Deuteronomio Capitulo 4 Versos 1 al 29
4 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y
decretos que yo
os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y
entréis y poseáis la
2 tierra que Jehová el Dios de vuestros padres
os da. No añadiréis
a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis
de ella, para
que guardéis los mandamientos de Jehová
vuestro Dios que yo
3 os ordene. Vuestros ojos vieron lo que hizo
Jehová con motivo
de Baal- peor; que a todo hombre que fue en
pos de Baal-peor
4 destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.
Mas vosotros que
5 seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos
estáis vivos hoy. Mirad,
yo os he enseñado estatutos y decretos, como
Jehová mi
Dios me mandó, para que hagáis así en medio de
la tierra en la
6 cual entráis para tomar posesión de ella.
Guardadlos, pues, y
ponedlos por obra; porque ésta es vuestra
sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los
cuales oirán todos
estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo
sabio y enten
271 Deuteronomio 4. 7–22
dido, nación grande es ésta. Porque ¿qué
nación grande hay 7
que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo
está Jehová nuestro
Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación
grande 8
hay que tenga estatutos y juicios justos como
es toda esta ley
que yo pongo hoy delante de vosotros? Por
tanto, guárdate, 9
y guarda tu alma con diligencia, para que no
te olvides de las
cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de
tu corazón todos
los días de tu vida; antes bien, las enseñarás
a tus hijos, y a
los hijos de tus hijos. El día que estuviste
delante de Jehová 10
tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo:
Reúneme el pueblo,
para que yo les haga oír mis palabras, las
cuales aprenderán,
para temerme todos los días que vivieren sobre
la tierra, y las
enseñarán a sus hijos; y os acercasteis y os
pusisteis al pie del 11
monte; y el monte ardía en fuego hasta en
medio de los cielos
con tinieblas, nube y oscuridad; y habló
Jehová con vosotros 12
de en medio del fuego; oísteis la voz de sus
palabras, mas a
excepción de oír la voz, ninguna figura
visteis. Y él os anunció 13
su pacto, el cual os mandó poner por obra; los
diez mandamientos,
y los escribió en dos tablas de piedra. A mí
también 14
me mandó Jehová en aquel tiempo que os
enseñase los estatutos
y juicios, para que los pusieseis por obra en
la tierra a la
cual pasáis a tomar posesión de ella. Guardad,
pues, mucho 15
vuestras almas; pues ninguna figura visteis el
día que Jehová
habló con vosotros de en medio del fuego; para
que no os 16
corrompáis y hagáis para vosotros escultura,
imagen de figura
alguna, efigie de varón o hembra, figura de
animal alguno que 17
está en la tierra, figura de ave alguna alada
que vuele por el
aire, figura de ningún animal que se arrastre
sobre la tierra, 18
figura de pez alguno que haya en el agua
debajo de la tierra.
No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo
el sol y la luna 19
y las estrellas, y todo el ejército del cielo,
seas impulsado, y
te inclines a ellos y les sirvas; porque
Jehová tu Dios los ha
concedido a todos los pueblos debajo de todos
los cielos. Pero 20
a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del
horno de hierro,
de Egipto, para que seáis el pueblo de su
heredad como en este
día. Y Jehová se enojó contra mí por causa de
vosotros, y 21
juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría
en la buena tierra
que Jehová tu Dios te da por heredad. Así que
yo voy a morir 22
4. 23–37 Deuteronomio 272
en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas
vosotros pasaréis, y
23 poseeréis aquella buena tierra. Guardaos,
no os olvidéis del
pacto de Jehová vuestro Dios, que él
estableció con vosotros, y
no os hagáis escultura o imagen de ninguna
cosa que Jehová tu
24 Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios
es fuego consu-
25 midor, Dios celoso. Cuando hayáis
engendrado hijos y nietos,
y hayáis envejecido en la tierra, si os
corrompiereis e hiciereis
escultura o imagen de cualquier cosa, e
hiciereis lo malo ante
26 los ojos de Jehová vuestro Dios, para
enojarlo; yo pongo hoy
por testigos al cielo y a la tierra, que
pronto pereceréis totalmente
de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán
para tomar
posesión de ella; no estaréis en ella largos
días sin que seáis
27 destruidos. Y Jehová os esparcirá entre los
pueblos, y quedaréis
pocos en número entre las naciones a las
cuales os llevará
28 Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de
manos de hombres,
de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni
comen, ni hue-
29 len. Mas si desde allí buscares a Jehová tu
Dios, lo hallarás,
30 si lo buscares de todo tu corazón y de toda
tu alma. Cuando
estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas
estas cosas, si
en los postreros días te volvieres a Jehová tu
Dios, y oyeres
31 su voz; porque Dios misericordioso es
Jehová tu Dios; no te
dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del
pacto que les juró a
32 tus padres. Porque pregunta ahora si en los
tiempos pasados
que han sido antes de ti, desde el día que
creó Dios al hombre
sobre la tierra, si desde un extremo del cielo
al otro se ha hecho
cosa semejante a esta gran cosa, o se haya
oído otra como ella.
33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando
de en medio
34 del fuego, como tú la has oído, sin
perecer? ¿O ha intentado
Dios venir a tomar para sí una nación de en
medio de otra
nación, con pruebas, con señales, con milagros
y con guerra, y
mano poderosa y brazo extendido, y hechos
aterradores como
todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro
Dios en Egipto
35 ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para
que supieses que
36 Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él.
Desde los cielos
te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la
tierra te mostró
su gran fuego, y has oído sus palabras de en
medio del fuego.
37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a
su descendencia
después de ellos, y te sacó de Egipto con su
presencia y con su
273 Deuteronomio 4. 38–5. 7
gran poder, para echar de delante de tu
presencia naciones 38
grandes y más fuertes que tú, y para
introducirte y darte su
tierra por heredad, como hoy. Aprende pues,
hoy, y reflexiona 39
en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el
cielo y abajo en
la tierra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos
y sus man- 40
damientos, los cuales yo te mando hoy, para
que te vaya bien
a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues
tus días sobre la
tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.
Entonces apartó 41
Moisés tres ciudades a este lado del Jordán al
nacimiento del
sol, para que huyese allí el homicida que
matase a su prójimo 42
sin intención, sin haber tenido enemistad con
él nunca antes;
y que huyendo a una de estas ciudades salvase
su vida: Beser 43
en el desierto, en tierra de la llanura, para
los rubenitas; Ramot
en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán
para los de
Manasés. Ésta, pues, es la ley que Moisés puso
delante de los 44
hijos de Israel. Éstos son los testimonios,
los estatutos y los 45
decretos que habló Moisés a los hijos de
Israel cuando salieron
de Egipto; a este lado del Jordán, en el valle
delante de 46
Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los
amorreos que habitaba
en Hesbón, al cual derrotó Moisés con los
hijos de Israel,
cuando salieron de Egipto; y poseyeron su
tierra, y la tierra 47
de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos
que estaban de
este lado del Jordán, al oriente. Desde Aroer,
que está junto 48
a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el
monte de Sion, que es
Hermón; y todo el Arabá de este lado del
Jordán, al oriente,
49hasta
el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisga.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960
Bibles.org.uk, London.
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