Deuteronomio Capitulo 13 Versos 1 al 18

Deuteronomio Capitulo 13 Versos 1 al 18
13 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de
2 sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la
señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de
3 dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído
287 Deuteronomio 13. 4–17
a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque
Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis
a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda
vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él 4
temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a
él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños 5
ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová
vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de
casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el
cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás
el mal de en medio de ti. Si te incitare tu hermano, hijo de tu 6
madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo
en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus
padres conocisteis, de los dioses de los pueblos que están en 7
vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo
de la tierra hasta el otro extremo de ella; no consentirás con 8
él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás
misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo matarás; tu mano 9
se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de
todo el pueblo. Le apedrearás hasta que muera, por cuanto 10
procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de
Egipto, de casa de servidumbre; para que todo Israel oiga, 11
y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante
a esta. Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que 12
Jehová tu Dios te da para vivir en ellas, que han salido de en 13
medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores
de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que
vosotros no conocisteis; tú inquirirás, y buscarás y pregunta- 14
rás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal
abominación se hizo en medio de ti, irremisiblemente herirás 15
a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola
con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus
ganados a filo de espada. Y juntarás todo su botín en medio 16
de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín,
todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un
montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada. Y 17
no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se
aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga
13. 18–14. 23 Deuteronomio 288
compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
18 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, guardando todos
sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo
recto ante los ojos de Jehová tu Dios.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 12 Versos 1 al 32

Deuteronomio Capitulo 12 Versos 1 al 32
12 Éstos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner
por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha
dado para que tomes posesión de ella, todos los días que voso-
2 tros viviereis sobre la tierra. Destruiréis enteramente todos los
lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a
sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo
3 de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y quebraréis
sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego;
y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre
4, 5 de aquel lugar. No haréis así a Jehová vuestro Dios, sino
285 Deuteronomio 12. 6–18
que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas
vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación,
ése buscaréis, y allá iréis. Y allí llevaréis vuestros holocaus- 6
tos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada
de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias,
y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; y 7
comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis,
vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos
en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. No haréis 8
como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo
qué bien le parece, porque hasta ahora no habéis entrado al 9
reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. Mas pa- 10
saréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro
Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos
alrededor, y habitaréis seguros. Y al lugar que Jehová 11
vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis
todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos,
vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de
vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis
prometido a Jehová. Y os alegraréis delante de Jehová 12
vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros
siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras
poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros.
Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar 13
que vieres; sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una 14
de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo
que yo te mando. Con todo, podrás matar y comer carne en 15
todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición
que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la
podrá comer, como la de gacela o de ciervo. Solamente que 16
sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua.
Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu 17
vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus
ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias,
ni las ofrendas elevadas de tus manos; sino que delante 18
de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios
hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el
levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de
12. 19–13. 3 Deuteronomio 286
19 Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. Ten cuidado
de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.
20 Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te
ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla,
21 conforme a lo que deseaste podrás comer. Si estuviere lejos
de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su
nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová
te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus
22 puertas según todo lo que deseares. Lo mismo que se come la
gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio
23 podrán comer también de ellas. Solamente que te mantengas
firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no
24 comerás la vida juntamente con su carne. No la comerás; en
25 tierra la derramarás como agua. No comerás de ella, para que
te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo
26 recto ante los ojos de Jehová. Pero las cosas que hubieres consagrado,
y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar
27 que Jehová hubiere escogido; y ofrecerás tus holocaustos, la
carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre
de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu
28 Dios, y podrás comer la carne. Guarda y escucha todas estas
palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo
recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a
29 tus hijos después de ti para siempre. Cuando Jehová tu Dios
haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para
30 poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que
no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas
delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De
la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo tam-
31 bién les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda
cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses;
pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego
32 a sus dioses. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no
añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 11 Versos 1 al 32

Deuteronomio Capitulo 11 Versos 1 al 32
11 Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas,
sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los
2 días. Y comprended hoy, porque no hablo con vuestros hijos
que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su
3 grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido, y sus señales,
y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón rey de11
283 Deuteronomio 11. 4–21
Egipto, y a toda su tierra; y lo que hizo al ejército de Egipto, 4
a sus caballos y a sus carros; cómo precipitó las aguas del Mar
Rojo sobre ellos, cuando venían tras vosotros y Jehová los destruyó
hasta hoy; y lo que ha hecho con vosotros en el desierto, 5
hasta que habéis llegado a este lugar; y lo que hizo con Datán 6
y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió su boca
la tierra, y los tragó con sus familias, sus tiendas, y todo su
ganado, en medio de todo Israel. Mas vuestros ojos han visto 7
todas las grandes obras que Jehová ha hecho. Guardad, pues, 8
todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis
fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para
tomarla; y para que os sean prolongados los días sobre la 9
tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres, que había de
darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel.
La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de 10
Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y
regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. La tierra a la 11
cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que
bebe las aguas de la lluvia del cielo; tierra de la cual Jehová 12
tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu
Dios, desde el principio del año hasta el fin. Si obedeciereis 13
cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy,
amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro
corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de 14
vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás
tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu 15
campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. Guardaos, 16
pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis
a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; y se encienda el furor 17
de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia,
ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra
que os da Jehová. Por tanto, pondréis estas mis palabras en 18
vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en
vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las 19
enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes
en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y
cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, 20
y en tus puertas; para que sean vuestros días, y los días de 21
11. 22–12. 5 Deuteronomio 284
vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró
a vuestros padres que les había de dar, como los días de los
22 cielos sobre la tierra. Porque si guardareis cuidadosamente
todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los
cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en to-
23 dos sus caminos, y siguiéndole a él, Jehová también echará de
delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis na-
24 ciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que
pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto
hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental
25 será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros;
miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios
26 sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho. He aquí
yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición:
27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro
28 Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis
los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del
camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos
29 que no habéis conocido. Y cuando Jehová tu Dios te haya
introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás
la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el
30 monte Ebal, los cuales están al otro lado del Jordán, tras el
camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en
31 el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. Porque
vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da
32 Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. Cuidaréis,
pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo
presento hoy delante de vosotros.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960
Bibles.org.uk, London


Deuteronomio Capitulo 10 Versos 1 al 22

Deuteronomio Capitulo 10 Versos 1 al 22
En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de pie- 10
dra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca
de madera; y escribiré en aquellas tablas las palabras que 2
estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás
en el arca. E hice un arca de madera de acacia, y labré dos 3
tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las
dos tablas en mi mano. Y escribió en las tablas conforme a 4
la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había
hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la
asamblea; y me las dio Jehová. Y volví y descendí del mon- 5
te, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están,
como Jehová me mandó. (Después salieron los hijos de Israel 6
de Beerot-bene-jaacán a Mosera; allí murió Aarón, y allí fue
sepultado, y en lugar suyo tuvo el sacerdocio su hijo Eleazar.
De allí partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra 7
de arroyos de aguas. En aquel tiempo apartó Jehová la tribu 8
10. 9–11. 3 Deuteronomio 282
de Leví para que llevase el arca del pacto de Jehová, para que
estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en
9 su nombre, hasta hoy, por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad
con sus hermanos; Jehová es su heredad, como Jehová
10 tu Dios le dijo.) Y yo estuve en el monte como los primeros
días, cuarenta días y cuarenta noches; y Jehová también me
11 escuchó esta vez, y no quiso Jehová destruirte. Y me dijo Jehová:
Levántate, anda, para que marches delante del pueblo,
para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les
12 había de dar. Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios
de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus
caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu
13 corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos
de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que
14 tengas prosperidad? He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos,
y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en
15 ella. Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos,
y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de
16 entre todos los pueblos, como en este día. Circuncidad, pues,
el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra
17 cerviz. Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor
de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace
18 acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al
huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole
19 pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranje-
20 ros fuisteis en la tierra de Egipto. A Jehová tu Dios temerás,
21 a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. Él es
el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo
22 estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. Con
setenta personas descendieron tus padres a Egipto, y ahora
Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 9 Versos 1 al 29

Deuteronomio Capitulo 9 Versos 1 al 29
Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a des- 9
poseer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades
grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande 2
y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento,
y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de
Anac? Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa 3
delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará
delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida,
como Jehová te ha dicho. No pienses en tu corazón cuando 4
Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por
mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por
la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de
ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a 5
poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones
9. 6–20 Deuteronomio 280
Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la
palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios
te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de
7 cerviz eres tú. Acuérdate, no olvides que has provocado la ira
de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de
la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis
8 sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová,
9 y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando
yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas
del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el
monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber
10 agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con
el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras
que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego,
11 el día de la asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y
cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra,
12 las tablas del pacto. Y me dijo Jehová: Levántate, desciende
pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se
ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les
13 mandé; se han hecho una imagen de fundición. Y me habló
Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es
14 pueblo duro de cerviz. Déjame que los destruya, y borre su
nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación
15 fuerte y mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí
del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en
16 mis dos manos. Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová
vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición,
apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado.
17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos,
18 y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante
de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no
comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que
habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para
19 enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que
Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero
20 Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón también se
enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré
281 Deuteronomio 9. 21–10. 8
por Aarón en aquel entonces. Y tomé el objeto de vuestro 21
pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego,
y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido
a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del
monte. También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava 22
provocasteis a ira a Jehová. Y cuando Jehová os envió desde 23
Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he
dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro
Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz. Rebeldes ha- 24
béis sido a Jehová desde el día que yo os conozco. Me postré, 25
pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve
postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir.
Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a 26
tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza,
que sacaste de Egipto con mano poderosa. Acuérdate de tus 27
siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este
pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado, no sea que digan los 28
de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová
introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los
aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. Y ellos son 29
tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con
tu brazo extendido.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 8 Versos 1 al 20

Deuteronomio Capitulo 8  Versos 1 al 20
8 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os
ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y
poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vues-
2 tros padres. Y te acordarás de todo el camino por donde te ha
traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para
afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón,
3 si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te
hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías
tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber
que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale
4 de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se
envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta
5 años. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el
6 hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Guardarás,
pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus
7 caminos, y temiéndole. Porque Jehová tu Dios te introduce
en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de
8 manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y
cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de acei-
9 te y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez,
ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de
279 Deuteronomio 8. 10–9. 5
cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y ben- 10
decirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus 11
mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno
hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas ca- 12
sas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y 13
la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se
aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová 14
tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, 15
lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde
no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; que 16
te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no
habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre
hacerte bien; y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi 17
mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová 18
tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin
de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en 19
pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo
lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Co- 20
mo las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así
pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová
vuestro Dios.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 7 Versos 1 al 26

Deuteronomio Capitulo 7 Versos 1 al 26
7 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en
la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti
a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo,
al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y
2 más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado
delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no
3 harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia. Y no
emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a
4 su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí,
277 Deuteronomio 7. 5–19
y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá
sobre vosotros, y te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer 5
con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y
destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas
en el fuego. Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; 6
Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,
más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser 7
vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os
ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos
los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar 8
el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová
con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la
mano de Faraón rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehová tu 9
Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia
a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
y que da el pago en persona al que le aborrece, 10
destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le
dará el pago. Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos 11
y decretos que yo te mando hoy que cumplas. Y por haber 12
oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra,
Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que
juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, 13
y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu
grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños
de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón 14
ni hembra estéril, ni en tus ganados. Y quitará Jehová de ti 15
toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú
conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos
los que te aborrecieren. Y consumirás a todos los pueblos que 16
te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a
sus dioses, porque te será tropiezo. Si dijeres en tu corazón: 17
Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las
podré exterminar? no tengas temor de ellas; acuérdate bien 18
de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto;
de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales 19
y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con
que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos
7. 20–8. 9 Deuteronomio 278
20 los pueblos de cuya presencia tú temieres. También enviará
Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que
21 quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti. No
desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio
22 de ti, Dios grande y temible. Y Jehová tu Dios echará a estas
naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con
ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten
23 contra ti. Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y
él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean des-
24 truidas. El entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el
nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta
25 que los destruyas. Las esculturas de sus dioses quemarás en
el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para
ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová
26 tu Dios; y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no
seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque
es anatema.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 6 versos 1 al 25

Deuteronomio Capitulo 6 versos 1 al 25
Éstos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos 6
que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los
pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para
tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos 2
sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo,
y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días
sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos 3
por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche
y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios
de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno 4
es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda 5
tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te 6
mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus 7
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por
el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás 8
como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus
ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. 9
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que 10
juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en
ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas 11
6. 12–7. 4 Deuteronomio 276
de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no
cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y
12 te sacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la
13 tierra de Egipto, de casa de servidumbre. A Jehová tu Dios
14 temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. No
andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos
15 que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová
tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de
16 Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. No
tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah.
17 Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro
18 Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. Y
haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya
bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus
19 padres; para que él arroje a tus enemigos de delante de ti,
20 como Jehová ha dicho. Mañana cuando te preguntare tu h¼o,
diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos
21 que Jehová nuestro Dios os mandó? entonces dirás a tu h¼o:
Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos
22 sacó de Egipto con mano poderosa. Jehová hizo señales y
milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre
23 toda su casa, delante de nuestros ojos; y nos sacó de allá,
24 para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. Y
nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que
temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos
25 los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Y
tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos
estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él
nos ha mandado.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London. 

Deuteronomio Capitulo 5 Versos 1 al 33

Deuteronomio Capitulo 5 Versos 1 al 33
Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los es- 5
tatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos;
aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehová 2
nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nues- 3
tros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los
que estamos aquí hoy vivos. Cara a cara habló Jehová con 4
vosotros en el monte de en medio del fuego. Yo estaba en- 5
tonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de
Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis
al monte. Dijo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de 6
tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses 7
5. 8–26 Deuteronomio 274
8 ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen
alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la
9 tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás
a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta
10 la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que
hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan
11 mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios
en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su
12 nombre en vano. Guardarás el día de reposo para santificarlo,
13 como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y
14 harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu
Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo,
ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni
el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descan-
15 se tu siervo y tu sierva como tú. Acuérdate que fuiste siervo
en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con
mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te
16 ha mandado que guardes el día de reposo. Honra a tu padre
y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que
sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la
17, 18 tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás
19, 20 adulterio. No hurtarás. No dirás falso testimonio contra tu
21 prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la
casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su
22 buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Estas palabras
habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en
medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no
añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales
23 me dio a mí. Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz
de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en
fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus,
24 y vuestros ancianos, y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios
nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz
de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al
25 hombre, y éste aún vive. Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir?
Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra
26 vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. Porque ¿qué
275 Deuteronomio 5. 27–6. 11
es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla
de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?
Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro 27
Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere,
y nosotros oiremos y haremos. Y oyó Jehová la voz de vues- 28
tras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído
la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado;
bien está todo lo que han dicho. ¡Quién diera que tuviesen tal 29
corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis
mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para
siempre! Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. Y tú quédate 30, 31
aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y
decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por
obra en la tierra que yo les doy por posesión. Mirad, pues, 32
que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os
apartéis a diestra ni a siniestra. Andad en todo el camino que 33
Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya
bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960
Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 4 Versos 1 al 29

Deuteronomio Capitulo 4 Versos 1 al 29
4 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo
os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la
2 tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis
a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para
que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo
3 os ordene. Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo
de Baal- peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor
4 destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti. Mas vosotros que
5 seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. Mirad,
yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi
Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la
6 cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y
ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos
estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y enten
271 Deuteronomio 4. 7–22
dido, nación grande es ésta. Porque ¿qué nación grande hay 7
que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro
Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande 8
hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley
que yo pongo hoy delante de vosotros? Por tanto, guárdate, 9
y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las
cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos
los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a
los hijos de tus hijos. El día que estuviste delante de Jehová 10
tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo,
para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán,
para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las
enseñarán a sus hijos; y os acercasteis y os pusisteis al pie del 11
monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos
con tinieblas, nube y oscuridad; y habló Jehová con vosotros 12
de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a
excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Y él os anunció 13
su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos,
y los escribió en dos tablas de piedra. A mí también 14
me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos
y juicios, para que los pusieseis por obra en la tierra a la
cual pasáis a tomar posesión de ella. Guardad, pues, mucho 15
vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová
habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os 16
corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura
alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que 17
está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el
aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, 18
figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.
No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna 19
y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y
te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha
concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. Pero 20
a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro,
de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este
día. Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y 21
juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra
que Jehová tu Dios te da por heredad. Así que yo voy a morir 22
4. 23–37 Deuteronomio 272
en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y
23 poseeréis aquella buena tierra. Guardaos, no os olvidéis del
pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y
no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu
24 Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consu-
25 midor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos,
y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis
escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante
26 los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy
por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente
de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar
posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis
27 destruidos. Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis
pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará
28 Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres,
de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni hue-
29 len. Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás,
30 si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando
estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si
en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres
31 su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te
dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a
32 tus padres. Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados
que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre
sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho
cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella.
33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio
34 del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado
Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra
nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y
mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como
todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto
35 ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieses que
36 Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde los cielos
te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró
su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.
37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia
después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su
273 Deuteronomio 4. 38–5. 7
gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones 38
grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su
tierra por heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona 39
en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en
la tierra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos y sus man- 40
damientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien
a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la
tierra que Jehová tu Dios te da para siempre. Entonces apartó 41
Moisés tres ciudades a este lado del Jordán al nacimiento del
sol, para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo 42
sin intención, sin haber tenido enemistad con él nunca antes;
y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida: Beser 43
en el desierto, en tierra de la llanura, para los rubenitas; Ramot
en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los de
Manasés. Ésta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los 44
hijos de Israel. Éstos son los testimonios, los estatutos y los 45
decretos que habló Moisés a los hijos de Israel cuando salieron
de Egipto; a este lado del Jordán, en el valle delante de 46
Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos que habitaba
en Hesbón, al cual derrotó Moisés con los hijos de Israel,
cuando salieron de Egipto; y poseyeron su tierra, y la tierra 47
de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos que estaban de
este lado del Jordán, al oriente. Desde Aroer, que está junto 48
a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es
Hermón; y todo el Arabá de este lado del Jordán, al oriente,
 49hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisga.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 3 Versos 1 al 29

Deuteronomio Capitulo 3 Versos 1 al 29
3 Volvimos, pues, y subimos camino de Basán, y nos salió al
encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo,
2 en Edrei. Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en
tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra;
269 Deuteronomio 3. 3–19
y harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba
en Hesbón. Y Jehová nuestro Dios entregó también 3
en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al
cual derrotamos hasta acabar con todos. Y tomamos enton- 4
ces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos;
sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en
Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros al- 5
tos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin
muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hes- 6
bón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños. Y 7
tomamos para nosotros todo el ganado, y los despojos de las
ciudades. También tomamos en aquel tiempo la tierra desde 8
el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, de manos de los
dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán. (Los 9
sidonios llaman a Hermón, Sirión; y los amorreos, Senir.) To- 10
das las ciudades de la llanura, y todo Galaad, y todo Basán
hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán. Por- 11
que únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de
los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá
de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y
su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre. Y 12
esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que
está junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Galaad
con sus ciudades, la di a los rubenitas y a los gaditas; y el 13
resto de Galaad, y todo Basán, del reino de Og, toda la tierra
de Argob, que se llamaba la tierra de los gigantes, lo di a la
media tribu de Manasés. Jair hijo de Manasés tomó toda la 14
tierra de Argob hasta el límite con Gesur y Maaca, y la llamó
por su nombre, Basán-havot-jair, hasta hoy. Y Galaad se lo 15
di a Maquir. Y a los rubenitas y gaditas les di de Galaad 16
hasta el arroyo de Arnón, teniendo por límite el medio del valle,
hasta el arroyo de Jaboc, el cual es límite de los hijos de
Amón; también el Arabá, con el Jordán como límite desde 17
Cineret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al pie de las
laderas del Pisga al oriente. Y os mandé entonces, diciendo: 18
Jehová vuestro Dios os ha dado esta tierra por heredad; pero
iréis armados todos los valientes delante de vuestros hermanos
los hijos de Israel. Solamente vuestras mujeres, vuestros 19
3. 20–4. 6 Deuteronomio 270
h¼os y vuestros ganados (yo sé que tenéis mucho ganado), que-
20 darán en las ciudades que os he dado, hasta que Jehová dé
reposo a vuestros hermanos, así como a vosotros, y hereden
ellos también la tierra que Jehová vuestro Dios les da al otro
lado del Jordán; entonces os volveréis cada uno a la heredad
21 que yo os he dado. Ordené también a Josué en aquel tiempo,
diciendo: Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha
hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos
22 a los cuales pasarás tú. No los temáis; porque Jehová vuestro
23 Dios, él es el que pelea por vosotros. Y oré a Jehová en aquel
24 tiempo, diciendo: Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar
a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios
hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como
25 las tuyas? Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que
26 está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. Pero
Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo
cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables
27 más de este asunto. Sube a la cumbre del Pisga y alza tus
ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus
28 propios ojos; porque no pasarás el Jordán. Y manda a Josué,
y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este
29 pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás. Y paramos
en el valle delante de Bet-peor.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London.

Deuteronomio Capitulo 2 Versos 1 al 37

Deuteronomio Capitulo 2 Versos 1 al 37
2 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo,
como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por
2, 3 mucho tiempo. Y Jehová me habló, diciendo: Bastante ha-
4 béis rodeado este monte; volveos al norte. Y manda al pueblo,
diciendo: Pasando vosotros por el territorio de vuestros hermanos
los hijos de Esaú, que habitan en Seir, ellos tendrán miedo
5 de vosotros; mas vosotros guardaos mucho. No os metáis con
ellos, porque no os daré de su tierra ni aun lo que cubre la
planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el
6 monte de Seir. Compraréis de ellos por dinero los alimentos
267 Deuteronomio 2. 7–23
y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y beberéis;
pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus ma- 7
nos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta
años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Y nos alejamos del territorio de nuestros hermanos los hijos 8
de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino del Arabá desde
Elat y Ezión-geber; y volvimos, y tomamos el camino del
desierto de Moab. Y Jehová me dijo: No molestes a Moab, 9
ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión
de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos
de Lot. (Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y 10
numeroso, y alto como los hijos de Anac. Por gigantes eran 11
ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas
los llaman emitas. Y en Seir habitaron antes los horeos, 12
a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los arrojaron de su
presencia, y habitaron en lugar de ellos, como hizo Israel en
la tierra que les dio Jehová por posesión.) Levantaos ahora, y 13
pasad el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo de Zered. Y los 14
días que anduvimos de Cades-barnea hasta cuando pasamos el
arroyo de Zered fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó
toda la generación de los hombres de guerra de en medio
del campamento, como Jehová les había jurado. Y también la 15
mano de Jehová vino sobre ellos para destruirlos de en medio
del campamento, hasta acabarlos. Y aconteció que después 16
que murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,
Jehová me habló, diciendo: Tú pasarás hoy el territorio de 17, 18
Moab, a Ar. Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no 19
los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión
de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la
he dado por heredad. (Por tierra de gigantes fue también ella 20
tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales
los amonitas llamaban zomzomeos; pueblo grande y numero- 21
so, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó
delante de los amonitas. Éstos sucedieron a aquéllos, y habitaron
en su lugar, como hizo Jehová con los hijos de Esaú que 22
habitaban en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos;
y ellos sucedieron a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.
Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, los cafto- 23
2. 24–3. 2 Deuteronomio 268
reos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su
24 lugar.) Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí
he entregado en tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a
su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra
25 con él. Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre
los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y
26 temblarán y se angustiarán delante de ti. Y envié mensajeros
desde el desierto de Cademot a Sehón rey de Hesbón con pa-
27 labras de paz, diciendo: Pasaré por tu tierra por el camino;
28 por el camino iré, sin apartarme ni a diestra ni a siniestra. La
comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me
29 darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie, como lo
hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y
los moabitas que habitaban en Ar; hasta que cruce el Jordán
30 a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios. Mas Sehón rey de
Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque
Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su
31 corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy. Y me
dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti
a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para
32 que la heredes. Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su
33 pueblo, para pelear en Jahaza. Mas Jehová nuestro Dios lo
entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos,
34 y a todo su pueblo. Tomamos entonces todas sus ciudades, y
destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no
35 dejamos ninguno. Solamente tomamos para nosotros los ganados,
y los despojos de las ciudades que habíamos tomado.
36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón,
y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad
que escapase de nosotros; todas las entregó Jehová nuestro
37 Dios en nuestro poder. Solamente a la tierra de los hijos de
Amón no llegamos; ni a todo lo que está a la orilla del arroyo
de Jaboc ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que
Jehová nuestro Dios había prohibido.
Fuente: LA SANTA BIBLIA
ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
ANTIGUA VERSIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
Reina-Valera 1960

Bibles.org.uk, London. 

PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34

 PRIMER LIBRO DE LOS REYES CAPITULO 4 VERSOS 1 AL 34 Se enumeran los oficiales de la corte de Salomón — Salomón gobierna en paz y en prosper...