p><p>hijo Salomón seremos tenidos</p><p>por culpables.</p><p>22 Y he aquí, mientras aún ha-</p><p>blaba ella con el rey, llegó el pro-</p><p>feta Natán.</p><p>23 Y dieron aviso al rey, di-</p><p>ciendo: He aquí el profeta Na-</p><p>tán. Cuando éste entró ante el rey,</p><p>se postró delante del rey, rostro</p><p>en tierra.</p><p>24 Y dijo Natán: Rey y señor</p><p>mío, ¿has dicho tú: Adonías rei-</p><p>nará después de mí, y él se sen-</p><p>tará en mi trono?</p><p>25 Porque hoy ha descendido</p><p>y ha matado bueyes, y animales</p><p>engordados y ovejas en abun-</p><p>dancia, y ha convidado a todos</p><p>los hijos del rey, y a los capi-</p><p>tanes del ejército y también al</p><p>sacerdote Abiatar; y he aquí,</p><p>están comiendo y bebiendo de-</p><p>lante de él, y dicen: ¡Viva el rey</p><p>Adonías!</p><p>26 Pero ni a mí, tu siervo, ni al</p><p>sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo</p><p>de Joiada ni a Salomón, tu siervo,</p><p>ha convidado.</p><p>27 ¿Ha sido este asunto orde-</p><p>nado por mi señor el rey, sin ha-</p><p>ber dado a conocer a tu siervo</p><p>quién se había de sentar en el</p><p>trono de mi señor el rey, después</p><p>de él?</p><p>28 Entonces el rey David respon-</p><p>dió y dijo: Llamadme a Betsabé.</p><p>Y ella entró a la presencia del rey</p><p>y se puso delante del rey.</p><p>29 Y el rey juró, diciendo: Vive</p><p>Jehová, que ha redimido mi alma</p><p>de toda angustia,</p><p>30 que como yo te he jurado por</p><p>Jehová, Dios de Israel, diciendo:</p><p>Tu hijo Salomón reinará después</p><p>de mí y él se sentará en mi trono</p><p>en mi lugar; así lo haré hoy.</p><p>31 Entonces Betsabé se inclinó</p><p>rostro a tierra ante el rey, y ha-</p><p>ciendo reverencia al rey, dijo:</p><p>¡Viva mi señor, el rey David, para</p><p>siempre!</p><p>32 Y el rey David dijo: Lla-</p><p>madme al sacerdote Sadoc, y al</p><p>profeta Natán y a Benaía hijo de</p><p>Joiada. Y ellos entraron a la pre-</p><p>sencia del rey.</p><p>33 Y el rey les dijo: Tomad con</p><p>vosotros a los siervos de vuestro</p><p>señor, y haced montar a mi hijo</p><p>Salomón en mi mula y llevadlo</p><p>a a Gihón;</p><p>34 y allí lo a ungirán el sacer-</p><p>dote Sadoc y el profeta Natán</p><p>como rey sobre Israel, y tocaréis</p><p>trompeta y diréis: ¡Viva el rey</p><p>Salomón!</p><p>35 Después subiréis vosotros</p><p>detrás de él, y vendrá y se sentará</p><p>en mi trono, y él reinará en mi lu-</p><p>gar, porque a él le he ordenado</p><p>para que sea gobernante sobre</p><p>Israel y sobre Judá.</p><p>36 Entonces Benaía hijo de</p><p>Joiada respondió al rey y dijo:</p><p>Amén. Así lo diga Jehová, Dios</p><p>de mi señor el rey.</p><p>37 De la manera que Jehová ha</p><p>estado con mi señor el rey, así</p><p>esté con Salomón y haga mayor</p><p>su trono que el trono de mi señor,</p><p>el rey David.</p><p>38 Y descendieron el sacerdote</p><p>Sadoc, y el profeta Natán, y Be-</p><p>naía hijo de Joiada, y los cereteos</p><p>y los a peleteos, e hicieron mon-</p><p>tar a Salomón en la mula del rey</p><p>David y lo llevaron a Gihón.</p><p>39 Y tomó el sacerdote Sadoc</p><p>el cuerno del a aceite del b taber-</p><p>náculo y ungió a Salomón; y to-</p><p>caron trompeta, y dijo todo el</p><p>pueblo: ¡Viva el rey Salomón!</p><p>40 Después subió todo el pueblo</p><p>en pos de él; y cantaba la gente</p><p>con flautas y hacía grandes ale-</p><p>grías, que parecía que la tierra</p><p>se estremecía con el clamor de</p><p>ellos.</p><p>41 Y lo oyó Adonías, y todos</p><p>los convidados que con él esta-</p><p>ban, cuando ya habían acabado</p><p>de comer. Y al oír Joab el sonido</p><p>de la trompeta, dijo: ¿Por qué</p><p>se alborota la ciudad con tanto</p><p>estruendo?</p><p>42 Mientras él aún hablaba, he</p><p>aquí que llegó Jonatán, hijo del</p><p>sacerdote Abiatar, a quien dijo</p><p>Adonías: Entra, porque tú eres</p><p>hombre valiente y traerás bue-</p><p>nas nuevas.</p><p>43 Y Jonatán respondió y dijo</p><p>a Adonías: Ciertamente nuestro</p><p>señor, el rey David, ha hecho rey</p><p>a Salomón;</p><p>44 y el rey ha enviado con él</p><p>al sacerdote Sadoc y al profeta</p><p>Natán, y a Benaía hijo de Joiada,</p><p>y también a los cereteos y a los</p><p>peleteos, los cuales le hicieron</p><p>montar en la mula del rey;</p><p>45 y el sacerdote Sadoc y el pro-</p><p>feta Natán lo han ungido rey en</p><p>Gihón, y de allí han subido con</p><p>alegrías, y la ciudad está llena de</p><p>estruendo. Éste es el alboroto que</p><p>habéis oído.</p><p>46 Y también Salomón se ha sen-</p><p>tado en el trono del reino.</p><p>47 Y aun los siervos del rey han</p><p>venido a bendecir a nuestro se-</p><p>ñor, el rey David, diciendo: Dios</p><p>haga bueno el nombre de Salo-</p><p>món más que tu nombre, y haga</p><p>mayor su trono que el tuyo. Y el</p><p>rey adoró en la cama.</p><p>48 Y también el rey habló así:</p><p>Bendito sea Jehová, Dios de Is-</p><p>rael, que ha dado hoy quien se</p><p>siente en mi trono, y lo vean mis</p><p>ojos.</p><p>49 Entonces todos los convi-</p><p>dados que estaban con Adonías</p><p>se estremecieron, y se levanta-</p><p>ron, y se fue cada uno por su</p><p>camino.</p><p>50 Pero Adonías tuvo miedo de</p><p>Salomón, y se levantó, y fue y se</p><p>asió de los a cuernos del altar.</p><p>51 Y le avisaron a Salomón,</p><p>diciendo: He aquí que Adonías</p><p>tiene miedo del rey Salomón,</p><p>pues se ha asido de los cuernos</p><p>del altar, diciendo: Júreme hoy</p><p>el rey Salomón que no matará a</p><p>espada a su siervo.</p><p>52 Y Salomón dijo: Si él es digno,</p><p>ni uno de sus cabellos caerá en</p><p>tierra; pero si se halla mal en él,</p><p>morirá.</p><p>53 Y mandó el rey Salomón</p><p>que lo trajeran del altar; y él</p><p>vino y se inclinó ante el rey Sa-</p><p>lomón. Y Salomón le dijo: Vete a</p><p>tu casa.</p><p>Fuente:<span style="font-size: xx-small;"> © 2009 por Intellectual Reserve, Inc.</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">/2009</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">www.scriptures.lds.org/es</span></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-61413065477530745882021-07-17T11:19:00.000-05:002021-07-17T11:19:01.159-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPÍTULO 24 VERSOS 1 AL 25<p>SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPÍTULO 24 VERSOS 1 AL 25</p><p>David peca al contar a Israel y a</p><p>Judá — Los hombres de guerra su-</p><p>man un millón trescientos mil — Je-</p><p>hová destruye a setenta mil hombres</p><p>con una peste — David ve a un</p><p>ángel, ofrece sacrificio, y la plaga</p><p>se detiene.</p><p>Y VOLVIÓ a encenderse el furor</p><p>de Jehová contra Israel, a e incitó</p><p>a David contra ellos a que di-</p><p>jese: Ve y haz un censo de Israel</p><p>y de Judá.</p><p>2 Y dijo el rey a Joab, general del</p><p>ejército que estaba con él: Recorre</p><p>ahora todas las tribus de Israel,</p><p>desde Dan hasta Beerseba, y haz</p><p>un censo del pueblo, para que yo</p><p>sepa el número de la gente.</p><p>3 Y Joab respondió al rey: Añada</p><p>Jehová tu Dios al pueblo cien ve-</p><p>ces más de los que son, y que lo</p><p>vea mi señor el rey; pero, ¿por</p><p>qué se complace en esto mi se-</p><p>ñor el rey?</p><p>4 Sin embargo, la palabra del</p><p>rey prevaleció sobre la de Joab</p><p>y sobre la de los capitanes del</p><p>ejército. Salió, pues, Joab con los</p><p>capitanes del ejército, de delante</p><p>del rey, para hacer el censo del</p><p>pueblo de Israel.</p><p>5 Y pasaron el Jordán y acam-</p><p>paron en Aroer, a la derecha de</p><p>la ciudad que está en medio del</p><p>valle de Gad y en dirección a</p><p>Jazer.</p><p>6 Después fueron a Galaad y a</p><p>la tierra baja de Hodsi; y de allí</p><p>fueron a Danjaán y doblaron ha-</p><p>cia Sidón.</p><p>7 Y fueron luego a la fortaleza</p><p>de Tiro y a todas las ciudades</p><p>de los heveos y de los cananeos;</p><p>y salieron al sur de Judá, hasta</p><p>Beerseba.</p><p>8 Y después que hubieron</p><p>recorrido toda la tierra, volvie-</p><p>ron a Jerusalén al cabo de nueve</p><p>meses y veinte días.</p><p>9 Y Joab dio al rey el número del</p><p>censo del pueblo; y fueron los de</p><p>Israel ochocientos mil hombres</p><p>valientes que sacaban espada,</p><p>y de los de Judá, quinientos mil</p><p>hombres.</p><p>10 Y después que David hubo</p><p>censado al pueblo, le pesó en su</p><p>corazón; y dijo David a Jehová:</p><p>Yo he pecado gravemente por</p><p>haber hecho esto; pero ahora, oh</p><p>Jehová, te ruego que quites el pe-</p><p>cado de tu siervo, porque yo he</p><p>actuado muy neciamente.</p><p>11 Y por la mañana, cuando Da-</p><p>vid se hubo levantado, vino la pa-</p><p>labra de Jehová al a profeta Gad,</p><p>b vidente de David, diciendo:</p><p>12 Ve y di a David: Así ha dicho</p><p>Jehová: Tres cosas te ofrezco: tú</p><p>escogerás una de ellas, para que</p><p>yo la haga.</p><p>13 Vino, pues, Gad a David, y se</p><p>lo hizo saber y le dijo: ¿Quieres</p><p>que te vengan siete años de ham-</p><p>bre en tu tierra? ¿O que huyas tres</p><p>meses delante de tus enemigos y</p><p>que ellos te persigan? ¿O que</p><p>tres días haya peste en tu tierra?</p><p>Piensa ahora, y mira qué respon-</p><p>deré al que me ha enviado.</p><p>14 Entonces David dijo a Gad:</p><p>Estoy en gran angustia; es prefe-</p><p>rible caer ahora en manos de Je-</p><p>hová, porque sus a misericordias</p><p>son muchas, a caer yo en manos</p><p>de hombres.</p><p>15 Y envió Jehová la peste so-</p><p>bre Israel desde la mañana hasta</p><p>el tiempo señalado; y murieron</p><p>setenta mil hombres del pueblo,</p><p>desde Dan hasta Beerseba.</p><p>16 Y cuando el ángel extendió</p><p>su mano sobre Jerusalén para</p><p>destruirla, Jehová a se arrepintió</p><p>de aquel mal y dijo al ángel que</p><p>destruía al pueblo: Basta ahora;</p><p>b detén tu mano. Y el ángel de</p><p>Jehová estaba junto a la era de</p><p>Arauna, el jebuseo.</p><p>17 Y David dijo a Jehová, cuando</p><p>vio al ángel que hería al pueblo:</p><p>Yo pequé; yo hice lo malo. ¿Qué</p><p>han hecho estas ovejas? Te ruego</p><p>que tu mano se vuelva contra mí</p><p>y contra la casa de mi padre.</p><p>18 Y Gad vino a David aquel día</p><p>y le dijo: Sube y levanta un a altar</p><p>a Jehová en la era de Arauna, el</p><p>jebuseo.</p><p>19 Y subió David, conforme al</p><p>dicho de Gad, según lo había</p><p>mandado Jehová.</p><p>20 Y miró Arauna y vio al rey y a</p><p>sus siervos que venían a él. Salió</p><p>entonces Arauna y se inclinó de-</p><p>lante del rey, rostro a tierra.</p><p>21 Y Arauna dijo: ¿Por qué viene</p><p>mi señor el rey a su siervo? Y Da-</p><p>vid respondió: Para comprar de</p><p>ti la era, a fin de edificar un altar</p><p>a Jehová, para que cese la plaga</p><p>de entre el pueblo.</p><p>22 Y Arauna dijo a David: Tome</p><p>y ofrezca mi señor el rey lo que</p><p>bien le parezca; he aquí, bueyes</p><p>para el holocausto, y los trillos</p><p>2 SAMUEL 24:23–1 REYES 1:9</p><p>y los yugos de los bueyes para</p><p>leña.</p><p>23 Todo esto, oh rey, Arauna lo</p><p>da al rey. Y dijo Arauna al rey:</p><p>Jehová tu Dios te sea propicio.</p><p>24 Y el rey dijo a Arauna: No,</p><p>sino que por precio te lo com-</p><p>praré, porque no ofreceré a</p><p>Jehová mi Dios holocaustos</p><p>que no me cuesten nada. En-</p><p>tonces David compró la era y</p><p>los bueyes por cincuenta siclos</p><p>de plata.</p><p>25 Y edificó allí David un altar</p><p>a Jehová, y sacrificó holocaus-</p><p>tos y a ofrendas de paz; y Jehová</p><p>se aplacó con la tierra, y cesó la</p><p>plaga de entre Israel.</p><p><br /></p><p>Fuente: <span style="font-size: xx-small;">2009 por Intellectual Reserve, Inc.</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Todos los derechos reservados</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">/2009</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">www.scriptures.lds.org/es</span></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-12398374582423455802021-04-08T13:29:00.000-05:002021-04-08T13:29:15.419-05:00 SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 23 VERSOS 1 AL 39<p> SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 23 VERSOS 1 AL 39</p><p>CAPÍTULO 23</p><p>David habla por el poder del Es-</p><p>píritu — Los gobernantes deben</p><p>ser justos y gobernar en el temor</p><p>de Dios — Se hace mención de los</p><p>valientes de David y se enaltecen</p><p>sus obras.</p><p>ÉSTAS son las últimas palabras</p><p>de David.</p><p>Dijo David hijo de Isaí,</p><p>dijo aquel varón que fue le-</p><p>vantado en alto,</p><p>el ungido del Dios de Ja-</p><p>cob,</p><p>el dulce a cantor de Israel:</p><p>2 El a Espíritu de Jehová b ha ha-</p><p>blado por medio de mí,</p><p>y su c palabra ha estado en</p><p>mi lengua.</p><p>3 El Dios de Israel me ha ha-</p><p>blado,</p><p>me habló la Roca de Israel:</p><p>El que a gobierna a los hom-</p><p>bres con justicia,</p><p>que gobierna en el b temor</p><p>de Dios;</p><p>4 es como la a luz de la mañana</p><p>cuando sale el sol</p><p>en una mañana sin nubes;</p><p>como la hierba de la tierra</p><p>brota</p><p>por el resplandor después</p><p>de la lluvia.</p><p>5 ¿No es así mi casa para con</p><p>Dios?</p><p>Pues él ha hecho a convenio</p><p>eterno conmigo,</p><p>bien ordenado en todas las</p><p>cosas y seguro.</p><p>Aunque todavía no haya he-</p><p>cho florecer</p><p>toda mi b salvación y todo</p><p>mi deseo.</p><p>6 Pero los malvados, todos</p><p>ellos, serán como</p><p>espinos desechados,</p><p>los cuales nadie toma con</p><p>la mano;</p><p>7 y quien quiere tocarlos</p><p>se arma de un hierro y del</p><p>asta de una lanza,</p><p>y son del todo quemados en</p><p>su lugar.</p><p>8 Éstos son los nombres de</p><p>los a valientes que tuvo David:</p><p>Joseb-basebet, el tacmonita,</p><p>principal de los capitanes; éste</p><p>era Adino, el eznita, que mató</p><p>en una ocasión a ochocientos</p><p>hombres.</p><p>9 Después de éste, Eleazar hijo</p><p>de Dodo, el ahohíta, uno de los</p><p>tres valientes que estaban con</p><p>David cuando desafiaron a los</p><p>filisteos que se habían reunido</p><p>allí para la batalla, y los hombres</p><p>de Israel se alejaron.</p><p>10 Éste se levantó e hirió a los</p><p>filisteos hasta que su mano se</p><p>cansó y se le quedó pegada a la</p><p>espada. Aquel día Jehová dio una</p><p>gran victoria, y el pueblo se vol-</p><p>vió en pos de él solamente para</p><p>tomar el botín.</p><p>11 Después de éste fue Sama</p><p>hijo de Age, el ararita. Y los filis-</p><p>teos se habían reunido en Lehi,</p><p>donde había un pequeño terreno</p><p>lleno de lentejas, y el pueblo huyó</p><p>delante de los filisteos.</p><p>12 Él entonces se puso en me-</p><p>dio del terreno, y lo defendió y</p><p>mató a los filisteos; y así Jehová</p><p>dio una gran victoria.</p><p>13 Y tres de los treinta jefes des-</p><p>cendieron y vinieron en tiempo</p><p>de la siega a David a la cueva de</p><p>Adulam; y el campamento de</p><p>los filisteos estaba en el valle de</p><p>Refaim.</p><p>14 David entonces estaba en el</p><p>lugar fuerte, y la guarnición de</p><p>los filisteos estaba en Belén.</p><p>15 Y David tuvo un gran deseo</p><p>y dijo: ¡Quién me diera a beber</p><p>del agua del pozo de Belén que</p><p>está junto a la puerta!</p><p>16 Entonces los tres valientes</p><p>irrumpieron en el campamento</p><p>de los filisteos, y sacaron agua del</p><p>pozo de Belén que estaba junto</p><p>a la puerta, se la llevaron, y la</p><p>trajeron a David; pero él no la</p><p>quiso beber, sino que la derramó</p><p>ante Jehová,</p><p>17 y dijo: Lejos esté de mí, oh</p><p>Jehová, que yo haga esto. ¿No es</p><p>esto como la sangre de los hom-</p><p>bres que fueron con peligro de</p><p>su vida? Y no quiso beberla. Los</p><p>tres valientes hicieron esto.</p><p>18 Y Abisai, hermano de Joab,</p><p>hijo de Sarvia, era el principal</p><p>de los treinta; éste alzó su lanza</p><p>contra trescientos, a quienes</p><p>mató, y tuvo renombre entre</p><p>los tres.</p><p>19 Él era el más destacado de los</p><p>treinta, y llegó a ser su jefe, pero</p><p>no igualó a los tres primeros.</p><p>20 Después, Benaía hijo de</p><p>Joiada, hijo de un hombre va-</p><p>liente, grande en hechos, de Cab-</p><p>seel. Éste mató a a dos leones de</p><p>Moab; y él mismo descendió y</p><p>mató a un león en medio de un</p><p>foso un día de nieve.</p><p>21 También mató él a un egipcio,</p><p>hombre de gran estatura; y tenía</p><p>el egipcio una lanza en la mano,</p><p>pero descendió contra él con un</p><p>palo, y le arrebató al egipcio la</p><p>lanza de la mano y lo mató con</p><p>su propia lanza.</p><p>22 Esto hizo Benaía hijo de</p><p>Joiada, y tuvo renombre como</p><p>los tres valientes.</p><p>23 De los treinta fue el más des-</p><p>tacado, pero no igualó a los tres</p><p>primeros. Y lo puso David como</p><p>jefe de su guardia personal.</p><p>24 Asael, hermano de Joab, era</p><p>uno de los treinta; Elhanán hijo</p><p>de Dodo, de Belén,</p><p>25 Sama, el harodita, Elica, el</p><p>harodita,</p><p>26 Heles, el paltita, Ira hijo de</p><p>Iques, el tecoíta,</p><p>27 Abiezer, el anatotita, Mebu-</p><p>nai, el husaíta,</p><p>28 Salmón, el ahohíta, Maharai,</p><p>el netofatita,</p><p>29 Heleb hijo de Baana, el</p><p>netofatita, Itai hijo de Ribai,</p><p>el de Gabaa de los hijos de</p><p>Benjamín,</p><p>30 Benaía, el piratonita, Hidai,</p><p>del arroyo de Gaas,</p><p>31 Abi-albón, el arbatita, Azma-</p><p>vet, el barhumita,</p><p>32 Eliaba, el saalborita, Jonatán,</p><p>de los hijos de Jasén,</p><p>33 Sama, el ararita, Ahíam hijo</p><p>de Sarar, el ararita,</p><p>34 Elifelet hijo de Ahasbai, hijo</p><p>de Maaca, Eliam hijo de Ahitofel,</p><p>el gilonita,</p><p>35 Hezrai, el carmelita, Paarai,</p><p>el arbita;</p><p>36 Igal hijo de Natán, de Soba,</p><p>Bani, el gadita;</p><p>37 Selec, el amonita, Naharai, el</p><p>beerotita, escudero de Joab hijo</p><p>de Sarvia,</p><p>38 Ira, el itrita, Gareb, el itrita,</p><p>39 y Urías, el heteo. Entre todos,</p><p>treinta y siete.</p><p><br /></p><p></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-57089636457169391422021-04-02T10:18:00.000-05:002021-04-02T10:18:56.990-05:00 SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 22 VERSOS 1 AL 51 CAPÍTULO 22<p> SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 22 VERSOS 1 AL 51</p><p>CAPÍTULO 22</p><p>David alaba a Jehová con un salmo</p><p>de agradecimiento — Jehová es</p><p>su fortaleza y su salvador; Jehová</p><p>es fuerte y poderoso para librar,</p><p>premia a los hombres de acuerdo</p><p>con su rectitud, muestra mise-</p><p>ricordia al misericordioso y Su</p><p>camino es perfecto; Él vive y</p><p>bendito sea.</p><p>Y DIRIGIÓ David a Jehová las pa-</p><p>labras de este a cántico, el día en</p><p>que Jehová le libró de manos de</p><p>todos sus enemigos y de manos</p><p>de Saúl.</p><p>2 Y dijo:</p><p>Jehová es mi a roca, y mi for-</p><p>taleza y mi libertador;</p><p>3 Dios de mi roca, en él a con-</p><p>fiaré;</p><p>mi b escudo y el poder de mi</p><p>salvación, mi fortaleza y</p><p>mi alto refugio.</p><p>Salvador mío, me libras de</p><p>violencia.</p><p>4 Invocaré a Jehová, quien es</p><p>digno de ser alabado,</p><p>y seré salvo de mis enemi-</p><p>gos.</p><p>5 Me envolvieron las olas de</p><p>la muerte;</p><p>torrentes de iniquidad me</p><p>atemorizaron.</p><p>6 Me rodearon las ligaduras</p><p>del a Seol,</p><p>y tendieron ante mí lazos de</p><p>muerte.</p><p>7 En mi angustia invoqué a</p><p>Jehová</p><p>y a clamé a mi Dios;</p><p>y él oyó mi voz desde su</p><p>templo,</p><p>y mi clamor llegó a sus oí-</p><p>dos.</p><p>8 La tierra se sacudió y tem-</p><p>bló;</p><p>se conmovieron los cimien-</p><p>tos de los cielos,</p><p>y se estremecieron, porque</p><p>él se airó.</p><p>9 Humo subió de su nariz,</p><p>y de su boca fuego consu-</p><p>midor;</p><p>carbones fueron encendidos</p><p>por él.</p><p>10 Inclinó los cielos y descen-</p><p>dió;</p><p>densas tinieblas había debajo</p><p>de sus pies.</p><p>11 Y cabalgó sobre un a querubín</p><p>y voló;</p><p>y se le vio sobre las alas del</p><p>viento.</p><p>12 De las tinieblas hizo pabe-</p><p>llones a su alrededor,</p><p>oscuridad de aguas y den-</p><p>sas nubes.</p><p>13 Por el resplandor de su pre-</p><p>sencia</p><p>se encendieron carbones ar-</p><p>dientes.</p><p>14 Tronó Jehová desde los cie-</p><p>los,</p><p>y el Altísimo su voz dio;</p><p>15 envió saetas y los dispersó;</p><p>envió relámpagos y los con-</p><p>fundió.</p><p>16 Entonces aparecieron las</p><p>cuencas del mar,</p><p>y quedaron al descubierto</p><p>los cimientos del mundo</p><p>ante la reprensión de Je-</p><p>hová,</p><p>al soplo del aliento de su</p><p>nariz.</p><p>17 Envió desde lo alto; me</p><p>tomó;</p><p>me sacó de caudalosas</p><p>aguas.</p><p>18 Me libró de mi poderoso ene-</p><p>migo,</p><p>de los que me aborrecían,</p><p>pues eran más fuertes que</p><p>yo.</p><p>19 Me asaltaron en el día de</p><p>mi calamidad,</p><p>mas Jehová fue mi apoyo.</p><p>20 Me sacó a lugar espacioso;</p><p>me libró, porque se compla-</p><p>ció en mí.</p><p>21 Me recompensó Jehová con-</p><p>forme a mi justicia;</p><p>conforme a la a limpieza de</p><p>mis manos me ha recom-</p><p>pensado.</p><p>22 Porque he guardado los ca-</p><p>minos de Jehová</p><p>y no me aparté impíamente</p><p>de mi Dios.</p><p>23 Pues todos sus a decretos es-</p><p>taban delante de mí,</p><p>y de sus estatutos no me he</p><p>apartado.</p><p>24 Y fui íntegro para con él,</p><p>y me he guardado de mi ini-</p><p>quidad.</p><p>25 Me ha recompensado, por</p><p>tanto, Jehová</p><p>conforme a mi justicia,</p><p>conforme a mi limpieza</p><p>delante de sus ojos.</p><p>26 Con el misericordioso te</p><p>muestras misericordioso,</p><p>y con el íntegro te muestras</p><p>íntegro.</p><p>27 Con el puro eres puro,</p><p>y con el perverso eres sa-</p><p>gaz.</p><p>28 Y tú salvas al pueblo a afli-</p><p>gido,</p><p>mas tus ojos están sobre</p><p>los b altivos para abatir-</p><p>los.</p><p>29 Porque tú eres mi a lámpara,</p><p>oh Jehová;</p><p>y Jehová b alumbra mis ti-</p><p>nieblas.</p><p>30 Porque contigo desbarato</p><p>ejércitos,</p><p>y con mi Dios salto</p><p>muros.</p><p>31 En cuanto a Dios, a perfecto</p><p>es su camino;</p><p>acrisolada es la b palabra de</p><p>Jehová,</p><p>c escudo es a todos los que en</p><p>él se refugian.</p><p>32 Porque, ¿quién es Dios sino</p><p>Jehová?</p><p>¿Y quién es roca sino nues-</p><p>tro Dios?</p><p>33 Dios es mi a fortaleza pode-</p><p>rosa,</p><p>y hace perfecto mi camino;</p><p>34 hace mis pies como de cier-</p><p>vas</p><p>y me hace estar firme en mis</p><p>alturas;</p><p>35 adiestra mis manos para la</p><p>a batalla</p><p>y mis brazos para tensar el</p><p>arco de bronce.</p><p>36 Y me diste el escudo de tu</p><p>salvación,</p><p>y tu benignidad me ha en-</p><p>grandecido.</p><p>37 Tú ensanchaste mis pasos</p><p>debajo de mí,</p><p>y mis pies no han resba-</p><p>lado.</p><p>38 Perseguí a mis enemigos y</p><p>los destruí;</p><p>y no regresé hasta haberlos</p><p>acabado.</p><p>39 Los consumí y los herí, y no</p><p>se levantaron;</p><p>y cayeron debajo de mis</p><p>pies.</p><p>40 Pues me ceñiste de fuerzas</p><p>para la batalla;</p><p>has humillado debajo de mí</p><p>a los que contra mí se le-</p><p>vantaron.</p><p>41 Has hecho que mis enemigos</p><p>me vuelvan las</p><p>a espaldas,</p><p>para que yo destruyese a los</p><p>que me aborrecían.</p><p>42 Buscaron ayuda, mas no</p><p>hubo quien los salvase;</p><p>clamaron a Jehová, mas no</p><p>les respondió.</p><p>43 Como polvo de la tierra los</p><p>molí;</p><p>como a lodo de las calles los</p><p>pisé y los hollé.</p><p>44 Tú me libraste de las contien-</p><p>das de mi pueblo;</p><p>me guardaste para que fuese</p><p>cabeza de a naciones;</p><p>pueblo que yo no conocía</p><p>me sirve.</p><p>45 Los hijos de extranjeros se</p><p>someten a mí;</p><p>al oírme, me obedecen.</p><p>46 Los hijos de extranjeros des-</p><p>fallecen</p><p>y salen temblando de sus</p><p>refugios.</p><p>47 ¡a Viva Jehová! ¡Y bendita sea</p><p>mi roca!</p><p>b Exaltado sea Dios, la roca</p><p>de mi salvación,</p><p>48 el Dios que por mí toma</p><p>a venganza,</p><p>y sujeta pueblos debajo de</p><p>mí</p><p>49 y me libra de mis enemi-</p><p>gos.</p><p>Tú me enalteces sobre los que</p><p>se levantan contra mí;</p><p>me libras del hombre vio-</p><p>lento.</p><p>50 Por eso yo te a alabaré entre</p><p>las naciones, oh Jehová,</p><p>y cantaré alabanzas a tu</p><p>nombre.</p><p>51 Él es torre de salvación a su</p><p>rey</p><p>y hace misericordia a su un-</p><p>gido:</p><p>a David y a su descendencia</p><p>para siempre.</p><p>Fuente: <span style="font-size: xx-small;">Antigua versión de</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Casiodoro de Reina (1569)</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Revisada por Cipriano de Valera (1602)</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Otras revisiones: 1862, 1909</span></p><p><br /></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-29704022946832047682021-03-04T13:52:00.005-05:002021-03-04T13:52:46.350-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 21 VERSOS 1 AL 22<p> SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 21 VERSOS 1 AL 22</p><p>CAPÍTULO 21</p><p>Jehová envía una hambruna — Da-</p><p>vid comprende que la hambruna</p><p>se debe a que Saúl mató a los ga-</p><p>baonitas, acto contrario al jura-</p><p>mento de Israel — David entrega</p><p>siete hijos de Saúl a los gabaoni-</p><p>tas para que los ahorquen — Is-</p><p>rael y los filisteos continúan sus</p><p>guerras.</p><p>Y EN los días de David hubo</p><p>hambre durante tres años con-</p><p>secutivos. Y David consultó a</p><p>Jehová, y Jehová le dijo: Es por</p><p>causa de Saúl, y por aquella casa</p><p>sanguinaria, porque mató a los</p><p>gabaonitas.</p><p>2 Entonces el rey llamó a los</p><p>gabaonitas y les habló. (Los a ga-</p><p>baonitas no eran de los hijos de</p><p>Israel, sino del resto de los amo-</p><p>rreos, a los cuales los hijos de</p><p>Israel habían hecho juramento;</p><p>pero Saúl había procurado ma-</p><p>tarlos en su celo por los hijos de</p><p>Israel y de Judá.)</p><p>3 Dijo, pues, David a los ga-</p><p>baonitas: ¿Qué haré por vo-</p><p>sotros, y cómo os compensaré</p><p>para que bendigáis la heredad</p><p>de Jehová?</p><p>4 Y los gabaonitas le respon-</p><p>dieron: No tenemos nosotros</p><p>querella sobre plata ni sobre</p><p>oro con Saúl ni con su casa, ni</p><p>queremos que muera ningún</p><p><br /></p><p>hombre de Israel. Y él les dijo:</p><p>Lo que digáis, eso haré por</p><p>vosotros.</p><p>5 Y ellos respondieron al rey: De</p><p>aquel hombre que nos destruyó</p><p>y que maquinó contra nosotros,</p><p>para exterminarnos sin dejar nada</p><p>de nosotros en todo el territorio</p><p>de Israel,</p><p>6 que se nos den siete hombres</p><p>de entre sus a hijos para que los</p><p>ahorquemos delante de Jehová en</p><p>Gabaa de Saúl, el escogido de Je-</p><p>hová. Y el rey dijo: Os los daré.</p><p>7 Y perdonó el rey a Mefi-boset</p><p>hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por</p><p>el a juramento de Jehová que hubo</p><p>entre ellos, entre David y Jonatán</p><p>hijo de Saúl.</p><p>8 Mas tomó el rey a dos hijos de</p><p>Rizpa, hija de Aja, los cuales ella</p><p>había dado a luz a Saúl, a Armoni</p><p>y a Mefi-boset, y a cinco hijos de</p><p>Mical, hija de Saúl, los cuales ella</p><p>había dado a luz a Adriel hijo de</p><p>Barzilai, el meholatita,</p><p>9 y los entregó en manos de los</p><p>gabaonitas, y ellos los ahorcaron</p><p>en el monte delante de Jehová; y</p><p>murieron juntos aquellos siete,</p><p>los cuales fueron muertos en los</p><p>primeros días de la siega, al prin-</p><p>cipio de la siega de la cebada.</p><p>10 Y tomó Rizpa, hija de Aja,</p><p>una tela de a cilicio y la tendió</p><p>para sí sobre un peñasco, desde</p><p>el principio de la siega hasta que</p><p>llovió sobre ellos agua del cielo;</p><p>y no dejó que ninguna ave del</p><p>cielo se posara sobre ellos de</p><p>día, ni las fieras del campo de</p><p>noche.</p><p>11 Y le dijeron a David lo que</p><p>hacía Rizpa, hija de Aja, concu-</p><p>bina de Saúl.</p><p>12 Entonces David fue y tomó</p><p>los huesos de Saúl y los huesos de</p><p>Jonatán, su hijo, de los hombres</p><p>de Jabes de Galaad, que los ha-</p><p>bían hurtado de la plaza de Bet-</p><p>sán, donde los habían colgado los</p><p>filisteos cuando éstos mataron a</p><p>Saúl en Gilboa;</p><p>13 e hizo llevar de allí los huesos</p><p>de Saúl y los huesos de su hijo Jo-</p><p>natán; y también recogieron los</p><p>huesos de los ahorcados.</p><p>14 Y sepultaron los huesos de</p><p>Saúl y los de su hijo Jonatán en</p><p>la tierra de Benjamín, en Zela,</p><p>en el sepulcro de su padre Cis;</p><p>e hicieron todo lo que el rey ha-</p><p>bía mandado. Después de esto,</p><p>Dios escuchó las súplicas para</p><p>con la tierra.</p><p>15 Y cuando los filisteos vol-</p><p>vieron a hacer la guerra contra</p><p>Israel, descendió David y sus</p><p>siervos con él y pelearon contra</p><p>los filisteos; y David se cansó.</p><p>16 E Isbi-benob, uno de los</p><p>descendientes del gigante, cuya</p><p>lanza pesaba trescientos siclos</p><p>de bronce, y que llevaba ceñida</p><p>una espada nueva, trató de matar</p><p>a David;</p><p>17 pero Abisai hijo de Sarvia</p><p>llegó en su ayuda, e hirió al fi-</p><p>listeo y lo mató. Entonces los</p><p>hombres de David le juraron,</p><p>diciendo: Nunca más de aquí en</p><p>adelante saldrás con nosotros a</p><p>la batalla, no sea que apagues la</p><p>lámpara de Israel.</p><p>18 Y aconteció que después hubo</p><p>una segunda guerra en Gob con-</p><p>tra los filisteos; entonces Sibecai,</p><p>el husatita, mató a Saf, que era</p><p>de los hijos del a gigante.</p><p>19 Y hubo guerra en Gob contra</p><p>los filisteos, en la cual Elhanán</p><p>hijo de Jaare-oregim, de Belén,</p><p>mató a Goliat, el geteo, el asta</p><p>de cuya lanza era como el rodillo</p><p>de un telar.</p><p>20 Después hubo otra guerra</p><p>en Gat, donde había un hombre</p><p>de gran estatura, el cual tenía</p><p>doce dedos en las manos y otros</p><p>doce en los pies, veinticuatro en</p><p>total; y también era de los hijos</p><p>del gigante.</p><p>21 Éste desafió a Israel, y lo mató</p><p>Jonatán hijo de Simea, hermano</p><p>de David.</p><p>22 Estos cuatro eran descendien-</p><p>tes del gigante de Gat, los cuales</p><p>cayeron por mano de David y por</p><p>mano de sus siervos.</p><p>18 Y aconteció que después hubo</p><p>una segunda guerra en Gob con-</p><p>tra los filisteos; entonces Sibecai,</p><p>el husatita, mató a Saf, que era</p><p>de los hijos del a gigante.</p><p>19 Y hubo guerra en Gob contra</p><p>los filisteos, en la cual Elhanán</p><p>hijo de Jaare-oregim, de Belén,</p><p>mató a Goliat, el geteo, el asta</p><p>de cuya lanza era como el rodillo</p><p>de un telar.</p><p>20 Después hubo otra guerra</p><p>en Gat, donde había un hombre</p><p>de gran estatura, el cual tenía</p><p>doce dedos en las manos y otros</p><p>doce en los pies, veinticuatro en</p><p>total; y también era de los hijos</p><p>del gigante.</p><p>21 Éste desafió a Israel, y lo mató</p><p>Jonatán hijo de Simea, hermano</p><p>de David.</p><p>22 Estos cuatro eran descendien-</p><p>tes del gigante de Gat, los cuales</p><p>cayeron por mano de David y por</p><p>mano de sus siervos.</p><p><br /></p><p>Fuente: <span style="font-size: xx-small;"> 2009 por Intellectual Reserve, Inc.</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">/2009</span></p><p><span style="font-size: xx-small;">www.scriptures.lds.org/es</span></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-10228882717290425672021-02-17T10:44:00.001-05:002021-02-17T10:44:19.635-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 20 VERSO 1 AL 26<p> SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 20 VERSO 1 AL 26</p><p><br /></p><p>Seba aparta a las tribus de Israel</p><p>de David — Joab mata a Amasa y</p><p>persigue a Seba — Intercede una</p><p>mujer sabia — La muerte de Seba</p><p>da fin a la insurrección.</p><p>Y ACAECIÓ que se encontraba allí</p><p>un hombre perverso que se lla-</p><p>maba Seba hijo de Bicri, hombre</p><p>de Benjamín, el cual tocó la trom-</p><p>peta y dijo: No tenemos nosotros</p><p>parte con David ni heredad con</p><p>el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno</p><p>a su tienda!</p><p>2 Así todos los hombres de Israel</p><p>abandonaron a David y siguieron</p><p>a Seba hijo de Bicri; pero los de</p><p>Judá siguieron a su rey desde el</p><p>Jordán hasta Jerusalén.</p><p><br /></p><p>3 Y cuando llegó David a su</p><p>casa en Jerusalén, tomó el rey</p><p>a las diez mujeres a concubinas</p><p>que había dejado para guardar</p><p>la casa, y las puso en reclusión</p><p>en una casa y les dio alimento;</p><p>pero nunca más se llegó a ellas,</p><p>sino que quedaron encerradas</p><p>hasta que murieron en viudez</p><p>de por vida.</p><p>4 Después dijo el rey a Amasa:</p><p>Convócame a los hombres de</p><p>Judá para dentro de tres días, y</p><p>preséntate tú también aquí.</p><p>5 Fue, pues, Amasa a convocar</p><p>a Judá, pero se tardó más tiempo</p><p>del que le había sido señalado.</p><p>6 Y dijo David a Abisai: Seba</p><p>hijo de Bicri nos hará ahora más</p><p>daño que Absalón; toma, pues,</p><p>tú los siervos de tu señor y ve</p><p>tras él, no sea que alcance las</p><p>ciudades fortificadas y se nos</p><p>escape.</p><p>7 Entonces salieron en pos de él</p><p>los hombres de Joab, y los cere-</p><p>teos, y los peleteos y todos los va-</p><p>lientes; salieron de Jerusalén para</p><p>perseguir a Seba hijo de Bicri.</p><p>8 Y estando ellos cerca de la</p><p>piedra grande que está en Ga-</p><p>baón, les salió Amasa al encuen-</p><p>tro. Ahora bien, la vestidura que</p><p>Joab tenía puesta le quedaba ce-</p><p>ñida, y sobre ella llevaba un cinto</p><p>con una daga envainada y sujeta</p><p>a sus lomos, la cual, cuando él</p><p>avanzó, se le cayó.</p><p>9 Entonces Joab dijo a Amasa:</p><p>¿Te va bien, hermano mío? Y</p><p>tomó Joab con la diestra la barba</p><p>de Amasa para besarlo.</p><p>10 Y como Amasa no se cuidó</p><p>de la daga que Joab tenía en la</p><p>mano, éste le hirió con ella en la</p><p>quinta costilla y derramó sus en-</p><p>trañas por tierra, y cayó muerto</p><p>sin darle un segundo golpe. Des-</p><p>pués Joab y su hermano Abisai</p><p>fueron en persecución de Seba</p><p>hijo de Bicri.</p><p>11 Y uno de los hombres de</p><p>Joab se puso de pie junto a él,</p><p>diciendo: Cualquiera que ame a</p><p>Joab y a David, siga a Joab.</p><p>12 Y Amasa yacía revolcado en</p><p>su sangre en mitad del camino;</p><p>y viendo aquel hombre que todo</p><p>el pueblo se detenía, apartó a</p><p>Amasa del camino al campo y</p><p>echó sobre él una vestidura, por-</p><p>que veía que todos los que venían</p><p>se detenían junto a él.</p><p>13 Una vez que fue apartado del</p><p>camino, pasaron todos los que</p><p>seguían a Joab, para ir tras Seba</p><p>hijo de Bicri.</p><p>14 Y Seba pasó por todas las</p><p>tribus de Israel hasta Abel de</p><p>Bet-maaca y todos los de Ba-</p><p>rim; y se reunieron y también lo</p><p>siguieron.</p><p>15 Y vinieron y lo sitiaron en</p><p>Abel de Bet-maaca, y levantaron</p><p>una rampa contra la ciudad; y fue</p><p>puesta contra el muro, y todo el</p><p>pueblo que estaba con Joab traba-</p><p>jaba para derribar el muro.</p><p>16 Entonces una mujer sabia</p><p>dio voces en la ciudad, diciendo:</p><p>¡Oíd, oíd!; os ruego que digáis a</p><p>Joab que venga acá, para que yo</p><p>hable con él.</p><p>17 Y cuando él se acercó a ella,</p><p>dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él</p><p>respondió: Yo soy. Y ella le dijo:</p><p>Oye las palabras de tu sierva. Y</p><p>él respondió: Oigo.</p><p>18 Entonces volvió ella a hablar,</p><p>diciendo: Antiguamente solían</p><p>decir: Quien pregunte, pregunte</p><p>en Abel; y así concluían todo</p><p>asunto.</p><p>19 Yo soy de las pacíficas y fieles</p><p>de Israel, y tú procuras destruir</p><p>una ciudad y una madre en Israel.</p><p>¿Por qué destruyes la heredad</p><p>de Jehová?</p><p>20 Y Joab respondió, diciendo:</p><p>Nunca, nunca tal cosa me acon-</p><p>tezca, que yo a destruya ni</p><p>deshaga.</p><p>21 La cosa no es así, sino que un</p><p>hombre de los montes de Efraín,</p><p>que se llama Seba hijo de Bicri,</p><p>ha levantado su mano contra el</p><p>rey David. Entregad a ése sola-</p><p>mente y me iré de la ciudad. Y</p><p>la mujer dijo a Joab: He aquí que</p><p>su cabeza te será arrojada desde</p><p>el muro.</p><p>22 Y la mujer fue a todo el pue-</p><p>blo con su sabiduría; y ellos le</p><p>cortaron la cabeza a Seba hijo</p><p>de Bicri y la arrojaron a Joab. Y</p><p>él tocó la trompeta, y se retira-</p><p>ron de la ciudad, cada uno a su</p><p>tienda. Y Joab regresó a Jerusalén</p><p>junto al rey.</p><p>23 Así quedó Joab sobre todo</p><p>el ejército de Israel, y Benaía hijo</p><p>de Joiada sobre los cereteos y los</p><p>peleteos;</p><p>24 y Adoram estaba sobre los</p><p>tributos, y Josafat hijo de Ahilud</p><p>era el cronista.</p><p>25 Y Seba era el escriba; y Sadoc</p><p>y Abiatar eran los sacerdotes.</p><p>26 E Ira, el jaireo, también fue</p><p>sacerdote de David.</p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-57052723377632965312020-10-13T14:00:00.001-05:002020-10-13T14:00:47.498-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 19 VERSOS 1 AL 43<p> SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 19 VERSOS 1 AL 43</p><p><br /></p><p>CAPÍTULO 19</p><p>Joab reprende a David por favore-</p><p>cer a sus enemigos en vez de a sus</p><p>amigos — David cambia a Joab por</p><p>Amasa — Simei, quien maldijo a</p><p>David, es perdonado — Mefi-bo-</p><p>set rinde homenaje a David — Los</p><p>hombres de Judá llevan a David de</p><p>regreso a Jerusalén.</p><p>Y DIERON aviso a Joab: He aquí</p><p>el rey llora y hace duelo por</p><p>Absalón.</p><p>2 Y aquel día la victoria se con-</p><p>virtió en duelo para todo el pue-</p><p>blo, porque el pueblo oyó decir</p><p>aquel día que el rey sentía dolor</p><p>por su hijo.</p><p>3 Y entró el pueblo aquel día en</p><p>la ciudad escondidamente, como</p><p>suele entrar a escondidas el pue-</p><p>blo avergonzado que ha huido</p><p>de la batalla.</p><p>4 Y el rey, cubierto el rostro, cla-</p><p>maba en alta voz: ¡Oh hijo mío</p><p>Absalón, oh Absalón, hijo mío,</p><p>hijo mío!</p><p>5 Entonces Joab entró en la casa</p><p>donde estaba el rey y le dijo:</p><p>Hoy has avergonzado el rostro</p><p>de todos tus siervos, que hoy</p><p>han librado tu vida, y la vida de</p><p>tus hijos y de tus hijas, y la vida</p><p>de tus esposas y la vida de tus</p><p>concubinas,</p><p>6 amando a los que te aborrecen</p><p>y aborreciendo a los que te aman;</p><p>porque hoy has declarado que</p><p>nada te importan tus príncipes</p><p>ni tus siervos; pues hoy sé que</p><p>si Absalón viviera, aunque todos</p><p>nosotros estuviéramos hoy muer-</p><p>tos, entonces estarías contento.</p><p>7 Levántate pues, ahora, y sal</p><p>fuera y a habla bondadosamente</p><p>a tus siervos, porque juro por</p><p>Jehová que si no sales, no que-</p><p>dará ni un hombre contigo esta</p><p>noche; y esto será peor para ti</p><p>que todos los males que te han</p><p>sobrevenido desde tu juventud</p><p>hasta ahora.</p><p>8 Entonces se levantó el rey y</p><p>se sentó a la puerta; y se avisó a</p><p>todo el pueblo, diciendo: He aquí</p><p>el rey está sentado a la puerta. Y</p><p>vino todo el pueblo delante del</p><p>rey; pero Israel había huido cada</p><p>uno a su tienda.</p><p>9 Y sucedió que todo el pueblo</p><p><br /></p><p>a discutía en todas las tribus de</p><p>Israel, diciendo: El rey nos ha</p><p>librado de manos de nuestros</p><p>enemigos y nos ha salvado de</p><p>manos de los filisteos; y ahora</p><p>ha huido del territorio por causa</p><p>de Absalón.</p><p>10 Y Absalón, a quien había-</p><p>mos a ungido sobre nosotros, ha</p><p>muerto en la batalla. ¿Por qué,</p><p>pues, estáis ahora callados con</p><p>respecto a hacer volver al rey?</p><p>11 Y el rey David envió a los</p><p>sacerdotes Sadoc y Abiatar, di-</p><p>ciendo: Hablad a los ancianos</p><p>de Judá y decidles: ¿Por qué se-</p><p>réis vosotros los últimos en hacer</p><p>volver al rey a su casa, ya que la</p><p>palabra de todo Israel ha llegado</p><p>al rey, a su casa?</p><p>12 Vosotros sois mis a hermanos;</p><p>mis huesos y mi carne sois. ¿Por</p><p>qué, pues, seréis vosotros los úl-</p><p>timos en hacer volver al rey?</p><p>13 Asimismo diréis a Amasa:</p><p>¿No eres tú también hueso mío</p><p>y carne mía? Así me haga Dios</p><p>y aun me añada, si no has de ser</p><p>general del ejército delante de mí</p><p>para siempre, en lugar de Joab.</p><p>14 Así inclinó el a corazón de to-</p><p>dos los hombres de Judá, como</p><p>el de un solo hombre, para que</p><p>enviasen a decir al rey: Vuelve tú</p><p>y todos tus siervos.</p><p>15 Volvió, pues, el rey y llegó</p><p>hasta el Jordán. Y Judá vino a Gil-</p><p>gal para recibir al rey y hacerle</p><p>pasar el Jordán.</p><p>16 Y Simei hijo de Gera, el ben-</p><p>jaminita, que era de Bahurim,</p><p>se dio prisa y descendió con los</p><p>hombres de Judá a recibir al rey</p><p>David;</p><p>17 y con él venían mil hombres</p><p>de Benjamín; asimismo Siba,</p><p>criado de la casa de Saúl, con sus</p><p>quince hijos y sus veinte siervos,</p><p>los cuales se apresuraron a pasar</p><p>el Jordán delante del rey.</p><p>18 Y cruzaron el vado para ha-</p><p>cer pasar a la familia del rey y</p><p>para hacer lo que a él le pareciera</p><p>bien. Entonces Simei hijo de Gera</p><p>se postró delante del rey cuando</p><p>éste pasó el Jordán.</p><p>19 Y dijo al rey: No me culpe mi</p><p>señor de iniquidad, ni te acuerdes</p><p>de los males que tu siervo hizo el</p><p>día en que mi señor el rey salió</p><p>de Jerusalén, ni los guarde el rey</p><p>en su corazón;</p><p>20 porque yo, tu siervo, reco-</p><p>nozco haber pecado, y he aquí</p><p>que he venido hoy, el primero de</p><p>toda la casa de José, para descen-</p><p>der a recibir a mi señor el rey.</p><p>21 Y Abisai hijo de Sarvia res-</p><p>pondió y dijo: ¿No ha de morir</p><p>por esto Simei, que a maldijo al</p><p>b ungido de Jehová?</p><p>22 David entonces dijo: ¿Qué</p><p>tengo yo que ver con vosotros,</p><p>hijos de Sarvia, para que hoy me</p><p>seáis adversarios? ¿Ha de morir</p><p>hoy alguno en Israel? ¿Acaso no</p><p>sé que hoy soy rey sobre Israel?</p><p>23 Y dijo el rey a Simei: No mo-</p><p>rirás. Y el rey se lo juró.</p><p>24 También Mefi-boset hijo de</p><p>Saúl descendió a recibir al rey; y</p><p>no había aseado sus pies, ni había</p><p>recortado su barba, ni tampoco</p><p>había lavado sus vestidos desde</p><p>el día en que el rey salió hasta el</p><p>día en que volvió en paz.</p><p>25 Y aconteció que cuando él</p><p>vino a Jerusalén a recibir al rey, el</p><p>rey le dijo: Mefi-boset, ¿por qué</p><p>no fuiste conmigo?</p><p>26 Y él dijo: Oh rey señor mío,</p><p>mi siervo me ha engañado; pues</p><p>tu siervo había dicho: Me ensi-</p><p>llaré un asno, y montaré en él e iré</p><p>al rey, porque tu siervo es cojo.</p><p>27 Y él a ha calumniado a tu</p><p>siervo delante de mi señor el rey,</p><p>pero mi señor el rey es como un</p><p>ángel de Dios; haz, pues, lo que</p><p>bien te parezca.</p><p>28 Porque toda la casa de mi pa-</p><p>dre era digna de muerte delante</p><p>de mi señor el rey, y tú pusiste</p><p>a tu siervo entre los convidados</p><p>a tu mesa. ¿Qué derecho, pues,</p><p>tengo aún para quejarme más</p><p>al rey?</p><p>29 Y el rey le dijo: ¿Para qué</p><p>hablar más de tus asuntos? Yo</p><p>he determinado que tú y Siba os</p><p>repartáis las tierras.</p><p>30 Y Mefi-boset dijo al rey: Deja</p><p>que él las tome todas, puesto que</p><p>mi señor el rey ha vuelto en paz</p><p>a su casa.</p><p>31 También a Barzilai, el galaa-</p><p>dita, descendió de Rogelim, y</p><p>pasó el Jordán con el rey, para</p><p>acompañarle al otro lado del</p><p>Jordán.</p><p>32 Y era Barzilai muy anciano,</p><p>de ochenta años, el cual había</p><p>dado provisiones al rey cuando</p><p>estaba en Mahanaim, porque era</p><p>un hombre potentado.</p><p>33 Y el rey dijo a Barzilai: Cruza</p><p>conmigo y yo te sustentaré junto</p><p>a mí en Jerusalén.</p><p>34 Mas Barzilai dijo al rey:</p><p>¿Cuántos años me quedan de</p><p>vida para que yo suba con el rey</p><p>a Jerusalén?</p><p>35 Ya tengo ochenta años de</p><p>edad. ¿Acaso podré yo discernir</p><p>entre lo bueno y lo malo? ¿Sa-</p><p>boreará ahora tu siervo lo que</p><p>coma o lo que beba? ¿Oirá aún</p><p>la voz de los cantores y de las</p><p>cantoras? ¿Para qué, pues, ha de</p><p>ser tu siervo una carga para mi</p><p>señor el rey?</p><p>36 Pasará tu siervo un poco más</p><p>allá del Jordán con el rey; pero,</p><p>¿por qué me ha de dar el rey tan</p><p>gran recompensa?</p><p>37 Yo te ruego que dejes volver</p><p>a tu siervo, para que muera en mi</p><p>ciudad, junto al sepulcro de mi</p><p>padre y de mi madre. Mas he aquí</p><p>a tu siervo Quimam; que pase él</p><p>con mi señor el rey, y haz con él</p><p>lo que bien te parezca.</p><p>38 Y el rey dijo: Pues pase con-</p><p>migo Quimam, y yo haré con él</p><p>como bien te parezca; y todo lo</p><p>que tú me pidas, yo lo haré.</p><p>39 Y todo el pueblo pasó el Jor-</p><p>dán; y luego que el rey hubo</p><p>también pasado, el rey besó a</p><p>Barzilai y lo bendijo; y él volvió</p><p>a su casa.</p><p>40 El rey entonces pasó a Gilgal,</p><p>y con él pasó Quimam; y todo</p><p>el pueblo de Judá, con la mitad</p><p>del pueblo de Israel, pasaron con</p><p>el rey.</p><p>41 Y he aquí todos los hombres</p><p>de Israel vinieron al rey y le di-</p><p>jeron: ¿Por qué los hombres de</p><p>Judá, nuestros hermanos, te han</p><p>acaparado, y han hecho pasar</p><p>el Jordán al rey y a su familia,</p><p>y a todos los hombres de David</p><p>con él?</p><p>42 Y todos los hombres de Judá</p><p>respondieron a los de Israel: Por-</p><p>que el rey es nuestro pariente.</p><p>Mas, ¿por qué os enojáis voso-</p><p>tros por eso? ¿Hemos nosotros</p><p>comido a costa del rey? ¿Hemos</p><p>recibido de él alguna dádiva?</p><p>43 Entonces respondieron los</p><p>hombres de Israel y dijeron a los</p><p>de Judá: Nosotros tenemos en el</p><p>rey diez partes, y en el mismo</p><p>David más derecho que voso-</p><p>tros. ¿Por qué, pues, nos habéis</p><p>tenido en poco? ¿No hablamos</p><p>nosotros primero de hacer volver</p><p>a nuestro rey? Y las palabras de</p><p>los hombres de Judá fueron más</p><p>severas que las de los hombres</p><p>de Israel.</p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-53434773628750914402020-09-17T12:09:00.002-05:002020-09-17T12:09:37.596-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPÍTULO 18 VERSOS 1 AL 33<p> SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPÍTULO 18 VERSOS 1 AL 33</p><p>CAPÍTULO 18</p><p>Los israelitas son derrotados en los</p><p>bosques de Efraín — Joab mata a</p><p>Absalón — Llevan a David la no-</p><p>ticia de su muerte y éste se lamenta</p><p>por su hijo.</p><p>DAVID, pues, contó a los del pue-</p><p>blo que estaban con él, y puso so-</p><p>bre ellos jefes de millares y jefes</p><p>de centenas.</p><p>2 Y envió una tercera parte del</p><p>pueblo bajo el mando de Joab, y</p><p>otra tercera parte bajo el mando</p><p>de Abisai hijo de Sarvia, hermano</p><p>de Joab, y la otra tercera parte</p><p>bajo el mando de Itai, el geteo. Y</p><p>dijo el rey al pueblo: Yo también</p><p>saldré con vosotros.</p><p>3 Pero el pueblo dijo: No a sal-</p><p>drás, porque si nosotros huimos,</p><p>no harán caso de nosotros; y aun-</p><p>que la mitad de nosotros muera,</p><p>no harán caso de nosotros; pero</p><p>tú ahora vales tanto como diez</p><p>mil de nosotros. Será, pues, me-</p><p>jor que tú nos des ayuda desde</p><p>la ciudad.</p><p>4 Entonces el rey les dijo: Yo</p><p>haré lo que bien os parezca. Y se</p><p>puso el rey al lado de la puerta,</p><p>mientras salía todo el pueblo por</p><p>centenares y por millares.</p><p>5 Y el rey mandó a Joab, y a</p><p>Abisai y a Itai, diciendo: Tratad</p><p>benignamente por amor a mí al</p><p>joven Absalón. Y todo el pueblo</p><p>oyó cuando el rey dio órdenes</p><p>acerca de Absalón a todos los</p><p>jefes.</p><p>6 Salió, pues, el pueblo al campo</p><p>contra Israel, y se libró la batalla</p><p>en el bosque de Efraín;</p><p>7 y allí cayó el pueblo de Is-</p><p>rael delante de los siervos de</p><p>David, y aquel día se hizo allí</p><p>una gran matanza de veinte mil</p><p>hombres.</p><p>8 Y la batalla se extendió por</p><p>todo el territorio, y fueron más los</p><p>que devoró el bosque aquel día</p><p>que los que devoró la espada.</p><p>9 Y Absalón se encontró con los</p><p>siervos de David; e iba Absalón</p><p>sobre un mulo, y el mulo pasó</p><p>por debajo del espeso ramaje de</p><p>una gran encina, y se le enredó</p><p>la cabeza en la encina, y quedó</p><p>suspendido entre el cielo y la tie-</p><p>rra, y el mulo en que iba siguió</p><p>de largo.</p><p>10 Y lo vio uno y avisó a Joab,</p><p>diciendo: He aquí que he visto a</p><p>Absalón colgado de una encina.</p><p>11 Y Joab respondió al hom-</p><p>bre que le daba la noticia: Y si lo</p><p>viste, ¿por qué no le mataste en</p><p>seguida allí, echándole a tierra?</p><p>Yo te hubiera dado diez siclos de</p><p>plata y un cinturón.</p><p>12 Y el hombre dijo a Joab: Aun-</p><p>que pesaras en mis manos mil</p><p>siclos de plata, no extendería yo</p><p>mi mano contra el hijo del rey,</p><p>porque nosotros oímos cuando el</p><p>rey te mandó a ti, y a Abisai y a</p><p>Itai, diciendo: Mirad que ninguno</p><p>toque al joven Absalón.</p><p>13 Por otra parte, habría yo he-</p><p>cho traición contra mi vida, pues</p><p>al rey nada se le esconde, y tú</p><p>mismo estarías en contra.</p><p>14 Y respondió a Joab: No perderé</p><p>mi tiempo contigo. Y tomando</p><p>tres dardos en su mano, los clavó</p><p>en el corazón de Absalón, que</p><p>aún estaba vivo en medio de la</p><p>encina.</p><p>15 Y diez jóvenes escuderos de</p><p>Joab rodearon a Absalón y lo hi-</p><p>rieron, y acabaron de matarle.</p><p>16 Entonces Joab tocó la trom-</p><p>peta, y el pueblo dejó de perse-</p><p>guir a Israel, porque Joab detuvo</p><p>al pueblo.</p><p>17 Tomando después a Absalón,</p><p>lo echaron en un gran hoyo en el</p><p>bosque y levantaron sobre él un</p><p>montón muy grande de piedras;</p><p>y todo Israel huyó, cada uno a</p><p>su tienda.</p><p>18 Y en vida, Absalón había to-</p><p>mado piedras y había erigido una</p><p>columna para sí, la cual está en</p><p>el valle del rey, porque había di-</p><p>cho: Yo no tengo hijo que con-</p><p>serve la memoria de mi nombre.</p><p>Y a llamó aquella columna por su</p><p>propio nombre, y así se ha lla-</p><p>mado la b Columna de Absalón,</p><p>hasta hoy.</p><p>19 Entonces Ahimaas hijo de Sa-</p><p>doc dijo: ¿Correré ahora y daré al</p><p>rey las nuevas de que a Jehová le</p><p>ha vindicado de la mano de sus</p><p>enemigos?</p><p>20 Y le respondió Joab: Hoy</p><p>no llevarás las nuevas; las lle-</p><p>varás otro día; no darás hoy la</p><p>noticia, porque el hijo del rey ha</p><p>muerto.</p><p>21 Y Joab dijo a un etíope: Ve tú</p><p>y di al rey lo que has visto. Y el</p><p>etíope hizo reverencia ante Joab</p><p>y corrió.</p><p>22 Entonces Ahimaas hijo de</p><p>Sadoc volvió a decir a Joab: Sea</p><p>como sea, yo correré, te ruego,</p><p>tras el etíope. Y Joab dijo: Hijo</p><p>mío, ¿para qué has de correr tú,</p><p>si no recibirás recompensa por</p><p>las nuevas?</p><p>23 Pero él respondió: Sea como</p><p>sea, yo correré. Entonces le dijo:</p><p>Corre. Corrió, pues, Ahimaas,</p><p>por el camino de la llanura, y se</p><p>adelantó al etíope.</p><p>24 Y David estaba sentado en-</p><p>tre las dos puertas; y el atalaya</p><p>subió al terrado que estaba sobre</p><p>la puerta del muro, y alzando sus</p><p>ojos, miró y vio a un hombre que</p><p>corría solo.</p><p>25 El atalaya dio voces, y lo hizo</p><p>saber al rey. Y el rey dijo: Si viene</p><p>solo, buenas nuevas trae. En tanto</p><p>que él venía acercándose,</p><p>26 vio el atalaya a otro hombre</p><p>que corría; y dio voces el atalaya</p><p>al portero, diciendo: He aquí otro</p><p>hombre que corre solo. Y el rey</p><p>dijo: Éste también trae buenas</p><p>nuevas.</p><p>27 Y el atalaya dijo: Me parece</p><p>el correr del primero como el co-</p><p>rrer de Ahimaas hijo de Sadoc.</p><p>Y respondió el rey: Ése es hom-</p><p>bre de bien y viene con buenas</p><p>nuevas.</p><p>28 Entonces Ahimaas dijo en</p><p>alta voz al rey: Paz. Y se postró</p><p>sobre su rostro en tierra delante</p><p>del rey y dijo: Bendito sea Je-</p><p>hová tu Dios, que ha entregado</p><p>a los hombres que habían levan-</p><p>tado sus manos contra mi señor</p><p>el rey.</p><p>29 Y el rey dijo: ¿El joven Ab-</p><p>salón está bien? Y Ahimaas res-</p><p>pondió: Vi yo un gran alboroto</p><p>cuando envió Joab al siervo del</p><p>rey y a mí, tu siervo, pero no supe</p><p>qué era.</p><p>30 Y el rey dijo: Pasa, y ponte</p><p>allí. Y él pasó y se quedó de pie.</p><p>31 Y he aquí llegó el etíope y</p><p>dijo: Reciba buenas nuevas mi</p><p>señor el rey, porque hoy Jehová</p><p>te ha vindicado de la mano de</p><p>todos los que se habían levan-</p><p>tado contra ti.</p><p>32 El rey entonces dijo al etíope:</p><p>¿El joven Absalón está bien? Y el</p><p>etíope respondió: Como aquel</p><p>joven sean los enemigos de mi</p><p>señor el rey, y todos los que se</p><p>levanten contra ti para mal.</p><p>33 Entonces el rey se turbó, y</p><p>subió a la sala que estaba encima</p><p>de la puerta y lloró; y yendo, de-</p><p>cía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo</p><p>mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me</p><p>diera haber muerto yo en tu lu-</p><p>gar, Absalón, hijo mío, hijo mío!</p><p><br /></p><p>FUENTE: Publicada en los Estados Unidos de América</p><p><a href="http://www.scriptures.lds.org/es">www.scriptures.lds.org/es</a></p>jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-42471634352285691612020-09-03T13:52:00.004-05:002020-09-03T13:52:57.625-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 17 VERSOS 1 AL 29<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 17 VERSOS 1 AL 29<br />
<br />
CAPÍTULO 17<br />
Se rechaza el consejo de Ahitofel y<br />
se acepta el de Husai — Se da una<br />
advertencia a David y éste huye,<br />
pasando el Jordán — Ahitofel se<br />
ahorca — El pueblo se prepara para<br />
la guerra.<br />
ENTONCES Ahitofel dijo a Absa-<br />
lón: Yo escogeré ahora doce mil<br />
hombres, y me levantaré y perse-<br />
guiré a David esta noche.<br />
2 Y caeré sobre él cuando esté<br />
cansado y débil de manos; lo ate-<br />
morizaré y todo el pueblo que<br />
está con él huirá; y mataré sola-<br />
mente al rey.<br />
3 Así haré volver a ti a todo el<br />
pueblo. Y cuando ellos hayan<br />
vuelto (pues aquel hombre es el<br />
que tú buscas), todo el pueblo<br />
estará en paz.<br />
4 Este consejo pareció bien a<br />
Absalón y a todos los a ancianos<br />
de Israel.<br />
5 Y dijo Absalón: Llama también<br />
ahora a Husai, el arquita, para<br />
que también oigamos lo que él<br />
tenga que decir.<br />
6 Y cuando Husai vino a Absa-<br />
lón, le habló Absalón, diciendo:<br />
Así ha dicho Ahitofel; ¿seguire-<br />
mos su consejo, o no? Di tú.<br />
7 Entonces Husai dijo a Absa-<br />
lón: El consejo que ha dado esta<br />
vez Ahitofel no es bueno.<br />
8 Y añadió Husai: Tú sabes que<br />
tu padre y sus hombres son va-<br />
lientes y que están con amar-<br />
gura de ánimo, como la osa en<br />
el campo cuando le han quitado<br />
sus cachorros. Además, tu padre<br />
es hombre de guerra y no pasará<br />
la noche con el pueblo.<br />
9 He aquí, él estará ahora es-<br />
condido en alguna cueva o en<br />
otro lugar; y acontecerá que si al<br />
principio caen algunos de los tu-<br />
yos, cualquiera que lo oiga dirá:<br />
Ha habido una matanza entre el<br />
pueblo que sigue a Absalón.<br />
10 Y aun el hombre valiente,<br />
cuyo corazón sea como corazón<br />
de león, sin duda desmayará, por-<br />
que todo Israel sabe que tu padre<br />
es hombre valiente y que los que<br />
están con él son valientes.<br />
11 Aconsejo, pues, que todo Is-<br />
rael se reúna contigo, desde Dan<br />
hasta Beerseba, en multitud como<br />
la arena que está a la orilla del<br />
mar, y que tú en persona vayas<br />
a la batalla.<br />
12 Entonces le acometeremos en<br />
cualquier lugar donde se halle,<br />
y caeremos sobre él como cae el<br />
rocío sobre la tierra, y ni a él ni a<br />
ninguno de los que están con él<br />
dejaremos con vida.<br />
13 Y si se refugia en alguna ciu-<br />
dad, todos los de Israel lleva-<br />
rán sogas a aquella ciudad, y la<br />
arrastraremos hasta el arroyo,<br />
hasta que no se encuentre allí ni<br />
una piedra.<br />
14 Entonces Absalón y todos los<br />
hombres de Israel dijeron: El con-<br />
sejo de Husai, el arquita, es mejor<br />
que el a consejo de Ahitofel. Por-<br />
que Jehová había ordenado que<br />
el acertado consejo de Ahitofel se<br />
frustrara, para que Jehová hiciese<br />
venir el mal sobre Absalón.<br />
15 Dijo luego Husai a los<br />
sacerdotes Sadoc y Abiatar: Así<br />
y así aconsejó Ahitofel a Absalón<br />
y a los ancianos de Israel; y de<br />
esta manera aconsejé yo.<br />
16 Por tanto, enviad inmediata-<br />
mente y dad aviso a David, di-<br />
ciendo: No te quedes esta noche<br />
en los llanos del desierto, sino<br />
pasa en seguida el Jordán, para<br />
que el rey no sea destruido y todo<br />
el pueblo que está con él.<br />
17 Y Jonatán y Ahimaas esta-<br />
ban junto a la fuente de Rogel, y<br />
una criada fue y les avisó, por-<br />
que ellos no podían dejarse ver<br />
entrando en la ciudad; y ellos<br />
fueron y se lo comunicaron al<br />
rey David.<br />
18 Pero fueron vistos por un jo-<br />
ven, el cual avisó a Absalón; sin<br />
embargo, los dos se dieron prisa<br />
en caminar y llegaron a casa de<br />
un hombre en Bahurim que tenía<br />
un pozo en su patio, dentro del<br />
cual se metieron.<br />
19 Y la mujer de la casa tomó<br />
una manta y la extendió sobre<br />
la boca del pozo, y tendió sobre<br />
ella el grano trillado; y no se no-<br />
taba nada.<br />
20 Y cuando llegaron los cria-<br />
dos de Absalón a la casa de la<br />
mujer, le dijeron: ¿Dónde están<br />
Ahimaas y Jonatán? Y la mujer<br />
les respondió: Ya han pasado el<br />
vado de las aguas. Y como ellos<br />
los buscaron y no los hallaron,<br />
volvieron a Jerusalén.<br />
21 Y sucedió que después que<br />
ellos se hubieron ido, aquéllos<br />
salieron del pozo y se fueron y<br />
dieron aviso al rey David, y le<br />
dijeron: Levantaos y daos prisa<br />
a pasar las aguas, porque Ahi-<br />
tofel ha dado tal consejo contra<br />
vosotros.<br />
22 Entonces David se levantó,<br />
y todo el pueblo que estaba con<br />
él, y pasaron el Jordán antes que<br />
amaneciese; ni siquiera faltó uno<br />
que no pasase el Jordán.<br />
23 Y Ahitofel, viendo que no se<br />
había seguido su consejo, ensilló<br />
su asno, y se levantó y se fue a<br />
su casa en su ciudad; y después<br />
de poner su casa en orden, se<br />
ahorcó y murió, y fue sepultado<br />
en el sepulcro de su padre.<br />
24 Y David llegó a Mahanaim, y<br />
Absalón pasó el Jordán con toda<br />
la gente de Israel.<br />
25 Y Absalón nombró a a Amasa<br />
jefe del ejército en lugar de b Joab.<br />
Amasa era hijo de un hombre<br />
de Israel llamado Itra, el cual se<br />
había llegado a Abigail hija de<br />
Nahas, hermana de Sarvia, ma-<br />
dre de Joab.<br />
26 Y acampó Israel con Absalón<br />
en la tierra de Galaad.<br />
27 Y aconteció que cuando Da-<br />
vid llegó a Mahanaim, Sobi hijo<br />
de Nahas, de Rabá de los hijos de<br />
Amón, y Maquir hijo de Amiel<br />
de Lodebar, y a Barzilai galaadita<br />
de Rogelim<br />
28 trajeron camas, y tazas, y va-<br />
sijas de barro, y trigo, y cebada, y<br />
harina, y grano tostado, y habas, y<br />
lentejas, y garbanzos tostados,<br />
29 y miel, y mantequilla, y ove-<br />
jas y quesos de vaca, para que<br />
comiesen, porque dijeron: El pue-<br />
blo está hambriento, y cansado y<br />
sediento en el desierto.<br />
<br />
Fuente: <br />
<a href="http://www.scriptures.lds.org/es">www.scriptures.lds.org/es</a></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-27174732851405233922020-09-01T13:50:00.000-05:002020-09-01T13:50:55.134-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL capitulo 16 versos 1 al 23<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL capitulo 16 versos 1 al 23<br />
<br />
CAPÍTULO 16<br />
maldice a David — Ahitofel acon-<br />
seja a Absalón y éste se llega a las<br />
concubinas de su padre.<br />
Y CUANDO David hubo pasado<br />
un poco más allá de la cumbre del<br />
monte, he aquí que Siba, el criado<br />
de Mefi-boset, salió a recibirle con<br />
un par de asnos ensillados, y so-<br />
bre ellos doscientos panes, y cien<br />
racimos de pasas, y cien frutas de<br />
verano y un cuero de vino.<br />
2 Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es<br />
esto? Y Siba respondió: Los as-<br />
nos son para que monte la fami-<br />
lia del rey; los panes y las pasas,<br />
para que coman los criados; y el<br />
vino, para que beban los que se<br />
cansen en el desierto.<br />
3 Y dijo el rey: ¿Dónde está el<br />
hijo de tu señor? Y Siba respon-<br />
dió al rey: He aquí que él se ha<br />
quedado en Jerusalén, porque<br />
ha dicho: Hoy me devolverá<br />
la casa de Israel el reino de mi<br />
padre.<br />
4 Entonces el rey dijo a Siba: He<br />
aquí, sea tuyo todo lo que tiene<br />
Mefi-boset. Y respondió Siba, in-<br />
clinándose: Rey y señor mío, halle<br />
yo gracia delante de ti.<br />
5 Y vino el rey David hasta Ba-<br />
hurim; y he aquí, salía uno de la<br />
familia de la casa de Saúl, el cual<br />
se llamaba a Simei hijo de Gera; y<br />
salía b maldiciendo<br />
6 y arrojando piedras contra<br />
David y contra todos los siervos<br />
del rey David; y todo el pueblo<br />
y todos los hombres valien-<br />
tes estaban a su derecha y a su<br />
izquierda.<br />
7 Y decía Simei, maldiciéndole:<br />
¡Fuera, fuera, hombre sanguina-<br />
rio y a perverso!<br />
8 Jehová te ha dado el pago<br />
de toda la sangre de la casa de<br />
Saúl, en lugar del cual tú has rei-<br />
nado, y Jehová ha entregado el<br />
reino en manos de tu hijo Ab-<br />
salón; y hete aquí sorprendido en<br />
tu maldad, porque eres hombre<br />
sanguinario.<br />
9 Entonces Abisai hijo de Sarvia<br />
dijo al rey: ¿Por qué maldice este<br />
perro muerto a mi señor el rey?<br />
Yo te ruego que me dejes pasar<br />
y le cortaré la cabeza.<br />
10 Y el rey respondió: ¿Qué<br />
tengo yo que ver con vosotros,<br />
hijos de Sarvia? Si él maldice así<br />
es porque Jehová le ha dicho que<br />
maldiga a David. ¿Quién, pues,<br />
le dirá: ¿Por qué haces esto?<br />
11 Y dijo David a Abisai y a<br />
todos sus siervos: He aquí, mi<br />
hijo que ha salido de mis entra-<br />
ñas acecha mi vida; ¿cuánto más<br />
ahora un hijo de Benjamín? De-<br />
jadle que maldiga, pues Jehová<br />
se lo ha dicho.<br />
12 Quizá Jehová mire mi aflic-<br />
ción, y a me dé Jehová bien por<br />
sus maldiciones de hoy.<br />
13 Y mientras David y los suyos<br />
iban por el camino, Simei iba por<br />
el lado del monte delante de él,<br />
andando y maldiciendo, y arro-<br />
jando piedras delante de él y es-<br />
parciendo polvo.<br />
14 Y el rey y todo el pueblo que<br />
con él estaba llegaron fatigados,<br />
y descansaron allí.<br />
15 Y Absalón y todo el pueblo,<br />
los hombres de Israel, entraron en<br />
Jerusalén, y con él Ahitofel.<br />
16 Y acaeció que cuando Hu-<br />
sai, el arquita, amigo de David,<br />
hubo llegado donde estaba Ab-<br />
salón, le dijo Husai: ¡Viva el rey,<br />
viva el rey!<br />
17 Y Absalón dijo a Husai: ¿Es<br />
éste tu agradecimiento para con<br />
tu amigo? ¿Por qué no fuiste con<br />
tu amigo?<br />
18 Y Husai respondió a Absalón:<br />
No, sino que al que elija Jehová y<br />
este pueblo y todos los hombres<br />
de Israel, de aquél seré yo, y con<br />
él me quedaré.<br />
19 Y además, ¿a quién había yo<br />
de servir? ¿No es a su hijo? Como<br />
he servido delante de tu padre,<br />
así seré delante de ti.<br />
20 Después dijo Absalón a Ahi-<br />
tofel: Dad vuestro consejo sobre<br />
lo que debemos hacer.<br />
21 Y Ahitofel dijo a Absalón:<br />
Llégate a las a concubinas de tu<br />
padre, que él dejó para guardar<br />
la casa; y todo el pueblo de Israel<br />
oirá que te has hecho aborrecible<br />
a tu padre, y así se fortalecerán<br />
las manos de todos los que están<br />
contigo.<br />
22 Entonces pusieron una tienda<br />
para a Absalón sobre el terrado, y<br />
se llegó Absalón a las concubi-<br />
nas de su padre ante los ojos de<br />
todo Israel.<br />
23 Y el consejo que daba a Ahi-<br />
tofel en aquellos días era como si<br />
se consultara la palabra de Dios.<br />
Así era considerado el consejo de<br />
Ahitofel, tanto por David como<br />
por Absalón.<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">2009 por Intellectual Reserve, Inc.</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">Todos los derechos reservados</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">/2009</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">www.scriptures.lds.org/es</span></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-26198737194892060102020-08-17T12:04:00.000-05:002020-08-17T12:07:59.592-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 15 VERSOS 1 AL 37<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 15 VERSOS 1 AL 37<br />
<br />
CAPÍTULO 15<br />
Absalón conspira contra David y<br />
consigue el apoyo del pueblo —<br />
David huye y Absalón entra en<br />
Jerusalén.<br />
ACONTECIÓ después de esto que<br />
Absalón se hizo de un carro, y ca-<br />
ballos y cincuenta hombres que<br />
corriesen delante de él.<br />
2 Y se levantaba a Absalón de<br />
mañana y se ponía a un lado del<br />
camino que va a la puerta; y a<br />
cualquiera que tenía pleito y ve-<br />
nía ante el rey a juicio, Absalón<br />
le llamaba y le decía: ¿De qué<br />
ciudad eres? Y él respondía: Tu<br />
siervo es de una de las tribus de<br />
Israel.<br />
3 Entonces Absalón le decía:<br />
Mira, tus palabras son buenas<br />
y justas, pero no tienes quien te<br />
oiga de parte del rey.<br />
4 Y decía Absalón: ¡Quién me<br />
pusiera por juez en esta tierra,<br />
para que viniesen a mí todos los<br />
que tienen pleito o asunto, y yo<br />
les haría justicia!<br />
5 Y acontecía que cuando al-<br />
guno se acercaba para inclinarse<br />
ante él, él extendía su mano, y lo<br />
abrazaba y lo besaba.<br />
6 Y de esta manera hacía con to-<br />
dos los de Israel que venían al rey<br />
a juicio, y así les robaba Absalón<br />
el corazón a los de Israel.<br />
7 Y aconteció que al cabo de<br />
a cuarenta años, Absalón dijo al<br />
rey: Yo te ruego que me permitas<br />
ir a Hebrón a pagar mi voto que<br />
he prometido a Jehová.<br />
8 Porque tu siervo hizo voto<br />
cuando estaba en Gesur, en Si-<br />
ria, diciendo: Si Jehová me hace<br />
volver a Jerusalén, yo serviré a<br />
Jehová.<br />
9 Y el rey le dijo: Ve en paz. Y él<br />
se levantó y se fue a Hebrón.<br />
10 Pero envió Absalón espías<br />
por todas las tribus de Israel, di-<br />
ciendo: Cuando oigáis el sonido<br />
de la trompeta, diréis: Absalón<br />
reina en Hebrón.<br />
11 Y fueron con Absalón dos-<br />
cientos hombres de Jerusalén con-<br />
vidados por él, los cuales iban<br />
inocentemente, sin saber nada.<br />
12 También, Absalón mandó<br />
buscar a a Ahitofel, el gilonita,<br />
b consejero de David, de Gilo su<br />
ciudad, mientras ofrecía sus sa-<br />
crificios. Y la c conspiración vino a<br />
ser grande, pues iba aumentando<br />
el pueblo que seguía a Absalón.<br />
13 Y un mensajero vino a David,<br />
diciendo: El corazón de todo Is-<br />
rael se va tras Absalón.<br />
14 Entonces David dijo a todos<br />
sus siervos que estaban con él en<br />
Jerusalén: Levantaos y huyamos,<br />
porque no podremos escapar de-<br />
lante de Absalón; daos prisa a<br />
partir, no sea que apresurándose<br />
él nos alcance, y arroje el mal so-<br />
bre nosotros y hiera la ciudad a<br />
filo de espada.<br />
15 Y los siervos del rey dijeron<br />
al rey: He aquí, tus siervos están<br />
listos para todo lo que nuestro<br />
señor el rey decida.<br />
16 El rey entonces salió, con toda<br />
su familia en pos de él. Y dejó el<br />
rey a diez mujeres a concubinas<br />
para que guardasen la casa.<br />
17 Salió, pues, el rey con todo el<br />
pueblo que le seguía, y se detu-<br />
vieron en un a lugar distante.<br />
18 Y todos sus siervos pasaban<br />
a su lado, con todos los cereteos<br />
y peleteos; y todos los geteos,<br />
seiscientos hombres que habían<br />
venido a pie desde Gat, iban de-<br />
lante del rey.<br />
19 Y dijo el rey a Itai, el geteo:<br />
¿Para qué vienes tú también con<br />
nosotros? Vuelve y quédate con<br />
el rey, porque tú eres extranjero y<br />
desterrado también de tu lugar.<br />
20 Ayer viniste, ¿y he de ha-<br />
cer hoy que andes de aquí para<br />
allá para ir con nosotros? Yo voy<br />
adonde pueda; tú vuelve y haz<br />
volver a tus hermanos, y que la<br />
misericordia y la verdad sean<br />
contigo.<br />
21 Y respondió Itai al rey, di-<br />
ciendo: Vive Dios, y vive mi señor<br />
el rey, que, o para muerte o para<br />
vida, donde esté mi señor el rey,<br />
allí estará también tu siervo.<br />
2 SAMUEL 15:22–37<br />
22 Entonces David dijo a Itai:<br />
Ven, pues, y pasa adelante. Y pasó<br />
Itai, el geteo, y todos sus hombres<br />
y toda su familia.<br />
23 Y todo el país lloraba en alta<br />
voz; pasó luego toda la gente el<br />
torrente Cedrón; asimismo pasó<br />
el rey, y todo el pueblo pasó al<br />
camino que va al desierto.<br />
24 Y he aquí, también iba a Sa-<br />
doc, y con él todos los levitas que<br />
llevaban el arca del convenio de<br />
Dios; y asentaron el arca del con-<br />
venio de Dios. Y subió b Abiatar<br />
después que todo el pueblo hubo<br />
acabado de salir de la ciudad.<br />
25 Pero dijo el rey a Sadoc: Haz<br />
volver el arca de Dios a la ciu-<br />
dad; si yo hallo gracia ante los<br />
ojos de Jehová, él me hará vol-<br />
ver y me permitirá ver el arca y<br />
su morada.<br />
26 Y si dice: No me complazco<br />
en ti; heme aquí, que haga de mí<br />
lo que bien le parezca.<br />
27 Dijo además el rey al sacer-<br />
dote Sadoc: ¿No eres tú el a vi-<br />
dente? Vuelve en paz a la ciudad,<br />
y vuelvan con vosotros vuestros<br />
dos hijos: tu hijo Ahimaas y Jo-<br />
natán hijo de Abiatar.<br />
28 Mirad, yo me detendré en<br />
los llanos del desierto, hasta que<br />
venga respuesta de vosotros que<br />
me dé noticias.<br />
29 Entonces Sadoc y Abiatar<br />
hicieron volver el arca de Dios a<br />
Jerusalén y se quedaron allá.<br />
30 Y David subió la cuesta de<br />
los Olivos; y la subió llorando,<br />
llevando la a cabeza cubierta y los<br />
pies descalzos. También todo el<br />
pueblo que iba con él cubrió cada<br />
uno su cabeza, e iban llorando<br />
mientras subían.<br />
31 Y dieron aviso a David, di-<br />
ciendo: Ahitofel está entre los<br />
que conspiraron con Absalón.<br />
Entonces dijo David: Entorpece<br />
ahora, oh Jehová, el a consejo de<br />
Ahitofel.<br />
32 Y aconteció que cuando Da-<br />
vid llegó a la cumbre del monte<br />
donde se adoraba a Dios, he aquí,<br />
Husai, el arquita, le salió al en-<br />
cuentro, trayendo rasgada su<br />
ropa y tierra sobre su cabeza.<br />
33 Y le dijo David: Si vienes con-<br />
migo, me serás una carga;<br />
34 pero si vuelves a la ciudad y<br />
le dices a Absalón: Rey, yo seré tu<br />
siervo; como hasta aquí he sido<br />
siervo de tu padre, así seré ahora<br />
siervo tuyo, entonces tú harás<br />
nulo el consejo de Ahitofel.<br />
35 ¿No estarán allí contigo los<br />
sacerdotes Sadoc y Abiatar? Por<br />
tanto, todo lo que oigas en la casa<br />
del rey, se lo comunicarás a los<br />
sacerdotes Sadoc y Abiatar.<br />
36 Y he aquí que están con ellos<br />
sus dos hijos, Ahimaas el de Sa-<br />
doc, y Jonatán el de Abiatar; por<br />
medio de ellos me enviaréis aviso<br />
de todo lo que oigáis.<br />
37 Así fue Husai, amigo de Da-<br />
vid, a la ciudad; y Absalón entró<br />
en Jerusalén.<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">/2009</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">www.scriptures.lds.org/es</span></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-6896546440802281482020-08-12T16:48:00.000-05:002020-08-12T16:48:47.563-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 14 VERSOS 1 AL 53 <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 14 VERSOS 1 AL 53<br />
<br />
CAPÍTULO 14<br />
Al cabo de tres años, Joab hace arre-<br />
glos para traer a Absalón a casa,<br />
valiéndose de una estratagema —<br />
Después de haber transcurrido dos<br />
años más, Absalón ve al rey y se<br />
reconcilian.<br />
Y CONOCIENDO Joab hijo de Sar-<br />
via que el corazón del rey se<br />
inclinaba por Absalón,<br />
2 envió Joab y mandó traer de<br />
Tecoa a una mujer sabia, y le dijo:<br />
Yo te ruego que finjas estar de<br />
duelo y te vistas de ropas de luto,<br />
y que no te unjas con aceite, sino<br />
finge ser mujer que hace mucho<br />
tiempo está de luto por algún<br />
muerto;<br />
3 y al entrar ante el rey, habla<br />
con él de esta manera. Y puso<br />
Joab las palabras en su boca.<br />
4 Y cuando entró aquella mujer<br />
de Tecoa ante el rey, se postró en<br />
tierra sobre su rostro, hizo reve-<br />
rencia y dijo: ¡Socorro, oh rey!<br />
5 Y el rey le dijo: ¿Qué tienes?<br />
Y ella respondió: Yo a la verdad<br />
soy una mujer viuda, pues mi<br />
marido ha muerto.<br />
6 Y tu sierva tenía dos hijos, y<br />
los dos riñeron en el campo; y no<br />
habiendo quien los separara, uno<br />
hirió al otro y lo mató.<br />
7 Y he aquí que toda la familia<br />
se ha levantado contra tu sierva,<br />
diciendo: Entrega al que mató a<br />
su hermano, para que le mate-<br />
mos por la vida de su hermano<br />
a quien él mató, y destruyamos<br />
también al heredero. Así apaga-<br />
rán la brasa que me ha quedado,<br />
no dejando a mi marido nombre<br />
ni remanente sobre la tierra.<br />
8 Entonces el rey dijo a la mujer:<br />
Vete a tu casa, y yo daré órdenes<br />
con respecto a ti.<br />
9 Y la mujer de Tecoa dijo al<br />
rey: ¡Rey y señor mío, la maldad<br />
sea sobre mí y sobre la casa de<br />
mi padre! Pero el rey y su trono<br />
sean sin culpa.<br />
10 Y el rey dijo: Al que hable<br />
contra ti, tráelo ante mí, que no<br />
te tocará más.<br />
11 Dijo ella entonces: Te ruego,<br />
oh rey, que te acuerdes de Jehová<br />
tu Dios, para que el a vengador de<br />
la sangre no aumente el daño, no<br />
sea que destruya a mi hijo. Y él<br />
respondió: Vive Jehová, que no<br />
caerá en tierra ni un cabello de la<br />
cabeza de tu hijo.<br />
12 Y la mujer dijo: Te ruego que<br />
permitas que hable tu criada una<br />
palabra a mi señor el rey. Y él<br />
dijo: Habla.<br />
13 Entonces la mujer dijo: ¿Por<br />
qué, pues, has pensado tú cosa<br />
semejante contra el pueblo de<br />
Dios? Porque al decir el rey estas<br />
palabras se culpa a sí mismo, por<br />
cuanto el rey no hace volver a su<br />
desterrado.<br />
14 Porque de cierto morimos y<br />
somos como aguas derramadas<br />
por tierra, que no pueden vol-<br />
ver a recogerse; ni Dios quita la<br />
vida, sino que proporciona me-<br />
dios para que el desterrado no<br />
sea de él a excluido.<br />
15 Y si yo he venido ahora<br />
para decir esto al rey mi se-<br />
ñor, es porque el pueblo me<br />
ha atemorizado. Y tu sierva<br />
se dijo: Hablaré ahora al rey;<br />
quizá él haga lo que su sierva<br />
le diga.<br />
16 Pues el rey oirá para librar<br />
a su sierva de mano del hombre<br />
que me quiere destruir a mí, y a<br />
mi hijo juntamente, de la here-<br />
dad de Dios.<br />
17 Tu sierva, pues, dice: Sea<br />
ahora de consuelo la respuesta<br />
de mi señor el rey, pues mi señor<br />
el rey es como un ángel de Dios<br />
para a discernir entre lo bueno y<br />
lo malo. Que Jehová tu Dios sea<br />
contigo.<br />
18 Entonces el rey respondió y<br />
dijo a la mujer: Yo te ruego que<br />
no me encubras nada de lo que<br />
yo te pregunte. Y la mujer dijo:<br />
Hable mi señor el rey.<br />
19 Y el rey dijo: ¿No está la mano<br />
de Joab contigo en todas estas co-<br />
sas? Y la mujer respondió y dijo:<br />
Vive tu alma, rey señor mío, que<br />
no hay que apartarse ni a derecha<br />
ni a izquierda de todo lo que mi<br />
señor el rey ha hablado, porque<br />
tu siervo Joab me mandó, y él<br />
puso en boca de tu sierva todas<br />
estas palabras;<br />
20 para cambiar el aspecto de<br />
las cosas, Joab, tu siervo, lo ha<br />
hecho; pero mi señor es sabio,<br />
conforme a la sabiduría de un<br />
ángel de Dios, para conocer todo<br />
lo que hay en la tierra.<br />
21 Entonces el rey dijo a Joab:<br />
He aquí, yo hago esto: Ve y haz<br />
volver al joven Absalón.<br />
22 Y Joab se postró en tierra so-<br />
bre su rostro e a hizo reverencia, y<br />
después que bendijo al rey, dijo:<br />
Hoy ha entendido tu siervo que<br />
he hallado gracia ante tus ojos,<br />
rey y señor mío; pues ha hecho el<br />
rey lo que su siervo ha dicho.<br />
23 Se levantó luego Joab, y<br />
fue a Gesur y trajo a Absalón a<br />
Jerusalén.<br />
24 Mas el rey dijo: Váyase él a<br />
su casa y no vea mi rostro. Y vol-<br />
vió Absalón a su casa y no vio el<br />
rostro del rey.<br />
25 Y no había en todo Israel<br />
hombre tan alabado por su her-<br />
mosura como Absalón; desde la<br />
planta de su pie hasta su coronilla<br />
no había en él defecto.<br />
26 Y cuando se cortaba el cabe-<br />
llo (lo cual hacía al fin de cada<br />
año, pues le causaba molestia, y<br />
por eso se lo cortaba), pesaba el<br />
cabello de su cabeza doscientos<br />
siclos de peso real.<br />
27 Y le nacieron a Absalón tres<br />
hijos y una hija, que se llamó<br />
Tamar, la cual era de hermoso<br />
semblante.<br />
28 Y estuvo Absalón por espacio<br />
de dos años en Jerusalén y no vio<br />
el rostro del rey.<br />
29 Y Absalón mandó buscar a<br />
Joab para enviarlo al rey, pero<br />
él no quiso venir a él; y envió a<br />
buscarlo por segunda vez, pero<br />
tampoco quiso venir.<br />
30 Entonces dijo a sus siervos:<br />
Mirad, el campo de Joab está<br />
junto a mi lugar, y allí tiene su<br />
cebada; id y prendedle fuego; y<br />
los siervos de Absalón prendie-<br />
ron fuego al campo.<br />
31 Entonces se levantó Joab, y<br />
fue a casa de Absalón y le dijo:<br />
¿Por qué han prendido fuego tus<br />
siervos a mi campo?<br />
32 Y Absalón respondió a Joab:<br />
He aquí, yo he enviado por ti, di-<br />
ciendo que vinieses acá, a fin de<br />
enviarte yo al rey a decirle: ¿Para<br />
qué vine de Gesur? Mejor me hu-<br />
biera sido quedarme allá. Vea yo<br />
ahora el rostro del rey; y si hay<br />
pecado en mí, que me mate.<br />
33 Fue, pues, Joab al rey y se<br />
lo hizo saber. Entonces llamó a<br />
Absalón, el cual vino al rey, y se<br />
postró sobre su rostro en tierra<br />
delante del rey; y el rey besó a<br />
Absalón.<br />
<br />
Fuente: <a href="http://www.scriptures.lds.org/es">www.scriptures.lds.org/es</a></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-66567553629264488892020-07-18T12:27:00.002-05:002020-07-18T12:27:47.705-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 13 VERSOS 1 AL 39 CAPÍTULO 13<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 13 VERSOS 1 AL 39<br />
<br />
CAPÍTULO 13<br />
Amnón ama a Tamar, su hermana,<br />
y, por estratagema, la fuerza — Se<br />
le da muerte por mandato de Absa-<br />
lón — Absalón huye a Gesur.<br />
<br />
ACONTECIÓ después de esto que,<br />
teniendo Absalón hijo de David<br />
una hermana muy hermosa que<br />
se llamaba a Tamar, Amnón hijo de<br />
David se enamoró de ella.<br />
2 Y Amnón estaba tan angus-<br />
tiado que se puso enfermo por<br />
su hermana Tamar; pues, por ser<br />
ella a virgen, le parecía difícil a<br />
Amnón hacerle algo.<br />
3 Y Amnón tenía un amigo que<br />
se llamaba Jonadab hijo de Simea,<br />
hermano de David; y Jonadab era<br />
un hombre muy astuto.<br />
4 Y éste le dijo: Hijo del rey, ¿por<br />
qué de día en día vas enflaque-<br />
ciendo así? ¿No me lo descubri-<br />
rás a mí? Y Amnón le respondió:<br />
Yo a amo a Tamar, la hermana de<br />
Absalón, mi hermano.<br />
5 Y Jonadab le dijo: Acués-<br />
tate en tu cama y finge que es-<br />
tás enfermo; y cuando tu padre<br />
venga a visitarte, dile: Te ruego<br />
que venga mi hermana Tamar,<br />
para que me dé de comer, y pre-<br />
pare delante de mí una comida,<br />
para que yo la vea y coma de<br />
su mano.<br />
6 Se acostó, pues, Amnón, y fin-<br />
gió que estaba enfermo, y vino<br />
el rey a visitarle; y dijo Amnón<br />
al rey: Yo te ruego que venga mi<br />
hermana Tamar y haga delante<br />
de mí dos panes, para que coma<br />
yo de su mano.<br />
7 Y David envió a Tamar a su<br />
casa, diciendo: Ve ahora a casa<br />
de Amnón, tu hermano, y hazle<br />
de comer.<br />
8 Y fue Tamar a casa de su her-<br />
mano Amnón, el cual estaba acos-<br />
tado; y tomó harina, y la amasó<br />
e hizo panes delante de él y los<br />
coció.<br />
9 Tomó luego la sartén y los sacó<br />
delante de él; pero él no quiso co-<br />
mer. Y dijo Amnón: Echad fuera<br />
de aquí a todos. Y todos salieron<br />
de allí.<br />
10 Entonces Amnón dijo a Ta-<br />
mar: Trae la comida a la alcoba<br />
para que yo coma de tu mano.<br />
Y tomando Tamar los panes que<br />
había cocido, los llevó a su her-<br />
mano Amnón a la alcoba.<br />
11 Y cuando ella se los puso de-<br />
lante para que comiese, él a asió<br />
de ella, diciéndole: Ven, hermana<br />
mía, acuéstate conmigo.<br />
12 Ella entonces le respondió:<br />
No, hermano mío, no me a fuerces,<br />
porque no se debe hacer así en<br />
Israel. No hagas tal b vileza.<br />
13 Porque, ¿adónde iría yo con<br />
mi deshonra? Y aun tú serías es-<br />
timado como uno de los perversos<br />
en Israel. Te ruego, pues, ahora,<br />
que hables al rey, porque él no<br />
me negará a ti.<br />
14 Pero él no la quiso oír, sino<br />
que, pudiendo más que ella, la<br />
forzó y se acostó con ella.<br />
15 Después Amnón la a aborre-<br />
ció con tan gran aborrecimiento,<br />
que el odio con que la aborreció<br />
fue mayor que el amor con que<br />
la había amado. Y le dijo Amnón:<br />
Levántate y vete.<br />
16 Y ella le respondió: No hay<br />
razón; mayor mal es éste de<br />
echarme que el que me has he-<br />
cho. Pero él no la quiso oír,<br />
17 sino que, llamando a su<br />
criado que le servía, le dijo:<br />
Échame a ésta fuera de aquí y<br />
cierra la puerta tras ella.<br />
18 Y ella llevaba puesto un<br />
a vestido de colores, un traje que<br />
vestían las hijas vírgenes de los<br />
reyes. Y su criado la echó fuera<br />
y cerró la puerta tras ella.<br />
19 Entonces Tamar tomó ce-<br />
niza y la esparció sobre su ca-<br />
beza, y rasgó la ropa de colores<br />
que llevaba puesta y, con las<br />
manos sobre su cabeza, se fue<br />
gritando.<br />
20 Y le dijo su hermano<br />
Absalón: ¿Ha estado contigo tu<br />
hermano Amnón? Calla pues,<br />
ahora, hermana mía; tu hermano<br />
es. No se angustie tu corazón por<br />
esto. Y se quedó Tamar descon-<br />
solada en casa de su hermano<br />
Absalón.<br />
21 Y cuando el rey David oyó<br />
todo esto, se enojó mucho.<br />
22 Pero Absalón no habló con<br />
Amnón ni malo ni bueno, pues<br />
Absalón aborrecía a Amnón, por-<br />
que había forzado a su hermana<br />
Tamar.<br />
23 Y aconteció que, pasados dos<br />
años, Absalón tenía esquiladores<br />
en Baal-hazor, que está junto a<br />
Efraín; y convidó Absalón a to-<br />
dos los hijos del rey.<br />
24 Y vino Absalón al rey y le<br />
dijo: He aquí, tu siervo tiene<br />
ahora esquiladores; yo ruego<br />
que venga el rey y sus siervos<br />
con tu siervo.<br />
25 Y respondió el rey a Absalón:<br />
No, hijo mío, no iremos todos,<br />
para no ser una carga para ti. Y<br />
aunque le insistió, no quiso ir,<br />
mas le bendijo.<br />
26 Entonces dijo Absalón: Si no,<br />
te ruego que venga Amnón, mi<br />
hermano, con nosotros. Y el rey<br />
le respondió: ¿Para qué ha de ir<br />
contigo?<br />
27 Y como Absalón le insistió,<br />
dejó ir con él a Amnón y a todos<br />
los hijos del rey.<br />
28 Y Absalón dio órdenes a<br />
sus criados, diciendo: Ahora bien,<br />
mirad cuando el corazón de Am-<br />
nón esté a alegre por el vino; y<br />
cuando yo os diga: Herid a Am-<br />
nón, entonces b matadle; y no<br />
temáis, pues yo os lo he man-<br />
dado. Esforzaos, pues, y sed<br />
valientes.<br />
29 Y los criados de Absalón hi-<br />
cieron con Amnón como Absa-<br />
lón lo había mandado. Entonces<br />
se levantaron todos los hijos del<br />
rey, y montó cada uno en su mula<br />
y huyeron.<br />
30 Y aconteció que cuando es-<br />
taban ellos aún en camino, llegó<br />
a David el rumor que decía:<br />
Absalón ha matado a todos los<br />
hijos del rey, y ninguno de ellos<br />
ha quedado.<br />
31 Entonces se levantó David,<br />
y rasgó sus vestidos y se echó en<br />
tierra, y todos sus criados presen-<br />
tes rasgaron sus vestidos.<br />
32 Y Jonadab hijo de Simea,<br />
hermano de David, habló y dijo:<br />
No diga mi señor que han dado<br />
muerte a todos los jóvenes hi-<br />
jos del rey, pues sólo Amnón ha<br />
sido muerto; porque en boca de<br />
Absalón estaba decidido desde<br />
el día en que Amnón forzó a su<br />
hermana Tamar.<br />
33 Por tanto, ahora no ponga<br />
mi señor el rey en su corazón<br />
ese rumor que dice: Todos los<br />
hijos del rey han sido muertos,<br />
porque sólo Amnón ha sido<br />
muerto.<br />
34 Y Absalón huyó. Y el joven<br />
que estaba en el atalaya alzó los<br />
ojos y miró, y he aquí que mucha<br />
gente venía por el camino que<br />
estaba a sus espaldas, del lado<br />
del monte.<br />
35 Y dijo Jonadab al rey: He allí<br />
los hijos del rey que vienen, tal<br />
como tu siervo ha dicho.<br />
36 Y aconteció que cuando él<br />
acabó de hablar, he aquí que<br />
los hijos del rey llegaron, y al-<br />
zando su voz, lloraron. Y tam-<br />
bién el mismo rey y todos sus<br />
siervos lloraron con muy grandes<br />
lamentos.<br />
37 Pero Absalón huyó y se fue<br />
a Talmai hijo de Amiud, rey de<br />
Gesur. Y David lloraba por su hijo<br />
todos los días.<br />
38 Así Absalón huyó, y se fue a<br />
Gesur y estuvo allá tres años.<br />
39 Y el rey David ansiaba ver<br />
a Absalón, porque ya se ha-<br />
bía consolado de la muerte de<br />
Amnón<br />
<br />
Fuente: <a href="http://www.scriptures.lds.org/es">www.scriptures.lds.org/es</a></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-54088384187765324242020-07-16T13:29:00.000-05:002020-07-16T13:29:09.010-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 12 VERSOS 1 AL 31<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<b>SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 12 VERSOS 1 AL 31</b><br />
<br />
Natán narra a David la parábola de<br />
la corderita — Jehová dio muchas<br />
esposas a David, que llega a ser mal-<br />
decido por haber tomado a Betsabé<br />
— David ayuna y ora por su hijo,<br />
pero Jehová se lleva al niño — Nace<br />
Salomón — David conquista la ciu-<br />
dad real de los amonitas.<br />
Y JEHOVÁ envió a a Natán ante<br />
David; y fue a él y le dijo: Había<br />
dos hombres en una ciudad, el<br />
uno rico y el otro pobre.<br />
2 El rico tenía numerosas ove-<br />
jas y vacas,<br />
3 pero el pobre no tenía más<br />
que una sola corderita, que él<br />
había comprado y criado, y que<br />
había crecido con él y con sus hi-<br />
jos juntamente, comiendo de su<br />
bocado, y bebiendo de su vaso, y<br />
durmiendo en su seno; y la tenía<br />
como a una hija.<br />
4 Y vino uno de camino al hom-<br />
bre rico, y éste no quiso tomar de<br />
sus ovejas ni de sus vacas, para<br />
guisar para el caminante que ha-<br />
bía venido a él, sino que tomó la<br />
corderita de aquel hombre pobre<br />
y la guisó para aquel que había<br />
venido a él.<br />
5 Entonces se encendió el furor<br />
de David en gran manera con-<br />
tra aquel hombre y dijo a Natán:<br />
¡Vive Jehová, que el que tal hizo<br />
es digno de muerte!<br />
6 Y él debe pagar a cuatro veces<br />
por la corderita, porque hizo tal<br />
cosa y no tuvo misericordia.<br />
7 Entonces dijo Natán a David:<br />
Tú eres aquel hombre. Así ha di-<br />
cho Jehová Dios de Israel: Yo te<br />
ungí rey sobre Israel, y te libré de<br />
manos de Saúl,<br />
8 y te di la casa de tu señor y las<br />
mujeres de tu señor en tu seno;<br />
además te di la casa de Israel y de<br />
Judá; y como si esto fuera poco, te<br />
habría añadido mucho más.<br />
9 ¿Por qué, pues, a tuviste en<br />
poco la palabra de Jehová, ha-<br />
ciendo lo malo delante de sus<br />
ojos? A Urías, el heteo, b heriste a<br />
espada, y tomaste por esposa a<br />
su c esposa, y a él lo mataste con la<br />
espada de los hijos de Amón.<br />
10 Por lo cual ahora la a espada<br />
no se apartará jamás de tu casa,<br />
por cuanto me menospreciaste y<br />
tomaste la esposa de Urías, el he-<br />
teo, para que fuese tu esposa.<br />
11 Así ha dicho Jehová: He aquí,<br />
yo haré levantar a el mal sobre<br />
ti de tu misma casa, y tomaré<br />
tus esposas delante de tus ojos<br />
y las daré a tu prójimo, el que<br />
yacerá con tus esposas a la vista<br />
del sol.<br />
12 Porque tú lo hiciste en se-<br />
creto, pero yo haré esto delante<br />
de todo Israel y a pleno sol.<br />
13 Entonces dijo David a<br />
Natán: a Pequé contra Jehová.<br />
Y Natán dijo a David: También<br />
Jehová b ha remitido tu pecado; no<br />
morirás.<br />
14 Mas por cuanto con este<br />
asunto hiciste a blasfemar a los<br />
enemigos de Jehová, el hijo que te<br />
ha nacido ciertamente morirá.<br />
15 Y Natán se volvió a su casa. Y<br />
Jehová hirió al niño que la esposa<br />
de Urías había dado a luz a<br />
David, y enfermó gravemente.<br />
16 Entonces David rogó a Dios<br />
por el niño; y a ayunó David, y<br />
entró y pasó la noche acostado<br />
en tierra.<br />
17 Y se levantaron los ancianos<br />
de su casa y fueron a él para ha-<br />
cerlo levantar de la tierra; pero<br />
él no quiso, ni comió con ellos<br />
pan.<br />
18 Y aconteció que al séptimo<br />
día murió el niño; y los siervos<br />
de David temían hacerle saber<br />
que el niño había muerto, pues<br />
se decían: Cuando el niño aún<br />
vivía, le hablábamos, y no quería<br />
oír nuestra voz; ¿cuánto más se<br />
afligirá si le decimos que el niño<br />
ha muerto?<br />
19 Pero David, viendo a sus<br />
siervos hablar entre sí, entendió<br />
que el niño había muerto; por lo<br />
que dijo David a sus siervos: ¿Ha<br />
muerto el niño? Y ellos respon-<br />
dieron: Ha muerto.<br />
20 Entonces David se levantó de<br />
la tierra, y se lavó, y se ungió, y<br />
cambió sus ropas, y entró en la<br />
casa de Jehová y adoró. Y des-<br />
pués vino a su casa y pidió, y le<br />
pusieron pan, y comió.<br />
21 Y le dijeron sus siervos: ¿Qué<br />
es esto que has hecho? Por el<br />
niño, viviendo aún, ayunabas y<br />
llorabas; y muerto él, te levan-<br />
taste y comiste pan.<br />
22 Y él respondió: Mientras el<br />
niño aún vivía, yo ayunaba y llo-<br />
raba, diciendo: ¿Quién sabe si<br />
Dios tenga a compasión de mí, y<br />
viva el niño?<br />
23 Pero ahora que ya ha muerto,<br />
¿para qué he de ayunar? ¿Podré<br />
yo hacerle volver? Yo voy hacia<br />
él, pero él no volverá a mí.<br />
24 Y consoló David a Betsabé,<br />
su esposa, y llegándose a ella, se<br />
acostó con ella; y ella le dio a luz<br />
un hijo, y llamó su nombre a Salo-<br />
món, al cual amó Jehová,<br />
25 y envió un mensaje por me-<br />
dio del profeta Natán que le pu-<br />
siesen por nombre Jedidías, a<br />
causa de Jehová.<br />
26 Y a Joab peleaba contra Rabá,<br />
de los hijos de Amón, y tomó la<br />
ciudad real.<br />
27 Entonces envió Joab men-<br />
sajeros a David, diciendo: Yo he<br />
peleado contra Rabá y he tomado<br />
la ciudad de las aguas.<br />
28 Reúne, pues, ahora al pue-<br />
blo que queda, y acampa contra<br />
la ciudad y tómala, no sea que<br />
tome yo la ciudad y sea llamada<br />
por mi nombre.<br />
29 Y David reunió a todo el pue-<br />
blo, y fue contra Rabá, y combatió<br />
contra ella y la tomó.<br />
30 Y quitó la corona de la<br />
cabeza de su rey, la cual pe-<br />
saba un talento de oro y tenía<br />
piedras preciosas; y fue puesta<br />
sobre la cabeza de David. Y<br />
éste sacó un gran botín de la<br />
ciudad.<br />
31 Y sacó además a la gente que<br />
estaba en ella, y a todos los puso<br />
a trabajar con sierras, y con trillos<br />
de hierro y con hachas de hierro;<br />
y también los hizo trabajar en los<br />
hornos de ladrillos; y lo mismo<br />
hizo con todas las ciudades de los<br />
hijos de Amón. Y volvió David<br />
con todo el pueblo a Jerusalén.<br />
<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">© 2009 por Intellectual Reserve, Inc.</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">Todos los derechos reservados</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">Publicada en los Estados Unidos de América</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">/2009</span><br />
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SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 11 VERSOS 1 AL 27<br />
<br />
David se acuesta con Betsabé y ella<br />
concibe — Entonces David hace los<br />
preparativos para que Urías, marido<br />
de ella, muera en batalla.<br />
Y ACONTECIÓ al año siguiente,<br />
en el tiempo en que salen los re-<br />
yes a la guerra, que David envió<br />
a Joab, y a sus siervos con él y a<br />
todo Israel, y destruyeron a los<br />
amonitas y sitiaron a Rabá, pero<br />
David se quedó en Jerusalén.<br />
2 Y acaeció que, levantándose<br />
David de su lecho al caer la tarde,<br />
se paseaba por el terrado de la<br />
casa real, cuando a vio desde el<br />
terrado a una mujer que se es-<br />
taba bañando, la cual era muy<br />
hermosa.<br />
3 Y envió David a preguntar por<br />
aquella mujer, y le dijeron: Aqué-<br />
lla es a Betsabé, hija de Eliam, es-<br />
posa de b Urías, el heteo.<br />
4 Y envió David mensajeros y la<br />
tomó; y vino a él y él a se acostó<br />
con ella. Luego ella se purificó de<br />
su impureza y volvió a su casa.<br />
5 Y concibió la mujer y envió a<br />
hacerlo saber a David, diciendo:<br />
Estoy encinta.<br />
6 Entonces David envió a decir<br />
a Joab: Envíame a Urías, el heteo.<br />
Y Joab envió a Urías a David.<br />
7 Y cuando Urías vino a él, Da-<br />
vid le preguntó por la salud de<br />
Joab, y por la salud del pueblo y<br />
por el estado de la guerra.<br />
8 Después dijo David a Urías:<br />
Desciende a tu casa y lava tus<br />
pies. Y saliendo Urías de casa del<br />
rey, le fue enviado presente de la<br />
mesa real.<br />
9 Pero Urías durmió a la puerta<br />
de la casa del rey con todos los<br />
siervos de su señor, y no descen-<br />
dió a su casa.<br />
10 E hicieron saber esto a David,<br />
diciendo: Urías no ha descendido<br />
a su casa. Y dijo David a Urías:<br />
¿No has venido de camino? ¿Por<br />
qué, pues, no descendiste a tu<br />
casa?<br />
11 Y Urías respondió a Da-<br />
vid: El arca, e Israel y Judá es-<br />
tán bajo a tiendas; y mi señor<br />
Joab y los siervos de mi señor,<br />
a campo abierto; ¿y había yo de<br />
entrar en mi casa para comer<br />
y beber, y dormir con mi mu-<br />
jer? Por vida tuya y por vida<br />
de tu alma, que yo no haré tal<br />
cosa.<br />
12 Y David dijo a Urías: Quédate<br />
aquí aún hoy, y mañana te despe-<br />
diré. Y se quedó Urías en Jerusa-<br />
lén aquel día y el siguiente.<br />
13 Y David lo convidó a comer y<br />
a beber con él hasta embriagarlo.<br />
Y él salió por la tarde a dormir<br />
en su cama con los siervos de<br />
su señor, pero no descendió a<br />
su casa.<br />
14 Y aconteció a la mañana si-<br />
guiente que David escribió una<br />
carta a Joab, la cual envió por<br />
mano de Urías.<br />
15 Y escribió en la carta, di-<br />
ciendo: Poned a Urías al frente,<br />
en lo más recio de la batalla, y<br />
retiraos de él, para que sea a he-<br />
rido y muera.<br />
16 Y sucedió que cuando Joab<br />
sitió la ciudad, puso a Urías en<br />
el lugar donde sabía que estaban<br />
los hombres más valientes.<br />
17 Y los hombres de la ciudad<br />
salieron y pelearon contra Joab,<br />
y cayeron algunos del pueblo<br />
de los siervos de David; y murió<br />
también Urías, el heteo.<br />
18 Entonces envió Joab e hizo<br />
saber a David todos los asuntos<br />
de la guerra.<br />
19 Y mandó al mensajero, di-<br />
ciendo: Cuando acabes de con-<br />
tar al rey todos los asuntos de<br />
la guerra,<br />
20 si el rey comienza a a enojarse<br />
y te dice: ¿Por qué os acercasteis<br />
tanto a la ciudad para combatir?<br />
¿No sabíais lo que suelen arrojar<br />
desde lo alto del muro?<br />
21 ¿Quién hirió a Abimelec hijo<br />
de Jerobaal? ¿No echó una mujer<br />
del muro un pedazo de una rueda<br />
de molino, y murió en Tebes?<br />
¿Por qué os acercasteis tanto al<br />
muro? Entonces tú le dirás: Tam-<br />
bién tu siervo Urías, el heteo, ha<br />
muerto.<br />
22 Y fue el mensajero y, al llegar,<br />
contó a David todo lo que Joab le<br />
había enviado a decir.<br />
23 Y dijo el mensajero a David:<br />
Prevalecieron contra nosotros los<br />
hombres que salieron al campo<br />
contra nosotros, bien que noso-<br />
tros los hicimos retroceder hasta<br />
la entrada de la puerta;<br />
24 pero los flecheros tiraron con-<br />
tra tus siervos desde el muro, y<br />
murieron algunos de los siervos<br />
del rey; y también murió tu siervo<br />
Urías, el heteo.<br />
25 Y David dijo al mensajero:<br />
Dirás así a Joab: No tengas pe-<br />
sar por esto, porque la espada<br />
consume tanto a uno como al<br />
otro; refuerza tu ataque contra<br />
la ciudad, hasta que la rindas. Y<br />
tú aliéntale.<br />
26 Y al oír la esposa de Urías que<br />
su marido, Urías, había muerto,<br />
hizo duelo por su marido.<br />
27 Y pasado el luto, envió Da-<br />
vid y la trajo a su casa; y fue ella<br />
su esposa y le dio a luz un hijo.<br />
Pero esto que David había he-<br />
cho fue a malo ante los ojos de<br />
Jehová.<br />
<br />
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jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-90116158586229999212020-07-02T13:07:00.002-05:002020-07-02T13:07:31.370-05:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 10 VERSOS 1 AL 19<br />
CAPÍTULO 10<br />
Los amonitas maltratan a los men-<br />
sajeros de David — Israel derrota a<br />
los amonitas y a los sirios.<br />
DESPUÉS de esto, aconteció que<br />
murió el rey de los hijos de<br />
a Amón, y reinó su hijo Hanún<br />
en su lugar.<br />
2 Y dijo David: Yo haré miseri-<br />
cordia con Hanún hijo de Nahas,<br />
como su padre la hizo conmigo.<br />
Y envió David sus siervos para<br />
consolarlo por su padre. Y los<br />
siervos de David llegaron a la<br />
tierra de los hijos de Amón,<br />
3 pero los príncipes de los hijos<br />
de Amón dijeron a Hanún, su<br />
señor: ¿Te parece que por honrar<br />
David a tu padre te ha enviado<br />
consoladores? ¿No ha enviado<br />
David sus siervos a ti para reco-<br />
nocer e inspeccionar la ciudad,<br />
para destruirla?<br />
4 Entonces Hanún tomó a los<br />
siervos de David, y les rapó la<br />
mitad de la barba, y les cortó los<br />
vestidos por la mitad, hasta las<br />
nalgas, y los despidió.<br />
5 Cuando le avisaron a David,<br />
envió a encontrarlos, porque ellos<br />
estaban en extremo avergonza-<br />
dos; y el rey les mandó decir:<br />
Quedaos en Jericó hasta que os<br />
vuelva a crecer la barba, y enton-<br />
ces volved.<br />
6 Y viendo los hijos de Amón<br />
que se habían hecho odiosos<br />
a David, enviaron los hijos de<br />
Amón y tomaron a sueldo a los<br />
sirios de Bet-rehob y a los sirios<br />
de Soba, veinte mil hombres de<br />
a pie; y del rey de Maaca, mil<br />
hombres, y de Is-tob, doce mil<br />
hombres.<br />
7 Cuando oyó David esto, envió<br />
a Joab con todo el ejército de los<br />
valientes.<br />
8 Y los hijos de Amón salieron y<br />
se pusieron en orden de batalla a<br />
la entrada de la puerta; pero los<br />
sirios de Soba, y de Rehob, y de<br />
Is-tob y de Maaca estaban aparte<br />
en el campo.<br />
9 Al ver Joab que la batalla se le<br />
presentaba delante y detrás de él,<br />
eligió a algunos de entre los esco-<br />
gidos de Israel y se puso en orden<br />
de batalla contra los sirios.<br />
10 Entregó luego el resto del<br />
ejército en manos de Abisai, su<br />
hermano, y lo puso en orden de<br />
batalla frente a los amonitas.<br />
11 Y dijo: Si los sirios son más<br />
fuertes que yo, tú me ayudarás; y<br />
si los hijos de Amón son más fuer-<br />
tes que tú, yo te daré ayuda.<br />
12 a Esfuérzate, y esforcémonos<br />
por nuestro pueblo y por las ciu-<br />
dades de nuestro Dios; y haga<br />
Jehová lo que bien le parezca.<br />
13 Y se acercó Joab, y el pueblo<br />
que con él estaba, para pelear<br />
contra los sirios, pero ellos hu-<br />
yeron delante de él.<br />
14 Entonces los hijos de Amón,<br />
viendo que los sirios habían<br />
huido, huyeron también delante<br />
de Abisai y entraron en la ciu-<br />
dad. Y se volvió Joab de luchar<br />
contra los hijos de Amón, y vino<br />
a Jerusalén.<br />
15 Y cuando vieron los sirios<br />
que habían caído delante de<br />
Israel, se volvieron a reunir.<br />
16 Y envió Hadar-ezer e hizo<br />
salir a los sirios que estaban al<br />
otro lado del Río, los cuales vi-<br />
nieron a Helam; y Sobac, general<br />
del ejército de Hadar-ezer, iba al<br />
frente de ellos.<br />
17 Y cuando le avisaron a David,<br />
reunió a todo Israel, y pasando<br />
el Jordán, llegó a Helam; y los<br />
sirios se pusieron en orden de<br />
batalla contra David y pelearon<br />
contra él.<br />
18 Pero los sirios huyeron de-<br />
lante de Israel; y David mató de<br />
los sirios a la gente de setecientos<br />
carros y a cuarenta mil hombres<br />
de a caballo, e hirió también a<br />
Sobac, general del ejército, quien<br />
murió allí.<br />
19 Y cuando todos los reyes que<br />
ayudaban a Hadar-ezer vieron<br />
que habían sido derrotados de-<br />
lante de Israel, hicieron la paz<br />
con Israel y le sirvieron; y de allí<br />
en adelante, los sirios temieron<br />
seguir ayudando a los hijos de<br />
Amón.<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">© 2009 por Intellectual Reserve, Inc.</span><br />
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/2009<br />
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<br />
Segundo Libro de Samuel Capitulo 9 Versos 1 al 13<br />
CAPÍTULO 9<br />
David procura honrar a la casa de<br />
Saúl — Encuentra a Mefi-boset hijo<br />
de Jonatán a quien restituye toda la<br />
tierra de Saúl.<br />
Y DIJO David: ¿Ha quedado al-<br />
guno de la casa de Saúl a quien<br />
haga yo misericordia por amor<br />
a a Jonatán?<br />
2 Y había un siervo de la casa de<br />
Saúl que se llamaba a Siba, al cual<br />
llamaron para que viniese a Da-<br />
vid. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba?<br />
Y él respondió: Tu siervo.<br />
3 Y el rey dijo: ¿No ha quedado<br />
nadie de la casa de Saúl a quien<br />
haga yo misericordia de Dios?<br />
Y Siba respondió al rey: Aún ha<br />
quedado un a hijo de Jonatán, li-<br />
siado de los pies.<br />
4 Entonces el rey le dijo: ¿Y<br />
dónde está? Y Siba respondió al<br />
rey: He aquí, está en casa de Ma-<br />
quir hijo de Amiel, en Lodebar.<br />
5 Y envió el rey David, y le<br />
mandó traer de la casa de Maquir<br />
hijo de Amiel, de Lodebar.<br />
6 Y al llegar Mefi-boset hijo de<br />
Jonatán, hijo de Saúl, ante David,<br />
se postró sobre su rostro e hizo<br />
reverencia. Y David le dijo: Me-<br />
fi-boset. Y él respondió: He aquí<br />
tu siervo.<br />
7 Y le dijo David: No tengas te-<br />
mor, porque yo a la verdad haré<br />
contigo misericordia por amor a<br />
Jonatán, tu padre, y te devolveré<br />
todas las tierras de Saúl, tu pa-<br />
dre; y tú comerás siempre pan a<br />
mi mesa.<br />
8 Y él inclinándose, dijo: ¿Quién<br />
es tu siervo, para que mires a un<br />
perro muerto como yo?<br />
9 Entonces el rey llamó a Siba,<br />
siervo de Saúl, y le dijo: Todo<br />
lo que fue de Saúl y de toda su<br />
casa, yo lo he dado al hijo de tu<br />
señor.<br />
10 Tú, pues, le labrarás las<br />
tierras, tú con tus hijos y tus sier-<br />
vos, y llevarás los frutos, para que<br />
el hijo de tu señor tenga pan que<br />
comer; y Mefi-boset, el hijo de tu<br />
señor, comerá siempre pan a mi<br />
mesa. Y tenía Siba quince hijos y<br />
veinte siervos.<br />
11 Y respondió Siba al rey: Con-<br />
forme a todo lo que ha mandado<br />
mi señor el rey a su siervo, así lo<br />
hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el<br />
rey, comerá a mi mesa como uno<br />
de los hijos del rey.<br />
12 Y tenía Mefi-boset un hijo pe-<br />
queño que se llamaba Micaía. Y<br />
toda la familia de la casa de Siba<br />
eran siervos de Mefi-boset.<br />
13 Y moraba Mefi-boset en Je-<br />
rusalén, porque comía siempre a<br />
la mesa del rey; y estaba lisiado<br />
de ambos pies.</div>
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SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 8 VERSOS 1 AL 18<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">José Arcesio te atiende en Amazon:
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<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><b><br /></b></span></div>
<span class="fontstyle0">Después de esto, aconteció que David derrotó a los filisteos 1</span><span class="fontstyle2"><br /></span><span class="fontstyle0">y los sometió, y tomó David a Meteg-ama de mano de los filisteos. Derrotó también a los de Moab, y los midió con cordel, </span><span class="fontstyle3">2</span><span class="fontstyle0">haciéndolos tender por tierra; y midió dos cordeles para hacerlos morir, y un cordel entero para preservarles la vida; y fueron<br />los moabitas siervos de David, y pagaron tributo. Asimismo </span><span class="fontstyle3">3</span><span class="fontstyle0">derrotó David a Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba, al<br />ir éste a recuperar su territorio al río Éufrates. Y tomó Da- </span><span class="fontstyle3">4</span><span class="fontstyle0">vid de ellos mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil<br />hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los<br />carros, pero dejó suficientes para cien carros. Y vinieron los </span><span class="fontstyle3">5</span><span class="fontstyle0">sirios de Damasco para dar ayuda a Hadad-ezer rey de Soba;<br />y David hirió de los sirios a veintidós mil hombres. Puso lue- </span><span class="fontstyle3">6</span><span class="fontstyle0">go David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron<br />hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y Jehová dio la<br />victoria a David por dondequiera que fue. Y tomó David los </span><span class="fontstyle3">7</span><span class="fontstyle0">escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer, y los llevó</span><br />
<span class="fontstyle0"> a Jerusalén. Asimismo de Beta y de Berotai, ciudades de </span><span class="fontstyle3">8</span><br />
<br />
<span class="fontstyle0">8. </span><span class="fontstyle2">9</span><span class="fontstyle0">–9. </span><span class="fontstyle2">7 </span><span class="fontstyle3">II Samuel </span><span class="fontstyle4">472</span><span class="fontstyle2">9 </span><span class="fontstyle4">Hadad-ezer, tomó el rey David gran cantidad de bronce.</span><br />
<span class="fontstyle4"> Entonces oyendo Toi rey de Hamat, que David había derrotado</span><span class="fontstyle2">10 </span><span class="fontstyle4">a todo el ejército de Hadad-ezer, envió Toi a Joram su hijo<br />al rey David, para saludarle pacíficamente y para bendecirle,<br />porque había peleado con Hadad-ezer y lo había vencido;</span><br />
<span class="fontstyle4"> porque Toi era enemigo de Hadad-ezer. Y Joram llevaba en su</span><span class="fontstyle2">11 </span><span class="fontstyle4">mano utensilios de plata, de oro y de bronce; los cuales el rey<br />David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había dedi-</span><span class="fontstyle2">12 </span><span class="fontstyle4">cado de todas las naciones que había sometido; de los sirios,<br />de los moabitas, de los amonitas, de los filisteos, de los amalecitas,</span><br />
<span class="fontstyle4"> y del botín de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba.</span><span class="fontstyle2">13 </span><span class="fontstyle4">Así ganó David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios,</span><br />
<span class="fontstyle4"> destrozó a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal.</span><span class="fontstyle2">14 </span><span class="fontstyle4">Y puso guarnición en Edom; por todo Edom puso guarnición,<br />y todos los edomitas fueron siervos de David. Y Jehová dio</span><span class="fontstyle2">15 </span><span class="fontstyle4">la victoria a David por dondequiera que fue. Y reinó David<br />sobre todo Israel; y David administraba justicia y equidad a</span><span class="fontstyle2">16 </span><span class="fontstyle4">todo su pueblo. Joab hijo de Sarvia era general de su ejército,</span><span class="fontstyle2">17 </span><span class="fontstyle4">y Josafat hijo de Ahilud era cronista; Sadoc hijo de Ahitob y<br />Ahimelec hijo de Abiatar eran sacerdotes; Seraías era escriba;</span><span class="fontstyle2">18 </span><span class="fontstyle4">Benaía hijo de Joiada estaba sobre los cereteos y peleteos; y<br />los hijos de David eran los príncipes.</span><br />
<br />
Fuente:<br />
<span style="font-size: xx-small;"><span class="fontstyle0">LA</span><span class="fontstyle0">SANTA BIBLIA</span><span class="fontstyle0">ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO<br />ANTIGUA VERSIÓN DE<br />CASIODORO DE REINA (1569)<br />REVISADA POR CIPRIANO DE<br />VALERA (1602)<br />OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960</span><span class="fontstyle0">Reina-Valera 1960</span>
</span></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-44421344208896742082020-01-15T11:15:00.000-05:002020-01-15T11:15:21.245-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 7 VERSOS 1 AL 29<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 7 VERSOS 1 AL 29<br />
<br />
Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, des- 7<br />
pués que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos<br />
en derredor, d¼o el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo ha- 2<br />
bito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.<br />
Y Natán d¼o al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu co- 3<br />
razón, porque Jehová está contigo. Aconteció aquella noche, 4<br />
que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo: Ve y di a mi 5<br />
siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa<br />
en que yo more? Ciertamente no he habitado en casas desde 6<br />
<br />
7. 7–22 II Samuel 470<br />
el día en que saqué a los h¼os de Israel de Egipto hasta hoy,<br />
7 sino que he andado en tienda y en tabernáculo. Y en todo<br />
cuanto he andado con todos los h¼os de Israel, ¿he hablado yo<br />
palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado<br />
apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me<br />
8 habéis edificado casa de cedro? Ahora, pues, dirás así a mi<br />
siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé<br />
del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre<br />
9 mi pueblo, sobre Israel; y he estado contigo en todo cuanto<br />
has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos,<br />
y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes<br />
10 que hay en la tierra. Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel<br />
y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más<br />
sea removido, ni los inicuos le afl¼an más, como al principio,<br />
11 desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te<br />
daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace<br />
12 saber que él te hará casa. Y cuando tus días sean cumplidos,<br />
y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de<br />
tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su rei-<br />
13 no. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre<br />
14 el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mí<br />
h¼o. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres,<br />
15 y con azotes de h¼os de hombres; pero mi misericordia no se<br />
apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante<br />
16 de ti. Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante<br />
17 de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. Conforme<br />
a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así ha-<br />
18 bló Natán a David. Y entró el rey David y se puso delante<br />
de Jehová, y d¼o: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi<br />
19 casa, para que tú me hayas traído hasta aquí? Y aun te ha<br />
parecido poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado<br />
de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así como procede<br />
20 el hombre, Señor Jehová? ¿Y qué más puede añadir David<br />
hablando contigo? Pues tú conoces a tu siervo, Señor Jehová.<br />
21 Todas estas grandezas has hecho por tu palabra y conforme<br />
22 a tu corazón, haciéndolas saber a tu siervo. Por tanto, tú te<br />
has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni<br />
hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con<br />
<br />
471 II Samuel 7. 23–8. 8<br />
nuestros oídos. ¿Y quién como tu pueblo, como Israel, nación 23<br />
singular en la tierra? Porque fue Dios para rescatarlo por pueblo<br />
suyo, y para ponerle nombre, y para hacer grandezas a su<br />
favor, y obras terribles a tu tierra, por amor de tu pueblo que<br />
rescataste para ti de Egipto, de las naciones y de sus dioses.<br />
Porque tú estableciste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para 24<br />
siempre; y tú, oh Jehová, fuiste a ellos por Dios. Ahora pues, 25<br />
Jehová Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado<br />
sobre tu siervo y sobre su casa, y haz conforme a lo que has<br />
dicho. Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y se 26<br />
diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa<br />
de tu siervo David sea firme delante de ti. Porque tú, Jehová 27<br />
de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo,<br />
diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en<br />
su corazón valor para hacer delante de ti esta súplica. Ahora 28<br />
pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y<br />
tú has prometido este bien a tu siervo. Ten ahora a bien ben- 29<br />
decir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente<br />
delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu<br />
bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">Bibles.org.uk, London.</span></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-79999622399944232362019-07-25T15:05:00.000-05:002019-07-25T15:05:05.504-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 6 VERSOS 1 AL 23<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 6 VERSOS 1 AL 23<br />
<br />
6 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, trein-<br />
2 ta mil. Y se levantó David y partió de Baala de Judá con<br />
todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el<br />
arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová<br />
3 de los ejércitos, que mora entre los querubines. Pusieron el<br />
arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa<br />
de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos<br />
4 de Abinadab, guiaban el carro nuevo. Y cuando lo llevaban<br />
de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca<br />
5 de Dios, Ahío iba delante del arca. Y David y toda la casa<br />
de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos<br />
de madera de haya; con arpas, salterios, panderos,<br />
6 flautas y címbalos. Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza<br />
extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bue-<br />
7 yes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza,<br />
y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto<br />
8 junto al arca de Dios. Y se entristeció David por haber herido<br />
Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.<br />
9 Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir<br />
10 a mí el arca de Jehová? De modo que David no quiso traer<br />
para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar<br />
11 David a casa de Obed-edom geteo. Y estuvo el arca de Jehová<br />
en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a<br />
12 Obed-edom y a toda su casa. Fue dado aviso al rey David,<br />
diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo<br />
lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y<br />
<br />
469 II Samuel 6. 13–7. 6<br />
llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la<br />
ciudad de David. Y cuando los que llevaban el arca de Dios 13<br />
habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero<br />
engordado. Y David danzaba con toda su fuerza delante de 14<br />
Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. Así Da- 15<br />
vid y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con<br />
júbilo y sonido de trompeta. Cuando el arca de Jehová llegó 16<br />
a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró<br />
desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba<br />
delante de Jehová; y le menospreció en su corazón. Metieron, 17<br />
pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio<br />
de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David<br />
holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová. Y cuando 18<br />
David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de<br />
paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.<br />
Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así 19<br />
a hombres como a mujeres, a cada uno un pan, y un pedazo de<br />
carne y una torta de pasas. Y se fue todo el pueblo, cada uno a<br />
su casa. Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo 20<br />
Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy<br />
el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de<br />
sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera! En- 21<br />
tonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien<br />
me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme<br />
por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel.<br />
Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil 22<br />
que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante<br />
de las criadas de quienes has hablado. Y Mical hija de Saúl 23<br />
nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.<br />
<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">Bibles.org.uk, London.</span></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-65934500463416755482019-07-18T12:01:00.001-05:002019-07-18T12:01:48.149-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 5 VERSOS 1 AL 25 <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 5 VERSOS 1 AL 25<br />
<br />
5 Vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron,<br />
diciendo: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya somos.<br />
<br />
467 II Samuel 5. 2–20<br />
Y aun antes de ahora, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, 2<br />
eras tú quien sacabas a Israel a la guerra, y lo volvías a traer.<br />
Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel,<br />
y tú serás príncipe sobre Israel. Vinieron, pues, todos los 3<br />
ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo pacto<br />
con ellos en Hebrón delante de Jehová; y ungieron a David por<br />
rey sobre Israel. Era David de treinta años cuando comenzó 4<br />
a reinar, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá 5<br />
siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años<br />
sobre todo Israel y Judá. Entonces marchó el rey con sus hom- 6<br />
bres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella<br />
tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás<br />
acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir:<br />
David no puede entrar acá). Pero David tomó la fortaleza de 7<br />
Sion, la cual es la ciudad de David. Y dijo David aquel día: 8<br />
Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a<br />
los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se<br />
dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa. Y David moró en la 9<br />
fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó<br />
alrededor desde Milo hacia adentro. Y David iba adelantando 10<br />
y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con<br />
él. También Hiram rey de Tiro envió embajadores a David, 11<br />
y madera de cedro, y carpinteros, y canteros para los muros,<br />
los cuales edificaron la casa de David. Y entendió David que 12<br />
Jehová le había confirmado por rey sobre Israel, y que había<br />
engrandecido su reino por amor de su pueblo Israel. Y tomó 13<br />
David más concubinas y mujeres de Jerusalén, después que<br />
vino de Hebrón, y le nacieron más hijos e hijas. Éstos son los 14<br />
nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab,<br />
Natán, Salomón, Ibhar, Elisúa, Nefeg, Jafía, Elisama, Eliada 15, 16<br />
y Elifelet. Oyendo los filisteos que David había sido ungido 17<br />
por rey sobre Israel, subieron todos los filisteos para buscar<br />
a David; y cuando David lo oyó, descendió a la fortaleza. Y 18<br />
vinieron los filisteos, y se extendieron por el valle de Refaim.<br />
Entonces consultó David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los 19<br />
filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová respondió a<br />
David: Ve, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu<br />
mano. Y vino David a Baal-perazim, y allí los venció David, 20<br />
<br />
5. 21–6. 12 II Samuel 468<br />
y d¼o: Quebrantó Jehová a mis enemigos delante de mí, como<br />
corriente impetuosa. Por esto llamó el nombre de aquel<br />
21 lugar Baal-perazim. Y dejaron allí sus ídolos, y David y sus<br />
22 hombres los quemaron. Y los filisteos volvieron a venir, y se<br />
23 extendieron en el valle de Refaim. Y consultando David a<br />
Jehová, él le respondió: No subas, sino rodéalos, y vendrás a<br />
24 ellos enfrente de las balsameras. Y cuando oigas ruido como<br />
de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás;<br />
porque Jehová saldrá delante de ti a herir el campamento<br />
25 de los filisteos. Y David lo hizo así, como Jehová se lo había<br />
mandado; e hirió a los filisteos desde Geba hasta llegar a<br />
Gezer.<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: xx-small;">Bibles.org.uk, London.</span></div>
jose arcesio gutierrez ariashttp://www.blogger.com/profile/09918909150885564477noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7790343642896426269.post-26214126696649955872019-06-20T11:24:00.004-05:002019-06-20T11:24:54.013-05:00SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 12<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 12<br />
<br />
4. 1–5. 1 II Samuel 466<br />
4 Luego que oyó el hijo de Saúl que Abner había sido muerto<br />
en Hebrón, las manos se le debilitaron, y fue atemorizado to-<br />
2 do Israel. Y el hijo de Saúl tenía dos hombres, capitanes de<br />
bandas de merodeadores; el nombre de uno era Baana, y el del<br />
otro, Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benja-<br />
3 mín (porque Beerot era también contado con Benjamín, pues<br />
los beerotitas habían huido a Gitaim, y moran allí como foras-<br />
4 teros hasta hoy). Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado<br />
de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel<br />
la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza<br />
le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se<br />
5 le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset. Los<br />
hijos, pues, de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron<br />
en el mayor calor del día en casa de Is-boset, el cual<br />
6 estaba durmiendo la siesta en su cámara. Y he aquí la portera<br />
de la casa había estado limpiando trigo, pero se durmió;<br />
y fue así como Recab y Baana su hermano se introdujeron en<br />
7 la casa. Cuando entraron en la casa, Is-boset dormía sobre su<br />
lecho en su cámara; y lo hirieron y lo mataron, y le cortaron<br />
la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por<br />
8 el camino del Arabá. Y trajeron la cabeza de Is-boset a David<br />
en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset<br />
hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha<br />
9 vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su linaje. Y David<br />
respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón<br />
beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de<br />
10 toda angustia, que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He<br />
aquí Saúl ha muerto, imaginándose que traía buenas nuevas,<br />
11 yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva. ¿Cuánto<br />
más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su<br />
casa, y sobre su cama? Ahora, pues, ¿no he de demandar yo su<br />
12 sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra? Entonces<br />
David ordenó a sus servidores, y ellos los mataron, y les cortaron<br />
las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque en<br />
Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron<br />
en el sepulcro de Abner en Hebrón.<br />
<br />
Fuente: <span style="font-size: x-small;"> Bibles.org.uk, London.</span></div>
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