JUECES CAPITULO 6 VERSOS 1 AL 40

JUECES CAPITULO 6 VERSOS 1 AL 40
Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; 6
y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Y la 2
mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel,
por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes,
y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando 3
Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y
los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y 4
acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta
llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni
bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían 5
con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus
camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devas-
6. 6–21 Jueces 370
6 tarla. De este modo empobrecía Israel en gran manera por
7 causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Y
cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los
8 madianitas, Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta,
el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo
os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.
9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que
os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di
10 su tierra; y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis
a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no
11 habéis obedecido a mi voz. Y vino el ángel de Jehová, y se
sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás
abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el
12 lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová
se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado
13 y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová
está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y
dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han
contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora
Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de
14 los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu
fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te
15 envío yo? Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré
yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés,
16 y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente
yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a
17 un solo hombre. Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado
gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado con-
18 migo. Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti,
y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió:
19 Yo esperaré hasta que vuelvas. Y entrando Gedeón, preparó
un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la
carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo
20 presentó debajo de aquella encina. Entonces el ángel de Dios
le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre
21 esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así. Y extendiendo
el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con
la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la
371 Jueces 6. 22–36
peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el
ángel de Jehová desapareció de su vista. Viendo entonces Ge- 22
deón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he
visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz 23
a ti; no tengas temor, no morirás. Y edificó allí Gedeón altar 24
a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta
hoy en Ofra de los abiezeritas. Aconteció que la misma noche 25
le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo
toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene,
y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y 26
edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en
lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en
holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás
cortado. Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, 27
e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la
familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de
noche. Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, 28
he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen
de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido
ofrecido en holocausto sobre el altar edificado. Y se dijeron 29
unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo,
les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los
hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que 30
muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la
imagen de Asera que estaba junto a él. Y Joás respondió a 31
todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por
Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él,
que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo
con el que derribó su altar. Aquel día Gedeón fue llamado 32
Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó
su altar. Pero todos los madianitas y amalecitas y los del 33
oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de
Jezreel. Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, 34
y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con
él. Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se 35
juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón
y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles. Y Gedeón dijo 36
a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,
6. 37–7. 9 Jueces 372
37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío
estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra
tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano,
38 como lo has dicho. Y aconteció así, pues cuando se levantó
de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón
39 lleno de agua. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira
contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora
otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede
40 seco, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios
así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
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JUECES CAPITULO 5 VERSOS 1 AL 31

JUECES CAPITULO 5 VERSOS 1 AL 31
Aquel día cantó Débora con Barac hijo de Abinoam, di- 5
5. 2–19 Jueces 368
2 ciendo: Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,
Por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo, Load a Jeho-
3 vá. Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes; Yo cantaré a Jehová,
4 Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel. Cuando saliste de
Seir, oh Jehová, Cuando te marchaste de los campos de Edom,
La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon
5 aguas. Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Si-
6 naí, delante de Jehová Dios de Israel. En los días de Samgar
h¼o de Anat, En los días de Jael, quedaron abandonados los
caminos, Y los que andaban por las sendas se apartaban por
7 senderos torcidos. Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me
8 levanté como madre en Israel. Cuando escogían nuevos dioses,
La guerra estaba a las puertas; ¿Se veía escudo o lanza
9 Entre cuarenta mil en Israel? Mi corazón es para vosotros, jefes
de Israel, Para los que voluntariamente os ofrecisteis entre
10 el pueblo. Load a Jehová. Vosotros los que cabalgáis en asnas
blancas, Los que presidís en juicio, Y vosotros los que viajáis,
11 hablad. Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos,
Allí repetirán los triunfos de Jehová, Los triunfos de sus aldeas
en Israel; Entonces marchará hacia las puertas el pueblo
12 de Jehová. Despierta, despierta, Débora; Despierta, despierta,
entona cántico. Levántate, Barac, y lleva tus cautivos, hijo
13 de Abinoam. Entonces marchó el resto de los nobles; El pue-
14 blo de Jehová marchó por él en contra de los poderosos. De
Efraín vinieron los radicados en Amalec, En pos de ti, Benjamín,
entre tus pueblos; De Maquir descendieron príncipes, Y
15 de Zabulón los que tenían vara de mando. Caudillos también
de Isacar fueron con Débora; Y como Barac, también Isacar Se
precipitó a pie en el valle. Entre las familias de Rubén Hubo
16 grandes resoluciones del corazón. ¿Por qué te quedaste entre
los rediles, Para oír los balidos de los rebaños? Entre las fami-
17 lias de Rubén Hubo grandes propósitos del corazón. Galaad
se quedó al otro lado del Jordán; Y Dan, ¿por qué se estuvo
junto a las naves? Se mantuvo Aser a la ribera del mar, Y se
18 quedó en sus puertos. El pueblo de Zabulón expuso su vida a
19 la muerte, Y Neftalí en las alturas del campo. Vinieron reyes
y pelearon; Entonces pelearon los reyes de Canaán, En Taa
369 Jueces 5. 20–6. 5
nac, junto a las aguas de Meguido, Mas no llevaron ganancia
alguna de dinero. Desde los cielos pelearon las estrellas; Des- 20
de sus órbitas pelearon contra Sísara. Los barrió el torrente 21
de Cisón, El antiguo torrente, el torrente de Cisón. Marcha,
oh alma mía, con poder. Entonces resonaron los cascos de los 22
caballos Por el galopar, por el galopar de sus valientes. Mal- 23
decid a Meroz, d¼o el ángel de Jehová; Maldecid severamente
a sus moradores, Porque no vinieron al socorro de Jehová, Al
socorro de Jehová contra los fuertes. Bendita sea entre las 24
mujeres Jael, Mujer de Heber ceneo; Sobre las mujeres bendita
sea en la tienda. El pidió agua, y ella le dio leche; En tazón 25
de nobles le presentó crema. Tendió su mano a la estaca, Y 26
su diestra al mazo de trabajadores, Y golpeó a Sísara; hirió su
cabeza, Y le horadó, y atravesó sus sienes. Cayó encorvado 27
entre sus pies, quedó tendido; Entre sus pies cayó encorvado;
Donde se encorvó, allí cayó muerto. La madre de Sísara se 28
asoma a la ventana, Y por entre las celosías a voces dice: ¿Por
qué tarda su carro en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros
se detienen? Las más avisadas de sus damas le respondían, 29
Y aun ella se respondía a sí misma: ¿No han hallado botín, 30
y lo están repartiendo? A cada uno una doncella, o dos; Las
vestiduras de colores para Sísara, Las vestiduras bordadas de
colores; La ropa de color bordada de ambos lados, para los jefes
de los que tomaron el botín. Así perezcan todos tus enemigos, 31
oh Jehová; Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale
en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.
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JUECES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 24

JUECES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 24
4 Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron
2 a hacer lo malo ante los ojos de Jehová. Y Jehová los vendió
en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor;
y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habita-
3 ba en Haroset-goim. Entonces los hijos de Israel clamaron
a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y
había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte
4 años. Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débo-
5 ra, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo
la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de
6 Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. Y ella envió
a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le
d¼o: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve,
junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez
mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón;
7 y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del
ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en
8 tus manos? Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré;
9 pero si no fueres conmigo, no iré. Ella dijo: Iré contigo; mas
no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque
en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose
367 Jueces 4. 10–5. 1
Débora, fue con Barac a Cedes. Y juntó Barac a Zabulón y 10
a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando;
y Débora subió con él. Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab 11
suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había
plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a
Cedes. Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que Barac hijo 12
de Abinoam había subido al monte de Tabor. Y reunió Sísara 13
todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo
que con él estaba, desde Haroset-goim hasta el arroyo de
Cisón. Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque éste 14
es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos.
¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del
monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él. Y Jehová 15
quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a
filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro,
y huyó a pie. Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta 16
Haroset-goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada,
hasta no quedar ni uno. Y Sísara huyó a pie a la tienda de 17
Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey
de Hazor y la casa de Heber ceneo. Y saliendo Jael a recibir 18
a Sísara, le dijo: Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor.
Y él vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta.
Y él le dijo: Te ruego me des de beber un poco de agua, pues 19
tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y
le volvió a cubrir. Y él le dijo: Estate a la puerta de la tien- 20
da; y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí
alguno? tú responderás que no. Pero Jael mujer de Heber to- 21
mó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano,
se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes,
y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y
cansado; y así murió. Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a 22
recibirlo, y le dijo: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas.
Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto
con la estaca por la sien. Así abatió Dios aquel día a Jabín, 23
rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. Y la mano de 24
los hijos de Israel fue endureciéndose más y más contra Jabín
rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.
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JUECES CAPITULO 3 VERSOS 1 AL 31

JUECES CAPITULO 3 VERSOS 1 AL 31
3 Éstas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar
con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido
2 todas la guerras de Canaán; solamente para que el linaje de
los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen
3 a los que antes no la habían conocido: los cinco príncipes de
los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que
habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón
4 hasta llegar a Hamat. Y fueron para probar con ellos a Israel,
para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que
5 él había dado a sus padres por mano de Moisés. Así los hijos
de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, fere-
6 zeos, heveos y jebuseos. Y tomaron de sus hijas por mujeres,
y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses.
7 Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Je-
365 Jueces 3. 8–24
hová, y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a los baales
y a las imágenes de Asera. Y la ira de Jehová se encendió 8
contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de
Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim
ocho años. Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y 9
Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró;
esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. Y 10
el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió
a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey
de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim. Y re- 11
posó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.
Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos de 12
Jehová; y Jehová fortaleció a Eglón rey de Moab contra Israel,
por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová. Éste 13
juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y vino e hirió
a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras. Y sirvieron los 14
hijos de Israel a Eglón rey de los moabitas dieciocho años. Y 15
clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová les levantó un
libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo.
Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey
de Moab. Y Aod se había hecho un puñal de dos filos, de un 16
codo de largo; y se lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado derecho.
Y entregó el presente a Eglón rey de Moab; y era Eglón 17
hombre muy grueso. Y luego que hubo entregado el presen- 18
te, despidió a la gente que lo había traído. Mas él se volvió 19
desde los ídolos que están en Gilgal, y dijo: Rey, una palabra
secreta tengo que decirte. Él entonces dijo: Calla. Y salieron
de delante de él todos los que con él estaban. Y se le acercó 20
Aod, estando él sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo:
Tengo palabra de Dios para ti. Él entonces se levantó de la silla.
Entonces alargó Aod su mano izquierda, y tomó el puñal 21
de su lado derecho, y se lo metió por el vientre, de tal manera 22
que la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura
cubrió la hoja, porque no sacó el puñal de su vientre; y salió el
estiércol. Y salió Aod al corredor, y cerró tras sí las puertas 23
de la sala y las aseguró con el cerrojo. Cuando él hubo salido, 24
vinieron los siervos del rey, los cuales viendo las puertas de la
sala cerradas, dijeron: Sin duda él cubre sus pies en la sala de
3. 25–4. 9 Jueces 366
25 verano. Y habiendo esperado hasta estar confusos, porque él
no abría las puertas de la sala, tomaron la llave y abrieron; y
26 he aquí su señor caído en tierra, muerto. Mas entre tanto que
ellos se detuvieron, Aod escapó, y pasando los ídolos, se puso
27 a salvo en Seirat. Y cuando había entrado, tocó el cuerno en
el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él
28 del monte, y él iba delante de ellos. Entonces él les dijo: Seguidme,
porque Jehová ha entregado a vuestros enemigos los
moabitas en vuestras manos. Y descendieron en pos de él, y
tomaron los vados del Jordán a Moab, y no dejaron pasar a
29 ninguno. Y en aquel tiempo mataron de los moabitas como
diez mil hombres, todos valientes y todos hombres de guerra;
30 no escapó ninguno. Así fue subyugado Moab aquel día bajo
31 la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años. Después de
él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres
de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó
a Israel.
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Jueces Capitulo 2 Versos 1 al 23

Jueces Capitulo 2 Versos 1 al 23
El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y d¼o: Yo 2
os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había
jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás
mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pac- 2
to con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de
derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué
habéis hecho esto? Por tanto, yo también digo: No los echa- 3
ré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros
costados, y sus dioses os serán tropezadero. Cuando el ángel 4
de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el
pueblo alzó su voz y lloró. Y llamaron el nombre de aquel lu- 5
gar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová. Porque ya 6
Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían
ido cada uno a su heredad para poseerla. Y el pueblo había 7
servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo
de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían
visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho
por Israel. Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, 8
siendo de ciento diez años. Y lo sepultaron en su heredad 9
en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de
Gaas. Y toda aquella generación también fue reunida a sus 10
padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no
conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.
Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de 11
Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de 12
sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se
fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban
en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a
Jehová. Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. 13
Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los en- 14
tregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió
en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer
2. 15–3. 7 Jueces 364
15 frente a sus enemigos. Por dondequiera que salían, la mano de
Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho,
y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.
16 Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que
17 les despojaban; pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que
fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron
pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo
18 a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Y cuando
Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los
libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez;
porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a
19 causa de los que los oprimían y afligían. Mas acontecía que al
morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus
padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose
delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obs-
20 tinado camino. Y la ira de Jehová se encendió contra Israel,
y d¼o: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a
21 sus padres, y no obedece a mi voz, tampoco yo volveré más
a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que
22 dejó Josué cuando murió; para probar con ellas a Israel, si
procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él,
23 como lo siguieron sus padres. Por esto dejó Jehová a aquellas
naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano
de Josué.

Fuente: LA SANTA BIBLIA
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PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34

 PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34 Se enumeran los oficiales de la corte de Salomón — Salomón gobierna en paz y en prosper...